Reseña: “Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego”

: Eder Quintero; 21 Diciembre 2023

Reseña: “Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego”

Imágenes: Cortesía Netflix

Video: Cortesía Netflix

Con “Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego”, Zack Snyder nos entrega una más de sus propuestas épicas llenas de su poderoso estilo visual, pero con una narrativa fangosa que promete despegar constantemente, pero parece guardar sus mejores argumentos para la segunda parte.

La galaxia Snyder

“Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego” no tarda mucho en mostrarnos el impecable despliegue artístico en pantalla; desde los primeros instantes nos enamora con su espectacular diseño de producción que transpira el estilo de Zack Snyder situándonos en un contexto propio de la ciencia ficción en que se desarrollará la trama. Esto se evidencia particularmente en los escenarios con el evidente apoyo del CGI, mientras que para los personajes se optado por complementarse con vestuario y maquillaje, algo que le da un toque bastante realista.

Durante los primeros minutos de la película, es fácil notar todo lo que se ha dicho sobre “Star Wars”. En efecto, pareciera que estamos en un universo alterno a la saga creada por George Lucas y es que bien podría funcionar como una de las tantas historias alternas que se han creado sobre esta entrañable saga al enfatizar un pueblo sometido por un comando espacial (como si se tratara de un crucero imperial), con la participación de uno que otro robot con dilemas existenciales. No obstante, el color de los personajes y el propio estilo de la historia dista de poder emparejarse con la querida oda galáctica.

Rebeldes con causa

La historia nos presenta precisamente a una colonia de granjeros, cuya vida pacífica se ve amenazada de pronto con la llegada de un ejército que ha aterrizado en el planeta con miras a reabastecerse de comida. Sin miramientos, el Almirante Noble (Ed Skrein) hace notar su superioridad en representación del general de alto rango de Balisarius (Fra Fee) que, a su vez, hace cumplir la ley en el Mundo Madre.

Sabiendo que las opciones de que el pueblo sobreviva, Kora (Sofia Boutella), una joven rebelde, se embarca en una misión a lo largo de diferentes planetas con el fin de reunir a guerreros para combatir al temible regente Balisarius. Desde luego, cada uno de ellos se encuentra enfrentando sus propios problemas, por lo que uno a uno conocemos sus habilidades justo en el momento preciso; esto pudiera haber sido un excelente argumento como foco principal, pero ciertamente se diluye al acelerar el enfrentamiento contra el antagonista, lo cual pudo haberse reservado para la segunda parte y así enfocarse más en forjar una relación entre el grupo de héroes.

Luna menguante

Aunque Kora trata de reflejar delicadeza y fortaleza por igual, lo cierto es que Sofia Boutella carece del mejor carisma por lo que no logra generar el equilibrio adecuado entre rudeza y feminidad, rompiendo la empatía con el público. Por otro lado, los demás personajes gozan de una identidad mucho mejor definida; sin embargo, su pobre desarrollo ocasiona que no alcancen su potencial, y su propósito pierde fuerza al grado de que el espectador difícilmente puede encariñarse con ellos (algo que seguramente podría mejorar en la segunda parte).

“Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego” es una película muy rica audiovisualmente y es que además de los tremendos cuadros que llenan nuestros ojos, también presume un diseño sonoro muy atractivo que arropa todo tipo de acción en pantalla y una música que complementa las intenciones de la trama. Lamentablemente, su ritmo semilento ocasiona que se aletargue constantemente dependiendo de las escenas de acción para volver a despertar la atención.

El estilo de Zack Snyder se percibe en toda la película, pero también es cierto que el polémico director parece haber encontrado una fórmula muy probada y simplemente la trasladó a un concepto propio. No es que genuinamente sea una vil copia, pero sí se percibe como algo que ya se ha visto antes, pero sin alma nueva. Quiere volverse demasiado profunda, pero al final todo queda resuelto de manera superficial; incluso, muy al principio hay elementos y acciones que bien pudieron generar mayor relevancia, pero quedan fácilmente en el olvido, casi como relleno.