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Video: Cortesía Sega
“Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” zarpa con una nueva aventura que lleva la esencia de la franquicia “Yakuza” a aguas desconocidas a través de PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC.
Un pirata sin memoria
La saga “Like a Dragon” (antes conocida como “Yakuza”) nos ha sorprendido con giros inesperados, pero con “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” la excentricidad de la mafia cobra un nuevo significado al situarnos en Hawái y sus cercanías con una historia llena de saqueos, tesoros, así como combates terrestres y marítimos dando como resultado acción y humor con tono experimental aprovechando las situaciones absurdas y emocionantes que la franquicia ha sabido implementar con anterioridad, pero evidentemente bajo un contexto diferente que, sin embargo, se saca un argumento un tanto trillado, pero funcional como excusa.
En “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” tomamos control de Goro Majima quien ha perdido la memoria tras naufragar en una isla desconocida. Ahí conoce al joven Noah quien de inmediato le ofrece ayuda; sin embargo, otros lugareños no son tan amigables y rápidamente debemos enfrentarlos. Posteriormente, Goro, Noah y su encantador tigre cachorro comienzan una aventura por altamar para encontrar tesoros y algunas respuestas que van dando identidad al protagonista y que ya hemos conocido en otras facetas como villano y hasta compañero. Al paso del tiempo, se va sumando nueva tripulación a nuestro navío de la cual podemos elegir hasta cuatro miembros para desembarcar y que funjan de apoyo en las peleas.
Aventura en la playa con tono yakuza
Aunque su estilo es ciertamente más aventurero que en los juegos anteriores, “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” conserva tanto el humor irreverente y como los momentos dramáticos que definen a “Yakuza”. Destaca que los capítulos están divididos como si se tratara de una serie, por lo que es común ver un resumen previo que ayuda a mantener el ritmo, al puro estilo de “Previamente en…”. Adicionalmente, se incluyen flashbacks a eventos pasados de Majima y referencias a juegos anteriores para un muy atinado toque nostálgico. Por cierto, vale la pena mencionar que cuenta con una escena postcréditos y con partida nueva + que nos permite empezar desde el inicio, pero con los datos de la primera partida transferidos.
Con tres niveles de dificultad, “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” sabe combinar una propuesta tradicional Yakuza con una aventura pirata al ponernos al mando de un barco. De tal forma, el juego ofrece una experiencia RPG con momentos de acción beat’em up y exploración en tierra, así como combates marítimos para una experiencia más completa y gratificante, aunque algo repetitiva. En todo caso, podemos desplazarnos libremente por los escenarios, correr, bloquear, esquivar, así como atacar (normal y fuertemente). Cabe mencionar que existe un control asistido con el que las acciones se desatan solo con un botón. Además, aunque tibiamente, saca provecho del DualSense.
Capitán al timón
Como base, Majima domina un estilo llamado Perro Loco al valerse solo de un cuchillo y sus puños para deshacerse de sus enemigos; también podemos recoger algunos objetos y armas para tomar cierta ventaja. Eventualmente, Majima va obteniendo armas y destrezas que le permiten definir otro estilo: Loco de Mar. En este modo, podemos saltar y, para atacar, contamos con dos sables que llenan de vistosidad nuestros ataques al grado de lanzarlos como si fueran un búmeran; además, al paso del tiempo obtenemos una pistola y un garfio para alcanzar lugares originalmente inaccesibles. En fin, el abanico de posibilidades es amplio, pero hay que ser pacientes para tenerlo todo.
Existe un Medidor de Calor que nos permite ejecutar movimientos especiales propios del protagonista así como en combinación con los personajes de apoyo acompañados de espectaculares cinemáticas. Otro medidor, el de Locura, nos permite realizar poderosas invocaciones como sombras (al puro estilo Clones de Sombra) o hasta tiburones. Realmente, los combates son muy dinámicos dejando un buen sabor de boca, sobre todo porque constantemente podemos cambiar de estilos y ejecutar diferentes combos que van enriqueciéndose al desbloquear nuevos movimientos.
Los miembros de la tripulación que elegimos para nuestra visita a las locaciones terrestres resultan igualmente importantes puesto que cada uno pertenece a una “clase”: Atacante, Tanque, Sanador y Tirador. De esta forma, todos van subiendo de nivel de forma independiente mientras que su moral sube y baja de acuerdo con nuestro resultado en los combates teniendo repercusión en su futuro desempeño. Vale la pena consentirlos organizando fiestas para que se den un festín, aunque obviamente necesitamos reunir todo lo necesario.
Me dicen el siete mares
La mayor novedad para la franquicia es la introducción del barco con el que podemos desplazarnos de costa a costa. Controlar el Goromaru (el barco de Majima) y luchar contra otros piratas en batallas navales es sorprendentemente divertido. De tal suerte, podemos dirigirlo, acelerar, frenar (sirve como derrape) y propulsarlo siempre y cuando contemos con gasolina para ello; esta se obtiene fácilmente como ítem regado a lo largo del viaje. Para los enfrentamientos contra otras embarcaciones podemos disparar las metralletas frontalmente cuidando el sobrecalentamiento y disparar los cañones a babor y estribor con municiones contadas y tiempo de recarga. Ciertamente estos combates no son nada del otro mundo, pero sirven para refrescar un poco el desarrollo de juego.
Al navegar, podemos alejarnos del timón para interactuar con a la tripulación, ya sea dándoles órdenes o haciéndoles obsequios y es que vale la pena tener contentos a nuestros fieles seguidores porque sus estadísticas importan en el desenvolvimiento del navío. Incluso podemos darles órdenes para reparar el barco; eso sí, en ese momento quedamos vulnerables a los ataques enemigos ya que nadie está pendiente de las armas por lo que vale la pena soltar una cortina de humo para no ser detectados. Hay algunos enfrentamientos que culminan abordando al barco enemigo para desatar una batalla cuerpo a cuerpo.
Existen zonas de seguridad en las que no se desarrollan combates y estas comúnmente son alrededor de los faros, los cuales también sirven para viajes rápidos, pero hay que desbloquearlos en primera instancia, algo que vale muchísimo la pena porque viajar de un punto a otro puede resultar hasta tedioso después de cierto tiempo. Adicionalmente, podemos personalizar nuestra embarcación con decoraciones que vayamos comprando; obviamente, con dinero in-game, algo que puede llevar mucho tiempo ya que hay otras prioridades.
Todos a tierra
Durante nuestra estancia en tierra, la exploración resulta parte fundamental. Esto es algo que se rescata de títulos anteriores pues para llegar a un punto como objetivo de la historia, debemos caminar por diferentes calles y zonas dentro de un mapa de tamaño medio, al tiempo que encontramos uno que otro ítem regado por todo el escenario. Esto resulta útil conforme más profundizamos en las opciones para obtener recetas y así crear consumibles que beneficien la salud, por ejemplo, y vender aquello nada útil para obtener más dinero.
Si bien los recursos son algo infaltable, no es un punto al que “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” le saque el mayor jugo. De hecho, mucho se puede hacer sin enfrascarse en ello, y eso que incluso nos permite sembrar semillas para luego cosecharlas en los diferentes mapas; incluso en más de una ocasión llegué a olvidar que lo había hecho. Caso contrario a la subida de nivel y los lazos de amistad que vamos logrando con diferentes NPC a lo largo de la campaña ya sea meramente saludándolos o ayudándolos cuando se encuentran en aprietos. Hasta darle de comer a los animales tiene su impacto para tenerlos contentos.
Por supuesto, no podían faltar las misiones secundarias y muchas otras actividades más allá de la historia principal. “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” ofrece una amplísima variedad de opciones para relajarnos de la campaña. En primer lugar, encontramos los encargos que algunos NPC nos van haciendo y que nos pueden valer una buena recompensa. También podemos forjar una mejor relación con nuestros acompañantes principales meramente conversando y no podemos olvidarnos de ir en búsqueda de los 65 tesoros para completar nuestra colección.
Un abanico de posibilidades
Por si fuera poco, existen muchísimos minijuegos: Blackjack, Póker, Koi-Koi, Oicho-kabu, Mahjong, Shogi, Máquina de regalos, Karaoke, Dragon kart, Escuela de formación profesional, Repartos delirantes, In fraganti, Billar, Centro de bateo Bang Bang, Minijuego De cocina: Corta y trocea, y Master System con títulos retro como: Virtua Fighter 3, Virtua Fighter 3tb, Fighting Vipers 2, The Ocean Hunter, SpikeOut Final Edition, SEGA RACING CLASSIC 2 Battle On the Edge y SEGA RACING CLASSIC 2 Power Edition. Lo mejor es que los juegos arcade ya están desbloqueados y disponibles desde el propio menú principal.
Poseer “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” es tener muchos juegos en uno y es que hasta los propios minijuegos subsisten por sí mismos y podemos pasar horas clavados apostando como en un casino, jugando billar, cantando en un karaoke con controles estilo “Guitar Hero” o corriendo en carreras estilo “Mario Kart”, etc.; no obstante, hay otros tantos que, por su origen oriental, pueden ser más complicados de entender. Por otro lado, el agregado de “Virtua Fighter 3tb” con todo y la opción multiplayer le viene de maravilla para ir acercando títulos más “recientes” a un catálogo clásico.
En general, “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” es un título plagado de oportunidades que nos dan muchísimas opciones de acción. Esto se disfruta aún más gracias a los detalles que le acompañan; ejemplo, podemos pedir un taxi encontrándolo durante nuestro camino, haciéndole la parada en un sitio (funciona como viaje rápido) o a través de una app en nuestro smartphone con el que además podemos tomar fotos y guardarlas en la galería, así como de revisar una red social para consultar los vínculos amistosos. Asimismo, podemos montar un scooter para desplazarnos mas rápido o abrir un telescopio en el barco.
Izar las velas
Visualmente, “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” luce con un nivel fotorrealista sin perder el tono característico de la serie “Yakuza”. Los escenarios costeros son vibrantes, aunque algunas texturas podrían ser más detalladas. Las animaciones faciales son buenas, pero los movimientos corporales a veces se sienten rígidos. El popping es mínimo, pero se alcanza a percibir. El juego cuenta detalles plausibles como el personaje subiendo las escaleras escalón por escalón al caminar (esto se pierde al correr o al bajarlas) y se agradece un gore sutil, sin caer en lo grosero.
La posibilidad de cambiar la cámara de primera a tercera persona y viceversa en ciertos casos ayuda a una experiencia más personalizada. Pero si de personalización hablamos, la cantidad de variantes de atuendos y accesorios le dan un toque muy agradable a nuestro pirata. Aunque para ello, como es obvio, hay que gastar dinero y éste lleva su tiempo generarlo, al menos para poder invertirlo en varias cosas de interés, más allá de lo inmediatamente necesario o útil.
El apartado sonoro es sólido. Destaca la presentación de composiciones que mezclan intenciones hawaianas con temas épicos de piratas con la gran curiosidad de incluir hasta un número musical durante la propia campaña y que después podemos replicar en el karaoke. Lo mejor es que hay varios temas de otros juegos que se pueden desbloquear y reproducir durante la aventura principal. Entre tanto, aunque no hace una diferencia profunda, la distribución de sonido es inmersiva, por lo que vale la pena encender el teatro en casa o colocarse los audífonos. Por su parte, el audio de los diálogos puede elegirse en inglés, japonés o chino, siendo el nipón el más recomendable ya que el anglo se escucha algo plano.
Un giro inesperado a la saga
Dada su naturaleza original “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” representaba una apuesta arriesgada, pero que sorprendentemente funciona muy bien; sin embargo, los más puristas pueden extrañar el drama criminal y hasta podrían sentirse un poco perdidos por el giro pirata; aún así, este título incluye las infaltables peleas callejeras, aunque hay que decir que se sienten un poco forzadas dado el contexto. Presentar a Majima en un rol diferente es disfrutable, gracias al humor que inherentemente genera sin olvidarse de los momentos más serios que caracterizan a la franquicia.
Sin duda, “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” es una propuesta fresca dentro de la franquicia, aunque ciertos aspectos podrían haberse pulido más; el caso específico es la historia ya que, aunque entretenida, solo es un mero pretexto para una aventura pirata, desaprovechando la oportunidad de explorar un poco más profundamente a Majima. A causa de esto y a pesar de tener muchísimas actividades en paralelo a la historia principal, podemos caer un poco en la repetición, sin que esto reste interés en seguir adelante.
Con todos los textos localizados al español, inglés, alemán, francés, italiano, portugués, japonés, chino, coreano y ruso, “Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii” ya está disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC.
Detalles de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Distribuidor |
SEGA |
Desarrollador |
Ryu Ga Gotoku Studio |
Género |
RPG | Acción | Exploración |
Plataformas |
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Duración aproximada |
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Idiomas en audio |
Inglés, Japonés |
Idiomas en texto |
Español, Inglés |
Modo en línea |
No |
Jugadores locales |
1 |
Jugadores en línea |
– |
ESRB |
Mature 17+ |
Fecha de lanzamiento |
21 de febrero de 2025 |
Precio |
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Pros y Contras de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Pros |
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Contras |
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8.1/10 |
Reseñado en: PlayStation 5 gracias a un código otorgado por SEGA.
Trailer de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii