Imágenes: Cortesía 20th Century Fox
La mitología griega siempre será una de las más emblemáticas, pero ¿qué pasaría si el mito cobrara vida en la actualidad? Probablemente la batalla entre los dioses se iniciaría como lo refleja “Percy Jackson y el ladrón del rayo”.
Zeus (Sean Bean) está muy molesto pues no encuentra su poderoso rayo y culpa a Percy Jackson (Logan Lerman), hijo de Poseidón (Kevin McKidd), de haberlo robado; por lo que amenaza iniciar una guerra si no le es devuelto en un plazo casi inmediato. Así, Percy es advertido para entregar el rayo, pero él desconoce todo esto, incluso no sabe que es hijo de uno de los grandes dioses del Olimpo ya que los dioses tienen prohibido entablar una relación con los humanos.
Además de recuperar el rayo y entregarlo a Zeus, Percy busca desesperadamente rescatar a su madre que ha sido capturada por Hades (Steve Coogan). Afortunadamente no está solo en esta aventura; cuenta con el apoyo de Chiron (Pierce Brosnan), un centauro que tiene a su cargo un campamento para entrenar a los hijos de los dioses; Grover (Brandon T. Jackson), el sátiro protector; y Annabeth (Alexandra Daddario), la hija de Athena (Melina Kanakaredes) experta en las tácticas de guerra.
Tal vez algunos puristas pudieran no estar de acuerdo con traer el mito a la actualidad y modernizarlo; sin embargo, resulta una película extremadamente divertida y, aunque cae en lo absurdo, refleja la esencia de las deidades como las conocemos. Los efectos especiales te dejarán con un buen sabor de boca. Tal vez el pecado de la historia es la inclusión de demasiados personajes ya que algunos no terminan de encajar completamente; sin embargo, algunos de ellos tendrán más oportunidades, si es que se continúa filmando esta saga.