Imágenes: Cortesía DON’T NOD | Gameplay PoluxWeb
Video: Cortesía DON’T NOD
“Lost Records: Bloom & Rage” es la nueva aventura narrativa de DON'T NOD, disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC. Dividido en dos partes, “Bloom” y “Rage”, el juego nos sumerge en una historia de amistad, misterio y transformación, con una estructura que recuerda a “Life is Strange”, pero con una evolución palpable en su fórmula.
Florece una nueva propuesta
Antes que nada, es sumamente importante señalar que “Lost Records: Bloom & Rage” aborda temas como el consumo de alcohol, tabaco y drogas por menores de edad, lo que postula al juego para un público adulto joven capaz de comprender el contexto y las implicaciones de estas representaciones. De tal forma, DON’T NOD sigue explorando temas complejos como la identidad, la rebeldía, los vínculos y el trauma, sin caer necesariamente en el melodrama. Como sucedió en “Life is Strange” las decisiones afectan al mundo y los personajes, al tiempo que moldean al jugador; sobre todo porque ahora también se remarcan las relaciones con los demás personajes.
Desde el lanzamiento de “Life is Strange” en 2015, DON’T NOD ha construido su propio sello narrativo no solo en la mecánica de juego, sino en lo emocional. Desde entonces nos ha acostumbrado a títulos en los que las decisiones pesan, la música abraza y los personajes se sienten genuinos. “Lost Records: Bloom & Rage” no sólo continúa ese legado, lo refina como parte de una evolución natural de su propuesta, transportándonos entre dos líneas temporales con un giro oscuro hacia el thriller psicológico con un toque sobrenatural.
Historia madura y con alma propia
La historia se divide en dos partes (interpretadas como cintas): Bloom y Rage. La primera está disponible desde el lanzamiento del juego, mientras que la segunda llegó como una actualización el pasado 15 de abril y que puede jugarse siempre y cuando se haya terminado la anterior. Es así como conocemos y controlamos a Swann, quien regresa a su pueblo natal para reencontrarse con tres amigas de juventud: Nora, Kat y Autumn. Sin embargo, esta reunión reabre heridas de un pasado traumático que ha dejado cicatrices profundas en cada una y que el jugador va descifrando al paso de la campaña.
Bajo esta premisa, debemos jugar en dos líneas temporales con el fin de recordar eventos pasados, pero también centrarnos en el presente. Para ello, “Lost Records: Bloom & Rage” nos sitúa de forma magistral en el verano de 1995, repleto de referencias noventeras como pósters, música, cámaras VHS, y hasta la clásica pantalla azul de advertencia de las arcadias. Esta estética colorida y evocadora contrasta con una serie de eventos sin resolver que marcaron a las protagonistas y que sirve como motor para mantenernos enganchados.
Entre la amistad y la ira
A lo largo de las 25 escenas que componen la primera parte, “Bloom”, la trama viaja constantemente entre pasado y presente, dándonos pistas fragmentadas que mentalmente vamos armando. Esta técnica impregna al juego de un delicioso suspenso que empuja giros narrativos ciertamente inesperados, gracias a que constantemente nos orilla a crear teorías, para después desviarnos hacia otro camino. Todo esto mientras despierta en los gamers que crecieron en los 90 una nostalgia pura gracias a un diseño de producción meticulosamente cuidado evocando con precisión dicha década.
Por su parte, “Rage” se conforma de 19 capítulos que parten de las decisiones elegidas en “Bloom” y que, por salud de la trama, es mejor que cada uno descubra su desarrollo. Como es fácil suponer, no existen cambios radicales en cuanto a la jugabilidad; meramente extiende la historia, aunque ciertamente puede sentirse un tanto brusca. Al contar con menos capítulos, la segunda cinta se termina más rápido que la primera, pero también cuenta con una importante cantidad de secretos para invitarnos a regresar e investigar hasta el último rincón de cada escenario.
Exploración profunda y decisiones fundamentales
El gameplay “Lost Records: Bloom & Rage” se apega a lo que tan bien le ha funcionado a DON'T NOD, por lo que debemos explorar, interactuar y tomar decisiones que influyen sutilmente en el curso de los acontecimientos bajo una narrativa guiada que premia la atención al detalle. Sin embargo, este juego propone novedades que le dan frescura al gameplay y que funcionan para adentrarnos más en el contexto. El más notable es la videocámara, un dispositivo clave que nos permite grabar escenas, crear tomas, almacenarlas e incluso editarlas. Este recurso, además de ser una mecánica funcional, se convierte en una metáfora sobre cómo construimos y almacenamos nuestros recuerdos, sobre todo al presentar un filtro que evoca las cintas de video de antaño; no obstante, hay ocasiones en que podemos olvidarnos por completo que cargamos con ella.
La videocámara tiene memoria finita, obligándonos a administrar qué grabamos y qué no. Algunas tomas son necesarias para avanzar en la historia, mientras que otras son opcionales y nos regalan momentos íntimos y hasta cómicos. Los objetivos suelen ser precisos, pero generalmente se nos otorga libertad para examinar a fondo el entorno antes de avanzar; este equilibrio entre lo obligatorio y lo opcional enriquece la exploración, permitiendo que extendamos más la vida del juego tanto como queramos. De tal forma, podemos revisar cada rincón antes de completar el objetivo principal, sin olvidar lo importante que es observar con paciencia, lo que también permite resolver uno que otro puzzle.
Los escenarios, plagados de detalles, están diseñados para mantenernos por varios minutos revisando entre sus objetos, apoyándonos de una útil linterna, pero también existen lugares específicos para meramente sentarnos a descansar y escuchar uno de los tantos temas musicales mientras contemplamos cambios de cámara. Cabe acotar que, ahora, al interactuar con los objetos delatamos nuestra acción con mayor facilidad y esto se evidencia aún más con efectos de sonido, volviéndose una experiencia más genuina. Aquí también cabe mencionar que los diálogos usan un sistema dinámico por lo que las opciones se actualizan según la conversación y de acuerdo con nuestra observación del entorno, lo que evita respuestas incongruentes.
Nostalgia noventera
Visualmente, “Lost Records: Bloom & Rage” sabe cómo transportarnos a los 90 y contrastarlo con el presente de la historia, siempre manteniendo su distintivo estilo visual tipo acuarela para el renderizado de los escenarios y personajes que ayuda a generar una conexión emocional con el gamer; si de por sí es común sentir cierta nostalgia, este título supera todas las expectativas añadiendo filtros y elementos que a muchos transportan invariablemente a la niñez. Si bien la dirección artística es evocadora, se perciben algunos problemas técnicos como popping y clipping.
Además de poder grabar prácticamente todo con la videocámara y poder hacer nuestras propias ediciones de video, el juego también cuenta con un modo foto que se convierte en una auténtica joya al ofrecer una amplia variedad de filtros y marcos que invitan a la experimentación y a la creación de imágenes únicas, desde fotos instantáneas, cintas VHS, cartuchos de videojuegos y portadas de revistas. Las transiciones entre escenas están consistentemente acompañadas del característico ruido de cinta VHS, reforzando la inmersión en la atmósfera noventera.
El diseño de audio de “Lost Records: Bloom & Rage” es tan sutil como efectivo. La grandiosa banda sonora oscila entre baladas pop noventeras y ambientes etéreos que marcan los estados emocionales de los personajes. Es una selección sonora perfectamente curada, que nunca interrumpe y siempre acompaña. Pero lo que destaca verdaderamente es el uso del sonido en la atmósfera netamente inmersiva. Las voces en inglés cumplen con creces; también se incluye doblaje francés, mientras que todos los textos en pantalla están localizados al español, inglés, alemán, francés, italiano, portugués, japonés, chino y ruso.
Fórmula perfeccionada
Con “Lost Records: Bloom & Rage” es evidente que DON’T NOD ha perfeccionado su enfoque en las aventuras narrativas, partiendo de una premisa cotidiana, como lo es un paseo por el campo, que pueden derivar en un thriller de terror psicológico intrigante. Además, destaca por el manejo de la inclusión de forma natural dado cada personaje está diseñado para reflejar diferentes perspectivas culturales, de género y emocionales, pero sin recurrir al estereotipo; sin embargo, también es cierto que puede jugar en contra ante una sociedad que está cada vez más predispuesta y cansada de ciertos manejos en la industria.
La estructura episódica con resúmenes de decisiones y relaciones con los personajes al final de cada capítulo es un recurso que funciona como guía emocional y narrativa para el jugador, recordando cómo cada elección pesa más allá del instante. Esto fomenta la rejugabilidad, permitiendo descubrir nuevas perspectivas en cada partida gracias a la complejidad de los personajes y a una trama llena de misterio, ofreciendo más oportunidad para conseguir todos los objetos o bien modificar las elecciones.
“Lost Records: Bloom & Rage” ya está disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC.
Detalles de Lost Records: Bloom & Rage
Distribuidor |
DON’T NOD |
Desarrollador |
DON’T NOD |
Género |
Aventura Narrativa |
Plataformas |
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Duración aproximada |
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Idiomas en audio |
Inglés |
Idiomas en texto |
Español, Inglés |
Modo en línea |
No |
Jugadores locales |
1 |
Jugadores en línea |
– |
ESRB |
Mature 17+ |
Fecha de lanzamiento |
18 de febrero de 2025 |
Precio |
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Pros y Contras de Lost Records: Bloom & Rage
Pros |
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Contras |
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8.3/10 |
Reseñado en: PlayStation 5 gracias a un código otorgado por DON’T NOD.