Reseña: “Ritual Maldito”

: Erick Moreno; 12 Diciembre 2024

Reseña: “Ritual Maldito”

Imágenes: Cortesía Dark Side Distribution

“Ritual Maldito” llega a las salas de cine para contar una singular historia acontecido en 1989, en una noche tranquila de verano.

“The Djinn” es el nombre original de la película que relata la historia de Dylan, un joven que está imposibilitado para hablar, pero que sueña con tener voz, sobre todo después de que le han leído la historia de “Pinocho”, misma que lo anima a soñar con la posibilidad de pedir un deseo que se convierta en realidad para así sentir que es más normal, casi como cualquier persona.

El joven encuentra ‘El Libro de las Sombras’ en el que hay una sección con deseos que exigen una ofrenda, lo que marca el momento decisivo dentro de la historia. Desde luego, la mente de un niño es frágil e impresionable, así que desea ver qué sucede si realiza un ritual que ha leído en dicho libro de magia negra. Dylan comienza a hacer los cambios necesarios en casa y espera la hora exacta para realizar el encantamiento, sin saber que su deseo le traerá graves problemas a niveles insospechados.

La película cuenta con una atmósfera en la que se entreteje el mundo real con el mundo paranormal, envolviéndose con una música precisa para generar esa inmersión al mundo espiritual en el que el protagonista incursiona tras haber realizado el ritual maldito. Destaca que el propio arranque de la trama permite que la sensación de la presencia del mal se haga presente en la sala de cine.

Los sucesos paranormales comienzan a suceder muy pronto en el entorno del chico, en medio de sonidos estridentes y la profundidad de las cuerdas graves que remiten a algo profundo y malvado, contrastando con sonidos de aparatos domésticos que comienzan a funcionar sin explicación alguna.

Ezra Dewey interpreta adecuadamente a Dylan Jacobs, el pobre joven que queda atrapado en su propio departamento por fuerzas malignas, mientras la película sabe definir el ámbito espiritual aprovechando los recursos de cine para hacer de esta historia una narrativa entretenida, cruel y, en cierto modo, espeluznante al enfrentar a un joven contra el mal, aprovechando en el personaje la herida y el dolor de su pasado.

La parte más aceptable de la película es la sección en donde ponen a prueba a Dylan para lograr ganarse el derecho de que le cumplan el deseo; sin embargo, el final se torna un tanto predecible y falto de impacto, aunque simbólico y entendible dentro del área de lo espiritual en donde no hay bienestar absoluto para aquellos que se meten con fuerzas que no comprenden.