Imágenes: Cortesía
El productor Oscar Carnicero lleva a México “O Podrías Besarme”, una historia de amor, de pérdida y de compañerismo entre dos hombres, a través de las diferentes épocas que les toca transitar como pareja.
La dirección de la puesta es de José Manuel López Velarde, quien se encargó de juntar un gran equipo para hacerla posible: la traducción es de Paula Zelaya (“El Hilador”, “Los Humanos”, “245 actos de maldad extraordinaria”); el vestuario es de Mario Marín; la Iluminación será diseñada por el multipremiado Félix Arroyo y la música está a cargo de Juan Pablo Villa. En esta historia, lo puppets son protagonistas de la historia y Luna Morena es la encargada de darles forma para que los extraordinarios actores y puppeteros les den vida.
“O Podrías Besarme” es contada por dos actores, quienes interpretan a una pareja en su presente, y por cuatro puppets; dos de ellos representan a la misma pareja cuando eran jóvenes, en el pasado y los otros dos que los representan de viejos, en el futuro. Cada puppet es manipulado por un equipo de actores/titiriteros, dando voz a los pensamientos y cuestionamientos de los personajes.
La pareja protagónica es interpretada por los actores Antón Araiza a quien hemos disfrutado en la televisión con títulos como “El Sexo Débil”, “Belascoarán”, y “Sr. Ávila”, en teatro en “Aquí y ahora”, “Un acto de comunión”, “Bambis dientes de leche”, entre otras, y Constantino Morán que fue parte de la Compañía Nacional de Teatro y participó en series como Rosario Tijeras y María Félix, entre otras.
Los actores/titiriteros serán fundamentales en esta puesta en escena y los encargados de darles vida son: Daniel Macías, Kaleb Oseguera, Ernesto García y Max Ramírez.
El elenco lo completa una actriz que, a manera de narradora o maestra de ceremonias, llena los huecos y da cohesión a la historia, desdoblándose en varios personajes femeninos y para este personaje la elegida fue la inigualable Conchi León, a quien hemos podido disfrutar en obras como La tía Mariela, El donador de almas y Cachorro de León, entre muchas otras producciones, no solo como actriz si no como dramaturga.
Esta mañana se llevó a cabo la conferencia de prensa para presentar el proyecto a los medios de comunicación y esto fue de lo más relevante:
Respecto a la temática LGBT+, López Velarde comentó lo siguiente: “La idea es que cualquier persona sea capaz de cinco minutos en olvidarse de si estos son dos hombres, dos mujeres, un hombre y una mujer; porque plantea miedos, esperanzas, cuestiones, que me parecen absolutamente universales y eso para mí es muy importante, la representación, la normalización, sin que eso signifique dejar de ser las personas particulares, rebeldes, rompedoras que somos, mucho somos miembros de la comunidad, pero de entrada plantear esta vida de pareja, y esto tan universal que el atañe a cualquier persona”.
Por su parte, Conchi León habló sobre sus personajes, ya que interpreta a todas las mujeres de la historia, cuando Velarde la presentó, mencionó que el personaje original era afroamericano y necesitaban una representación fuerte de las raíces mexicanas, no solo físicas si no que fueran representantes de su cultura como lo es Conchi a nivel mundial con sus dramaturgias. “Las mujeres somos infinitas y podemos hacer muchas cosas, pero en realidad es porque así está la dramaturgia… el texto es una belleza, la estructura dramática es una maestría, los personajes femeninos: la maestra de ceremonias, la empleada doméstica y una conferencista son interpretados por la misma persona. Las mujeres son importantes en la vida de esta pareja, porque los acompaña en su deterioro, en las buenas y en las malas, a mí me toca mucho este tema, porque mi madre murió de Alzheimer, pero la demencia senil, el deterioro de la mente, y toda la afectación de la memoria, son procesos difíciles y dolorosos y estos cuatro personajes acompañan a esta pareja en su proceso.”
Sinopsis
En el invierno de 2036 dos viejos buscan la forma de despedirse después de toda una vida juntos. En 1970 ellos mismos, de jóvenes, buscan la valentía necesaria para enamorarse. En medio del camino, en el presente, recuerdan y proyectan sus vidas.