Imágenes: Eder Quintero
Llegó al Auditorio nacional el concierto más divertido de todos, bajo la batuta de Bugs Bunny y sus amigos para ofrecer música escolástica a chicos y grandes: “Bugs Bunny at the Symphony”.
“Bugs Bunny at the Symphony” abrió con la sensacional obra “El Barbero de Sevilla” con la que la multitud quedó cautivada al percibir las texturas sonoras de la orquesta que definió el carácter del concierto desde el primer momento para acercar a los más jóvenes al mundo de la música académica (mal llamada música clásica).
Las pantallas gigantes enmarcaron los momentos más emblemáticos en el que Bugs y unos pocos personajes más entretuvieron a millones de personas durante tantas décadas. En esta ocasión, se recordó el momento en el que este conejo osado dirige la orquesta, pues se descubre, porque así lo va narrando el mismo conejo, que fue un bebé talentoso. También hicieron su participación Elmer y otros personajes en eternas rivalidades como el Coyote y el Correcaminos, así como Porky y Lucas.
Dentro de las piezas musicales más emblemáticas en las oberturas de algunos capítulos, la orquesta ejecutó el magnánimo Concierto de Tchaikovsky mientras vimos a otro personaje tímido y desaliñado como director de orquesta, casi como un recurrente recurso para invitar a la juventud a acercarse a este género artístico y, por qué no, invitar a que estudie música o dirección orquestal.
Strauss no se hizo esperar cuando tocó el turno de sus famosos valses, como “Bosques de Viena” donde vemos al conejo ser perseguido al bailar su vals junto a un cazador y su perro, exponiendo gráficamente una violencia atroz con tonos dulces, humorísticos e irónicos que, desde luego, generan en la población un doble mensaje que da como resultado una doble moral y el resquebrajamiento de la delgada línea entre lo correcto y lo inapropiado.
Sin lugar a duda, uno de los valses más usados por la Warner Bros. es “El Danubio Azul”. La animación mostró a un pato lucas bebé, recordando la historia del patito feo nadando en un lago mientras sigue a una familia de cisnes que son acechados por un ave rapaz, en un capítulo en el que se muestra la atrocidad del mundo animal y de su penosa supervivencia.
También vemos al conejo más querido de los dibujos animados en otra de sus facetas como músico al verle tocar el banjo mientras que un cantante de ópera nos recuerda a ‘Fígaro’ y entabla otra vez una violenta actitud contra el conejo, únicamente porque el ruido de su música popular no le deja ensayar a su gusto. Posteriormente, se ve violentado en pleno concierto por el mismo Bugs disfrazado del gran director orquestal Leopold en un cartoon que todos recuerdan.
Y Llegaron las sentidas palabras por parte del director George Daugherty: “Esta noche celebramos muchas cosas y quiero decirles que es maravilloso estar en México en estas fechas celebrando el Día de Muertos. También celebramos 100 años de Warner y sus caricaturas de Looney Tunes y la increíble música que fue escrita para dar vida a estas fantásticas caricaturas. He pasado una maravillosa semana haciendo música con esta maravillosa orquesta que tengo tras de mí”, dijo efusivo.
“Es maravilloso pensar que, con esta orquesta, fortalecemos la amistad entre México y Estados Unidos”, continuó el director al tiempo que recordaba cuando era niño y veía estas caricaturas los sábados por la mañana, sentado frente al televisor, y escuchaba esta maravillosa música que hoy interpreta con los arreglos originales que fueron compuestos para estas caricaturas y con obras de los grandes compositores de la música académica.
Muchas de estas caricaturas son de 60 o 70 años atrás, pero como regalo al público, presentaron cuatro caricaturas inéditas, como un segmento de protagonizado por Lucas y Porky, quien intenta colocar cemento en un piso público, siendo impedido por el pato impertinente. Posteriormente se presentaron tres más centrándose en la eterna persecución del Coyote al inalcanzable Correcaminos; lo mejor es que fueron en 3D. Tampoco podía faltar aquel icónico corto con la rana cantante que nunca pudo hacer millonario a su dueño.
“Rabbit of Sevilla” se manifestó como una de las piezas claves del concierto, interpretando la música de “El Barbero de Sevilla” previo al intermedio programado para retornar con las últimas palabras del director: “Es maravilloso estar con esta orquesta que nos muestra lo importante que es la música para estas caricaturas; imaginen cómo serían estas caricaturas sin la música, serían muy, muy silenciosas. Warner usó a toda una orquesta para grabar la música para las caricaturas y produjo casi mil caricaturas con su propia música en 50 años”.
El segundo acto inició con las tres nuevas caricaturas del Coyote y el Correcaminos con música del oeste y con la clásica manera de fracasar del depredador sobre una ave tierna e indiferente al peligro. Inmediatamente después se presentó al Pato Lucas con su guitarra realizando algunas parodias para dar paso a un fascinante universo musical dentro del mundo de las partituras con una nota musical borracha que echa a perder la composición del vals más utilizado por la Warner Bros.: “El Danubio Azul”. El concierto concluiría con la ópera de Bugs Bunny y Elmer, interpretando al gran Wagner con el que hicieron un cierre triunfal de este espectáculo audiovisual que cautivó al público de todas las edades que se dieron cita el pasado 5 de noviembre.