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Los jóvenes de hoy buscan crecer rápidamente, madurar e independizarse para abandonar sus hogares; esto no es para nada la más sabia acción, pero mucho se debe a los errores de las generaciones pasadas que culminaron siendo padres, como “Educando a mamá” manifiesta de ejemplo.
Grace (Eva Mendes) es una madre soltera que parece no presentar mucha seriedad a sus acciones buscando relacionarse con el Dr. Harford (Matthew Modine) pese a que él está casado y el interés que muestra en ella es meramente de aventura. Todo esto, hace que descuide el bienestar y crecimiento de su hija Ansiedad (Cierra Ramírez), quien, cansada de la irresponsabilidad de su madre, busca desesperadamente independizarse y hacer su propia vida con muchos años de edad.
Ansiedad entonces investiga cuál es el supuesto proceso que las mujeres pasan para convertirse en adultas y ser reconocidas como tal, yendo de lo más simple y sin importancias como el ser popular en la escuela, hasta tener relaciones sexuales por primera vez. Así, la niña arma un plan que parece infalible, pero pronto descubrirá que crecer no es sólo una serie de experiencias metódicas, mientras su mamá se enfrenta a una serie de conflictos que la alejan cada vez más de ella.
“Educando a mamá” es un nítido ejemplo de por qué la sociedad cada vez está más maltrecha, con personas tomando malas decisiones tomando al amor como pretexto, afectando a otros, sobre todo, a futuras generaciones. La irresponsabilidad en la toma de decisiones lleva a un caos personal, pero igualmente repercute en los seres más cercanos; y lamentablemente este problema continúa repitiéndose generación tras generación arrastrando las consecuencias pasadas.