Reseña: “Gladiador II”

: Erick Moreno; 14 Noviembre 2024

Reseña: “Gladiador II”

Imágenes: Cortesía Paramount Pictures

Con el estreno de “Gladiador II”, llega a las salas de cine una de las mejores secuelas de una película, demostrando que se puede sacar mucho partido de una buena historia.

Cumpliendo con todas las expectativas y sumando datos de relevancia, “Gladiador II” saca provecho de una gran historia con tintes biográficos. Está diseñada para entretener y cautivar la atención en un desglose de escenas que remiten mucho a la fórmula de la primera entrega, pero que, en definitiva, la supera al exprimir vastamente a los personajes apoyándose en un estupendo aprovechamiento de los efectos especiales y, desde luego, de magistrales actuaciones.

16 años después de lo acontecido con Maximus, Hanno, un joven patriota de una ciudad, lidera la defensa de esa tierra contra la invasión romana; sin embargo, prontamente le arrebatan la vida a su esposa, encendiendo el coraje de un guerrero con sangre de héroe. Después de ser vencido por el Imperio Romano, Hanno termina convirtiéndose en un gladiador más que va a entretener a las multitudes romanas que ahora han sucumbido ante el abuso de poder y los excéntricos excesos de sus gobernantes, un par de hermanos con severos trastornos mentales de quienes, cuenta la leyenda, fueron amamantados por una loba.

En “Gladiador II” vemos discurrir un argumento semejante a la de la primera cinta, despertando nostalgia en el espectador quien pudiera tener una idea de repetición fiel de aquella exitosa primera película. Pero la vorágine de situaciones y escenas de lucha excelentemente bien logradas van preparando el terreno para hacer estallar los sentidos del público sin dar crédito a lo que se ve en pantalla. Todo esto con escenas de lucha realistas e impactantes, llenas de colorido y justificación que provoca una sensación de estar en el mismísimo Coliseo Romano atestiguando grandes combates.

Desde luego que la película se da licencia de alterar las historias biográficas tanto como sea necesario para entretener y sorprender al espectador al grado de incluir sucesos totalmente inverosímiles como sucede con la pelea de dos navíos dentro de un coliseo lleno de agua y con enormes tiburones como depredadores de gladiadores. Pese a este tipo de escenas, en nada se demerita la historia, ni mucho menos quita el ojo de lo que es verdaderamente relevante en ella.

“Gladiador II” resalta los aspectos nefastos y viles de los gobernadores dementes que llevan a todo un imperio a la decadencia, pero también se exponen las virtudes contrarias a las bajezas del comportamiento de los líderes, exaltando el honor, el valor y la fortaleza inquebrantable que vimos en la anterior película y que aquí llega a su máximo esplendor, sobre todo cuando cada personaje se comienza a desarrollar vertiginosamente, hasta alcanzar un clímax y desenlace sobresalientes que en nada hacen resentir las más de dos horas de duración de esta película.

Por supuesto, “Gladiador II” está sostenida por excepcionales actuaciones de entre las que se destaca Pedro Pascual tiene una serie de escenas sublimes en el que se le ve caminar no solo como un tremendo gladiador y dirigente del ejército más poderoso del mundo, sino como todo un mandaloriano pues, en los momentos de mayor tensión de su personaje, logra transmitir una templanza y un arrojo viril que denota el desarrollo de fortaleza y la falta de temor que solo un verdadero líder puede tener.

A su vez, vemos a un Denzel Washington que hace de su personaje algo fantástico al darle relevancia tempranamente, aunque parezca que no la tiene, para luego cerrar con un crecimiento del mismo como antagonista, quedándose con el foco central del argumento entorno a quien va a girar la historia sin que se pierda la oportunidad de apelar a la nostalgia y sin que se convierta en tijerazos sin sentido, logrando amalgamar todos los elementos para cumplir con los fans sin perjudicar a la historia.