Reseña: “Ligthyear”

: Erick Moreno; 15 Junio 2022

Reseña: “Ligthyear”

Imágenes: Cortesía Disney·Pixar

Video: Cortesía Disney·Pixar

Ahora es posible conocer la historia que cautivó a Andy a los 7 años y que le llevó a soñar con viajar “Al infinito y más allá” a través de las proezas de su héroe Buzz en la cinta “Ligthyear”.

“Ligthyear” maneja muy bien la información conocida sobre los viajes espaciales, el tiempo, el espacio y la velocidad cercana a la de la luz que sirve de pretexto para desarrollar toda la temática de esta nueva cinta que entretiene con su animación, el humor que manejan, los lazos afectivos que generan y la inclusión de nuevos personajes que se harán entrañables.

La psicología de los personajes juega un papel muy importante en “Ligthyear” así como la de la inteligencia artificial, que permiten recrear una secuencia de condicionantes que se entretejen para generar el choque de personalidades y crear distintos escenarios y posibilidades cuánticas que darán sentido a la toma de decisiones de los protagonistas y que enseñan a observar cómo es que los sucesos de la vida de hecho transforman o en su defecto establecen parámetros psíquicos inamovibles llevando a las personas a la necedad y a la testarudez.

“Ligthyear” permite jugar mucho con la posibilidad del viaje en el tiempo y de poder extender el tiempo de vida al viajar a mayor velocidad en el espacio-tiempo y mirar la diferencia del impacto de éste en las vidas de quienes no realizan dicho viaje. Es una película animada que escenifica lo que los científicos han teorizado y que además refuerza los análisis psicológicos sobre el comportamiento, las neurosis, el falso sentido del deber, la obstinación y el sentimiento de culpa que determina el comportamiento e impacta en el entorno social.

Definitivamente, el personaje principal en “Ligthyear” no se asemeja al Buzz que pertenece a la saga de “Toy Story” que generaciones enteras conocen, lo que puede confundir a algunas mentes, pero hay que entender que este personaje es una especie de alter ego del que se desprende la emulación del muñeco de Andy, quien cree ser el verdadero e intenta actuar de la misma forma en que el personaje de esta nueva cinta lo hace.

Pero estos dos homónimos no son tan distintos entre sí, pues guardan una afinidad muy peculiar en cuanto a los lazos afectivos se refiere, al igual que sobre los enlaces familiares y de trabajo en equipo que aprenden a desarrollar conforme la vida les brinda la oportunidad de tener comunión con grupos de personas con las que, en apariencia, no hay similitudes o que inclusive pareciera no ofrecen nada positivo, sino una carga, responsabilidad o un estorbo que impedirá a la mente neurótica lograr su esclavizada actitud de querer controlar todo y la de ser reconocida como sobresaliente por encima de la de los demás.

“Ligthyear” es una buena excusa para indagar sobre lo efímero del tiempo y para reflexionar sobre los propios propósitos de vida, los sentimientos de culpa, las responsabilidades y la dirección de nuestro propio andar, así como del pasado que determina nuestras actitudes y reacciones ante los sucesos de la vida, que pueden estar llevándonos no a nuestro éxito ni al bien común, sino “más allá” de donde deberíamos ir, por lo que se podría estar a tiempo de corregir el curso de nuestra nave para encauzar nuestro camino y con ello, nuestro destino.