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Con tintes de crítica social y política, “Mátalos suavemente” llega a las pantallas de cine protagonizada por Brad Pitt.
Los juegos de azar siempre han sido referenciados con el crimen organizado, por lo que el orden siempre pende de armas y amenazas. Markie Trattman (Ray Liotta) confiesa haber estado involucrado con un robo que paralizó momentáneamente el negocio y, poco tiempo después, un nuevo atraco se lleva a cabo, por lo que inmediato las miradas se posan en Markie, pese a que asegura no tener nada que ver con este nuevo atentado contra su economía.
Jackie (Brad Pitt) es contratado para poner orden en este turbio negocio, donde desde luego los intereses personales quedan exhibidos, pasando por las drogas y demás simbolismos característicos. Así, con poco remordimiento, Jackie se dispone a cobrar factura a aquellos que han estado involucrados con el disturbio que hizo temer por el dinero de los más poderosos. Desde luego, Jackie también verá por sus propios intereses y no dudará jalar el gatillo por aquello que le dé mejores frutos.
Con un ritmo semilento, la película muestra un poco sobre lo que se mueve en algunos negocios criminales. Si bien pocos son los diálogos que sobresalen, estos logran ser estrictamente contundentes al grado de dejar muy en claro que el principal negocio es la política, mostrando que un país como tal es negocio, lo cual se repite con cada nación, cuyos empleados son los ciudadanos que, con su menospreciado trabajo, mantienen a los más poderosos.
