Imágenes: Cortesía Consecuencias
El 4 de julio, el Lunario del Auditorio Nacional se transformó en un santuario del romanticismo con Susana Zabaleta, quien entregó su talento con su “Episodio 7: Boleros” ante una audiencia completamente entregada.
Esta noche mágica fue parte del ciclo de conciertos bimensuales que la soprano ha estado presentando desde 2023 para conmemorar dos décadas de brillante trayectoria en este icónico recinto.
Un Repertorio Variado y Emocionante
Cada uno de estos conciertos ha sido un evento único, con un repertorio especialmente seleccionado que ha abarcado desde el cabaret y lo mejor de Broadway, hasta la música regional mexicana, los autores españoles, la música tropical y el rock pop. Susana Zabaleta ha demostrado su versatilidad y talento, conquistando corazones y dejando una marca imborrable en cada presentación.
La velada comenzó con una desafiante Susana Zabaleta ceñida con un espectacular top negro y una vaporosa falda blanca ensamblada con tres pisos de vuelos, deleitando con su interpretación de “La Tirana”, anticipando lo que vendría. Acompañada por su excepcional banda de músicos, bajo la dirección magistral de Marco Morel, continuó la noche con “Veneno” —que dedicó a su hija, Elisabetha Gruener, presente entre el público— y el apasionante tema “Voy”, transformando la atmósfera del Lunario en un paraíso musical.
La inolvidable interpretación del clásico bolero puertorriqueño “Qué Sabes Tú” envolvió a los 500 asistentes en un abrazo sonoro, seguido de las vibrantes “Tú Me Acostumbraste” y “Amor No Fumes En La Cama”, que tocaron cada fibra sensible de los presentes.
Uno de los clímax emocionales llegó con “Escándalo”, de Rafael Cárdenas y Rubén Fuentes, que desató una inmediata ovación. El nivel interpretativo alcanzó nuevas alturas con “Pecado Mortal”, de Doris Aghian. De pronto, un melancólico piano tocó una introducción, en tanto el escenario se sumergía en un nocturno color rojo; una vez que concluyó el piano, una solitaria trompeta barritaba y alfombraba con sus notas el paso a Kumbala, recreada de manera insuperable por “La Zabaleta” quien dio la bienvenida y dejó su escenario a los invitados especiales de la noche: el cuarteto yucateco Los Juglares, que rindieron tributo a Vicente Fernández con un popurrí con los éxitos “Hermoso Cariño”, “El Rey”, “De Qué Manera Te Olvido”, “Volver, Volver”, y “La Ley del Monte”, recordando también a Juan Gabriel con “Caray” y “La Frontera”.
Portando un vestido blanco con transparencias de pedrería, la anfitriona de la noche regresó al escenario y recordó junto con sus invitados divertidas anécdotas con Armando Manzanero, quien los presentó a la soprano con el cuarteto en Mérida. El ritmo continuó con el éxito internacional “Quién Será”, de Pablo Beltrán Ruiz y Luis Demetrio, seguido por “Aunque No Sea Conmigo” y “Luz de Luna”, de Álvaro Carrillo. A estas alturas, el público estaba rendido ante la destreza vocal e interpretativa de Susana Zabaleta, quien aún tenía más sorpresas bajo la manga.
Cabe señalar que parte de los toques distintivos de la noche fue la lectura de poemas que hizo Susana Zabaleta entre ciertas canciones, grandes textos de los autores como Mario Benedetti, Jaime Sabines, Eduardo Galeano y Emily Dickinson.
La noche culminó con las interpretaciones de “Algo Contigo”, “Para Que Sepas”, “Cariñito Azucarado”, “Vete de Mí”, y “Nos Hizo Falta Tiempo”, y dos grandes obras de Consuelo Velázquez: “Cachito”, y “Bésame Mucho”. La insistencia del público por más fue imparable, lo que llevó a Susana Zabaleta de vuelta al escenario, poniendo de pie a toda la concurrencia, para un grandioso cierre con “Macumba”, dejando a todos con el corazón lleno y el alma vibrando.
Así, el Lunario del Auditorio Nacional vivió una noche donde el talento, la pasión y la música se fusionaron para crear una experiencia espectacular e inolvidable, confirmando por qué Susana Zabaleta es una de las show-woman más versátiles y apasionantes de nuestra época.