Imágenes: Erick Moreno
Un centenar de comunidades de artistas, pueblos originarios, académicos, especialistas y sociedad civil exigieron al gobierno mexicano modificar las obras del tramo 5 (Cancún-Tulum) del Tren Maya, con el fin de detener la destrucción irreversible de la Selva Maya, sus cenotes, flora, fauna y ríos subterráneos.
Una práctica ciudadana ejemplar, culta y coherente es la de estar enterados y hacer conciencia sobre los efectos climáticos y sobre el impacto que tiene en nuestro medio ambiente cada proyecto social sobre todo si dichos proyectos no están debidamente certificados y cumpliendo las normas de seguridad y planificación que por ley se debe cubrir, esta actitud da ejemplo a la juventud y a la niñez de no permitir ni tolerar más los abusos de las autoridades o de empresas que buscan lucrar con los bienes naturales que son la riqueza de nuestro país México y nuestra responsabilidad.
Es por lo anterior que en la CDMX el 22 de marzo de 2022 se dio arranque a la Campaña Nacional de Concientización Ciudadana para Salvar la Selva y el Agua, advirtiendo que la construcción de la nueva ruta fragmentará, va a deforestar y a afectar a la fauna que son los últimos bastiones de selva que quedan en México; además de que causará mayor pobreza y aislará a muchas poblaciones, por lo menos durante las próximas cinco décadas y por si lo anterior fuera poco, también se han saltado procedimientos y han incumplido con el diálogo y la gestión de los pueblos originarios que son los guardianes de dichas tierras y que deben ser respetados y considerados teniendo de ellos la aceptación del proyecto si así lo consideran ellos.
Aprovechando el marco del Día Internacional del Agua es que se ha hecho alerta de que las obras impactarán a los acuíferos subterráneos, de los que depende la biodiversidad, la agricultura y varios servicios ecosistémicos, como el control de plagas y patógenos, la dispersión de semillas y la polinización, y la conectividad de selva-humedal-laguna-costa-arrecifes cambiando en breves años la belleza de toda la costa e impactando de manera terrible a la historia, el patrimonio y la belleza natural que será depredada para colocar construcciones inútiles, sin vida y carente de sentido real de aprovechamiento y beneficio para las comunidades y ni para el comercio o la economía.
En rueda de prensa, realizada en el Huerto Roma Verde de la ciudad de México, denunciaron que los trabajos de construcción del tramo 5 del Tren Maya se iniciaron sin estudios de impacto ambiental, geofísicos ni de reubicación de flora y fauna; por lo que llamaron a la sociedad mexicana y a la comunidad internacional a defender este patrimonio biocultural y subterráneo, único en el mundo subrayando que no están en contra del avance, progreso y conexión de los destinos turísticos del país, dejando en claro que no son adversarios del actual gobierno: “Somos mexicanas y mexicanos conscientes de la ecología y comprometidos con nuestra nación, como lo demuestran décadas de lucha para contribuir con un México mejor”, enfatizaron.
Entre los participantes en el arranque de la campaña, estuvieron Roberto Rojo, de “Círculo Espeleológico del Mayab”; Raúl Padilla, de “Jaguar Wildelife Center”; Otto Van Bertrab, de “Centinelas del Agua”; el arqueólogo Miguel Covarrubias; Gemma Santana, de “Voto X El Clima”; y Tania Ramírez, de “Siempre Unidas”.
La Selva Maya es una de las últimas regiones saludables de México, con 114 especies de mamíferos terrestres (entre ellas el jaguar), de las cuales más del 46% depende directamente de las cuevas y cenotes para su refugio y abastecimiento. De estas 114 especies, cerca de 54 son murciélagos. La selva en Quintana Roo cuenta con 1,492 especies de plantas vasculares, 810 especies de hongos, 483 especies de aves, 106 especies de reptiles, 22 especies de anfibios, 89 especies de peces dulceacuícolas y una gran cantidad de fauna endémica de ambientes subterráneos, con algunas especies en peligro de extinción, protegidas por las normas nacionales e internacionales, como la anguila ciega.
Los ríos subterráneos son delicados ecosistemas que contienen especies adaptadas a la vida en la oscuridad total, la gran mayoría endémicas y algunas de ellas gravemente amenazadas. Esta agua que aparece en resurgencias en la zona de la costa tiene las características específicas para que el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), la segunda barrera más grande del mundo después de la australiana, pueda subsistir.
Todo lo que les suceda a los sistemas subterráneos de Quintana Roo, impactará de manera directa a todo el mar Caribe y tendrá afectaciones ecosistémicas, estructurales, a la salud, a la biodiversidad, a la economía y a la población.