Décadas de cabarets, teatros, centros nocturnos y salones de baile ahora son sólo recuerdos en la memoria colectiva de esta vibrante metrópolis, con unos pocos sobrevivientes que se pueden contar con los dedos de una mano. Entre estos, destaca La Maraka, cuya historia comenzó hace 69 años, el 28 de enero de 1955, como el Salón Maxime.