Imágenes: Cortesía 2014 Getty Images
Lo que se presuponía un partido de trámite para los argentinos, terminó siendo un triunfo extremadamente sufrido ante el atrevimiento iraní.
Cuando comenzó el encuentro, Argentina caminaba sobre el campo buscando la portería contraria, mientras que Irán se tiró completamente para atrás, defendiendo prácticamente con todos sus jugadores; cierto, todo esto parecía naturalmente anticipado, pero aunque la albiceleste continuaba con el balón y atacaba, no pudo durante todo el primer tiempo encontrar huecos para penetrar la defensa persa, por lo que prácticamente no ocasionó jugadas de peligro.
La desesperación argentina se hizo evidente para el segundo tiempo con pases errados y disparos desviados. Irán comenzó a contragolpear con buenos resultados al crear jugadas muy peligrosas en el área sudamericana, por lo que su estado anímico creció y empezó a quitarle el balón a sus rivales e incluso crear jugadas de lujo derivando en por lo menos dos oportunidades claras de gol que Romero supo atajar brillantemente.
Cuando el partido parecía terminar en empate con sabor a derrota para Argentina, Messi se encontró con un balón afuera del área, se acomodó y sacó un disparo tan bien colocado como él sabe para superar al portero Haghighi y darle la victoria a su equipo 91’ 1-0 al minuto.
Cabe resaltar que, durante el partido, no se marcó un presunto penal a favor de los iranís que bien pudo cambiar el rumbo del encuentro.
Con este resultado, Argentina ha calificado a la siguiente ronda, pero dejó muchas más dudas de las que ya de por sí arrastraba. Por su parte, Irán dejó un gran sabor de boca y aún mantiene posibilidades de calificar, mismas que se jugará contra Bosnia-Herzegovina en la última jornada.