Imágenes: Cortesía Star+
Las mujeres están al centro y al frente de “El grito de las mariposas”, la nueva serie exclusiva de Star+ que retrata la vida de Minerva Mirabal (Sandy Hernández), la icónica activista dominicana que, junto a sus hermanas, hizo historia por su resistencia al régimen tiránico de Rafael Trujillo (Luis Alberto García) durante los años 50.
Con una minuciosa reconstrucción de época, la nueva producción presenta un abanico de personajes femeninos (reales y ficticios) que reflejan algunos de los roles de las mujeres en la sociedad dominicana de la época, atravesados por la figura de un dictador y por las limitaciones que enfrentaban a la hora de querer seguir sus vocaciones, ir tras sus deseos auténticos y alcanzar sueños por fuera de los cánones establecidos en aquella época y contexto.
En el marco del Mes de la Mujer, “El grito de las mariposas” invita a las audiencias del mundo a recordar la vida y el legado de Minerva Mirabal y a conocer desde adentro la realidad de algunas mujeres que resuena hasta el día de hoy, pese a las conquistas en materia de equidad de género que se han dado en la región.
En casa y con miedo
“En los años 50 y 60, en la inmensa mayoría de los casos, las mujeres latinoamericanas solían tener su campo de acción limitado a la esfera doméstica y familiar, y ocasionalmente a algún oficio socialmente aceptado como la docencia o la enfermería. Estaban relegadas al papel de esposas y madres, anulando cualquier intención y posibilidad de tener una vida libre e independiente que obedeciese a sus intereses y deseos, y no a los trazados para ellas por los varones”, señala Azucena Rodríguez, quien encabezó el equipo de guionistas de la serie junto a Ricardo Rodríguez y el showrunner Juan Pablo Buscarini. Así vivía Minerva Mirabal en su juventud, dedicada, junto a sus hermanas y su madre, a las tareas del hogar en su finca de la localidad dominicana de Salcedo, donde también se desempeñaba como docente rural.
En combinación con esta realidad, las dominicanas vivían a su vez el régimen de Trujillo. “Trujillo era capaz de ir a los colegios, señalar a sus colaboradores a una niña de 14 o 15 años, para después llevársela a la cama y saciar sus instintos más bajos. Y podía haber casos de padres que estuvieran de acuerdo porque esa situación les generaba algún ascenso social y político, y además el beneplácito del Presidente. Hubo jóvenes, víctimas de este tipo de maltrato que terminaron suicidándose”, señala con crudeza Ricardo Rodríguez, quien junto al resto del equipo de guionistas investigó exhaustivamente el modo de vida durante los años del trujillismo.
Bajo una amenaza subyacente y constante, las mujeres no tenían participación política ninguna, y la gran mayoría ni creía en su capacidad para desempeñarse en ese terreno. En este contexto, Minerva Mirabal fue la primera voz femenina en alzarse, resistir y atreverse a luchar por el cambio.
Minerva: abogacía y activismo
Minerva era curiosa, inteligente y audaz, se interesó por la carrera de abogacía y se propuso ingresar a la universidad, que en ese momento no admitía mujeres.
Tal como se ve en la serie, Mirabal logró un lugar en las aulas con autorización directa de Trujillo, y en 1957 se convirtió en la primera mujer abogada de su país, tras egresar de la Universidad de Santo Domingo. En paralelo a su formación académica, Minerva también rompió barreras en el terreno de la militancia clandestina en contra de la tiranía del régimen, uniéndose, y luego liderando, el Movimiento Revolucionario 14 de junio junto a su esposo, sus hermanas y sus cuñados.
El 25 de noviembre de 1960, tras ser encarcelada en más de una oportunidad, Minerva fue asesinada junto a dos de sus tres hermanas tras una emboscada en la ciudad de Puerto Plata. “El asesinato de las hermanas Mirabal marcó el principio del fin de la dictadura. Trujillo es asesinado el 30 de mayo de 1961. Es decir, menos de 6 meses después de la muerte de las hermanas. Cuando ocurre lo de las Mirabal, ya diversos sectores de la sociedad dominicana entienden que no pueden continuar permitiendo las atrocidades de Trujillo, y es entonces que se planifica su aniquilación, su eliminación física”, explica el historiador y escritor dominicano Michael Curiel Méndez, quien se desempeñó como asesor de la serie.
El trágico final de las Mirabal no solo precipitó la caída del dictador, sino que puso el foco en el singular lugar que ocupó la activista en la sociedad dominicana del momento y el legado único que dejó. 39 años después de aquel acontecimiento trágico, la ONU proclamó el 25 de noviembre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, en honor a las Mirabal y su legado como figuras emblemáticas de lucha por la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Arantxa y el precio de un sueño
Así como Minerva representa en la serie la cara rebelde y audaz que hace frente al régimen trujillista, el personaje de Arantxa Oyamburu (Susana Abaitua), amiga de Minerva, revela la otra faz de las mujeres en la dictadura: la de aquellas que sufrieron su violencia atroz desde adentro.
En la historia, Arantxa es una joven española apasionada de la danza clásica que a temprana edad se ve tentada por las mieles de la vida artística cuando Trujillo le ofrece un lugar sobre el escenario del cabaré más importante del país, a cargo de su hermano ‘Petán’ Trujillo. A cambio, claro está, Arantxa debe estar en cuerpo y alma a disposición del mandatario. “Lo único que quiere es bailar y cree que puede contra un régimen, un dictador… y paga el precio de ser mujer”, señala la actriz Susana Abaitua.
“Arantxa como tal no existió, pero ella representa las mujeres del régimen que fueron abusadas y sufrieron toda esa violencia”, concluye Sandy Hernández.
Las mariposas y un feminismo vigente
Con Minerva a la cabeza, las hermanas Mirabal alzaron sus voces únicas y fueron pioneras, disruptivas y valientes. “Las Mariposas representan ese referente imprescindible para demostrar que las mujeres pueden y deben oponerse a los varones que las humillan, las desprecian, las maltratan e incluso, las matan. Y que, a pesar, de que ellas cayesen, su muerte, es decir su lucha, fue de tal importancia que supuso el principio del fin del dictador”, comenta Azucena Rodríguez.
A 62 años de su trágica muerte, Minerva y sus hermanas siguen siendo íconos del feminismo latinoamericano y universal. “Éste es un aspecto a destacar de la serie, la lucha que describe, por desgracia, sigue siendo necesaria en todo el mundo”, señala la guionista.
“El grito de las mariposas” ya está disponible con todos sus episodios, exclusivamente en Star+ y aquí puedes encontrar nuestra crítica.