Imágenes: Cortesía Sony Music
El ícono global de la música, Carlos Vives presenta “Cumbiana II”. Este nuevo álbum producción, aunque trabaja con las matrices de las músicas tradicionales de las culturas anfibias de Colombia, al igual que “Cumbiana I”, está lejos de ser un álbum típicamente tradicional.
“Cumbiana II” se grabó entre Colombia, Estados Unidos y Puerto Rico con Carlos Vives, junto a KOGIMAN, dúo conformado por Martín Velilla y el guitarrista Andrés Leal, como productores principales. Además, es el segundo álbum que nace de la exploración expansiva e inédita de Carlos Vives, para hacer música moderna a partir de sonidos percutivos y melódicos de la ancestral Colombia, que está en los orígenes y la evolución de la cumbia, la convergencia de ritmos y culturas que él define simbólicamente como "todo lo que somos".
"En nuestra música no se puede hablar de hacer fusión", dice Vives. "Ya empezó como una fusión, no tomamos el rock de ninguna parte, lo sacamos a partir de electrificar nuestras percusiones originales y de cantar como hablamos".
Vives rastreó los orígenes de la cumbia hasta los humedales ancestrales de Colombia en el río Magdalena, fuente de los ritmos indígenas que luego se fusionarían con los cantos de los esclavos africanos y los sonidos de los instrumentos traídos a América por los colonos españoles, que sufrirían infinitas evoluciones al recorrer las pistas de baile del mundo.
En “Cumbiana II”, su decimoquinto álbum de estudio, Vives encontró un punto de partida conceptual en la mitad del siglo XX, cuando la naciente industria musical llevó por primera vez el sonido grabado de bandas colombianas a las capitales de la industria musical latinoamericana, como México y Argentina, generando un nuevo sonido en estos países y una corriente cumbiera. Los ritmos se combinaron para crear nuevos ritmos, y los desconocidos se convirtieron en amigos.