Imágenes: Cortesía Disney+
“Morir de placer” llega a Disney+ abordando temas complejos como el cáncer terminal y la sexualidad femenina desde una perspectiva provocadora. Protagonizada por Michelle Williams y Jenny Slate, esta producción busca romper tabúes en los momentos más difíciles, pero su ejecución puede generar opiniones divididas.
Un viaje entre lo provocativo y lo insensible
Basada en el podcast “Dying for Sex” de Wondery y Nikki Boyer, la serie narra la historia de Molly Kochan (Michelle Williams), quien, tras ser diagnosticada con cáncer en estadio 4, decide abandonar a su esposo y lanzarse a un viaje de autodescubrimiento sexual, apoyada incondicionalmente por su amiga Nikki (Jenny Slate). Aunque la premisa promete una narrativa emotiva, la ejecución se ve afectada por un tono que oscila entre el humor negro e incluso la insensibilidad debido a una sucesión de situaciones incómodas y repetitivas.
Las creadoras de la serie, Kim Rosenstock y Elizabeth Meriwether, son conocidas por su humor ácido; sin embargo, éste no siempre acierta. En su flagrante intento por romper esquemas, llega a resultar insensible para algunos espectadores, particularmente para quienes pueden estar cercanos a un padecimiento semejante. De hecho, la conexión emocional es casi inexistente ya que se diluye en momentos meramente anecdóticos. Cada episodio presenta situaciones burdas que terminan banalizando el proceso de duelo, al centrarse más en lo grotesco y lo incómodamente cómico que en la humanidad de sus personajes.
Desequilibrio narrativo
Aunque Molly es interpretada con sobriedad por Williams, no se convierte en el personaje conmovedor que dictaría su situación, reduciéndose a una caricatura de “mujer liberada”, sin llegar a una exploración humana y profunda de sus deseos. A su vez, Jenny Slate aporta algunos momentos genuinos, pero, en su mayoría, terminan siendo chistes forzados que evidencian la falta de desarrollo emocional, donde el cáncer es menos un drama humano y más un pretexto para escenas tendiendo a lo irrespetuoso; no vulgar, pero sí insensible.
Dada su propuesta, la serie bien pudo haberse tratado en una película contundente y no en una larga serie de 8 capítulos que, muchas veces, se perciben alargados innecesariamente. “Morir de placer” se asemeja más a una colección de viñetas situacionales con escasa progresión argumental significativa, derivando en un desarrollo insípido. Más allá de la sexualidad, el vínculo humano se presenta desdibujado o superficial en donde las relaciones con médicos, amigos y familiares no alcanzan a construir el puente hacia el público que propone el guion.
Humor negro en la antesala final
Predeciblemente, el último capítulo intenta corregir el rumbo, apelando a la emotividad, pero falla al mantener un tono burlón incluso en momentos cruciales. Destaca, sin embargo, al recurrir a efectos especiales para una libre imaginación de la trascendencia.
Lo que pudo haber sido una exploración valiente y necesaria se convierte en una serie incómoda que arriesga la conexión con el espectador en su intento por desmitificar la imagen de la enfermedad terminal y la sexualidad femenina; entonces, en su afán de ser transgresora, la serie olvida generar empatía. La sensación final es la de una propuesta morbosa, no por su tratamiento de la sexualidad, sino por una cierta insensibilidad en su acercamiento a la enfermedad.
“Morir de placer” estrena con todos sus episodios este 4 de abril.
Detalles de Morir de placer
Título |
Morir de placer |
Título original |
Dying for sex |
País de origen |
Estados Unidos |
Idioma original |
Inglés |
Idioma de Exhibición |
Subtitulada y Doblada al español |
Género |
Drama | Comedia |
Episodios |
8 |
Elenco |
Michelle Williams, Jenny Slate, Rob Delaney |
Estreno en Estados Unidos |
4 de abril de 2025 |
Estreno en México |
4 de abril de 2025 |
Plataformas |
Disney+ |
|
6.2/10 |