Imágenes: Cortesía Warner Bros. Pictures
Video: Cortesía Warner Bros. Pictures
“El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo” completa la trilogía de una saga que se ha convertido en todo un suceso en el género de horror, extendiendo su universo en paralelo. Ya se encuentra en los cines para que todos los fans acompañen a los Warren en una nueva y “verídica” aventura.
Otra historia real
Antes que nada, vale la pena apuntar que esta película se promociona una vez más como basada en una historia real, dado que toma como premisa cuando Arne Cheyenne Johnson asesinó a su casero Alan Bono en 1981 y argumentó en los tribunales que fue poseído por un demonio. Es así como “El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo” trata de recrear, a su manera, este evento aparentemente paranormal.
Cabe acotar también que es la primera producción de la saga que no es dirigida por James Wan. En esta ocasión tomó la batuta Michael Caves, quien también fue responsable de llevar a la pantalla grande “La Maldición de La Llorona”. Es así como podemos aplaudir que todos los elementos técnicos han sido sobresalientemente rescatados de sus antecesoras; sin embargo, el desarrollo dista mucho de lo que se logró en ellas.
Estilo definido
En “El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo” podemos disfrutar de una ambientación impecablemente trabajada, con exteriores e interiores cuidados para sumergirnos en cada una de las situaciones que envuelven a los personajes; desde luego, tampoco podemos olvidarnos de los momentos más tensos y espeluznantes en que todo el escenario se torna oscuro en un intento desesperado por tensar al espectador; no obstante, los scary jumps son manejados de manera muy sutil, casi imperceptibles.
La mezcla de sonido es, sin duda, la mejor arma que porta la película, distribuyendo magistralmente cada uno de los ruidos a lo largo de la sala generando una experiencia lo suficientemente inmersiva para que el espectador se sienta dentro de la acción. La música, por su parte, no indaga en nuevas posibilidades; básicamente se va por composiciones ya muy formuladas para la franquicia.
Menos diabólica, más satánica
El inicio de esta tercera entrega está revolucionado y logra entusiasmar al público con la promesa de una auténtica obra de horror; sin embargo, pasados los primeros minutos, el ritmo afloja y se enreda con elementos que difícilmente logra justificar a lo largo de la trama dejando una gran cantidad de huecos argumentales, mientras busca complacer con uno que otro fan service a los fans (sí, con todo y la historia de amor de los Warren). Cuando la película intenta subir de intensidad al llegar al clímax, todo se ha tornado predecible y poco impactante.
Todo comienza con el exorcismo del pequeño David (Julian Hilliard) y la eventual posesión de Arne (Ruairi O'Connor), quien termina por cometer un asesinato. Lorraine (Vera Farmiga) y Ed (Patrick Wilson) Warren buscan aclarar lo que verdaderamente ocurrió ya que el acusado justifica que un ente le obligó a llevar a cabo semejante acto. Es así como los investigadores paranormales se encuentran con algo que va más allá de una simple posesión demoniaca.
Ciertamente “El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo” se aferra a los estándares de la franquicia, mientras divaga por una propuesta tímidamente diferente al rescatar el enfrentamiento directo contra demonios, pero al mismo tiempo los deja a un costado para enfrascarse en un contexto que lleva a la confrontación de los Warren contra la brujería, al tiempo que Lorraine ha desarrollado cada vez más sus poderes.
Título: El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo
Título original: The Conjuring: The Devil Made Me Do It
País de origen: Estados Unidos | Reino Unido
Idioma original: Inglés
Género: Horror
Duración: 112 minutos
Dirección: Michael Chaves
Elenco: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Ruairi O'Connor
Estreno en Estados Unidos: 4 de junio de 2021
Estreno en México: 3 de junio de 2021
Formatos: 2D | Subtitulada y Doblada al español
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