Imágenes: Erick Moreno
Brasil llega al Teatro de la Ciudad de México, Esperanza Iris con un concierto en el que se rinde “Un homenaje a la Bossa Nova” bajo la batuta de João Henrique en una noche cálida y amena con grandes músicos.
Con motivo del 60 aniversario de aquel mítico concierto en el que músicos brasileños ofrecieron en 1962 música de su tierra en el Carnegie Hall en Nueva York, este concierto en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México quedó a cargo de músicos y cantantes especialistas en el género, bajo la dirección musical del pianista brasileño Joao Henrique, en esta que fue la única función el pasado sábado 20 de agosto en punto de las 19:00 horas
“Un Homenaje a la Bossa Nova” contó con la participación de un destacado grupo de músicos y cantantes de origen mexicano en su mayoría quienes están dedicados a cultivar la bossa nova en todas sus variantes e instrumentaciones recordando el momento histórico de aquel 22 de noviembre en el que jóvenes músicos brasileños dieron a conocer en el Carnegie Hall de Nueva York, Estados Unidos el género musical que marcó el nacimiento del bossa nova en Norteamérica y de ahí a todo el mundo, un concierto que fuera organizado por el saxofonista estadunidense Stan Getz.
El grupo aquel se constituía por más de 20 artistas que se abrían paso en el mundo de la música con un género que se llamó bossa nova, en el que confluían ritmos desde la samba hasta el jazz. Entre esos músicos estaban Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, Sergio Méndes, Oscar Castro Neves, Luiz Bonfá, Vinicius de Moraes, Carlos Lyra, Milton Banana, Roberto Menescal, Carmen Costa, Ana Lucía y otros.
El bossa nova en los años sesenta ya comenzaba a causar furor en América y Europa sin que se supiera de sus orígenes y mucho menos de sus intérpretes mismos que fueron recibidos por Jacqueline Kennedy, esposa del entonces presidente de Estados Unidos después de firmar grandes contratos una vez se dio a conocer los orígenes, los autores intelectuales y los talentos musicales que dieron renombre a este género.
Joao Henrique encabezó un ensamble de músicos que recordó aquel icónico concierto del Carnegie Hall a sesenta años de distancia, quien es pianista, compositor y arreglista de origen brasileño, heredero de esa gran tradición de la música sincopada, quien vive en México desde hace 40 años, y que incluyó en este concierto las canciones más representativas del género, de los compositores y de los poetas de aquella época, interpretando canciones como "La chica de Ipanema", "Corcovado", "O pato", "Desafinado", "Aguas de marzo" e "Insensatez", entre muchas otras participando músicos que se han especializado en el género como son: los guitarristas Roberto Arballo y Marco Morell; los bajistas Jesús Puebla, Marcos Milagres y Miguel Ángel González; los bateristas Mario García y Mauricio Blas; y los percusionistas Romeo Aguilar, Carlos Aguilar y Edenir López.
De la misma manera, también se contó en la orquestación el flautista y saxofonista Jako González; Joe D’Etienne en el flugelhorn, Kathia Lizcano en el piano y la voz, acompañados de un coro formado por la brasileña Katy Barbosa, Joana de Almeida, Giovanna Sastré, Thay Luna, Janine Haneine, Elizabeth Meza y Rafael Mendoza.
Algunas de las canciones serán traducidas, para un mejor entendimiento de la poesía contenida en ellas, haciendo que el público pueda disfrutar un momento pleno, de poesía y música con comentarios agradables y bromas que acercan al público al disfrute del momento musical.
Fernando Coiberg embajador de Brasil ofreció sentidas palabras para dar inicio a la celebración de la música de su país en la que dijo es una oportunidad para agradecer el apoyo de la música brasileña en México y a quienes llevan esta música a todos los rincones. "Esta música tiene un aspecto universal, permite abrazarnos todos a través de su swing, teniendo a este gran director que es nuestro estandarte, agradeciéndole todo lo que ha hecho por nuestra música. Esperando que disfruten de la música de Joao en esta celebración a 60 años en que la Bossa Nova salió de Brasil, además de 200 años de la independencia de Brasil, Celebrando esta amistad que se tiene entre México y Brasil", concluyó para dar inicio al concierto.
"Mañana de carnaval" inició esta fiesta con acordes al piano para ir incorporando ritmo de percusiones, el bajo y la batería que anticipa la gran fiesta que se viviría aquella noche en la que se denotó los más sobresalientes ritmos de su país. Después vino la historia del "Corcovado" que es el cerro con más de 80 años con el Cristo más representativo de aquella región con aquel cerro encorvado de donde surge el nombre y esta canción entonado con las sutiles notas de la voz femenina que hizo su aparición para embelesar a propios y extraños del Bossa Nova, continuando con "Agua de beber" en un timbre muy sonoro y potente entre la cadencia de ritmos contrastantes y las contestaciones entre la orquestación y los magníficos solos de flauta.
La gran inventiva de aquellos compositores llevó a componer temas sobre animalitos que cuentan historias quizá algo frívolas en la que un pato invita a otro animalito y este a otro para al final caer al agua contrastando con el siguiente tema "Voi ce que basa llorar" en la interpretación de una voz angelical en un ritmo que calma los ánimos y que va seduciendo los sentidos. El deleite seguía con algunas anécdotas desde su llegada a la ciudad de México, el maestro Henrique presentó una pieza dedicada a Guanajuato que fue de los primeros lugares a su llegada y donde le abrieron las puertas del Teatro Juárez.
“Aguas de Mar”, “Desafinado”, “Chega de saudade”, “Birimbao”, con un pequeño intermedio para cerrar con “Comenzar otra vez”, “Usted abuso”, “Yo estuviera en tu camino”, “La chica de Ipanema” y “Más que nada”.