Imágenes: Cortesía Lucasfilm | Disney
Video: Cortesía Lucasfilm | Disney
Tras el anuncio de spin-offs cinematográficos del universo de “Star Wars” llegaron las incertidumbres, pero con el estreno del primero, “Rogue One: Una Historia de Star Wars”, podemos estar tranquilos, pues ha cumplido gratamente las expectativas.
Como ya es conocido, “Rogue One: Una historia de Star Wars” se ubica entre el “Episodio III: La Vengaza de los Sith” y el “Episodio IV: Una Nueva Esperanza”, cuando los rebeldes buscan robar los planos de la colosal Estrella de la Muerte. Aunque esto nos revela el andar de la trama y hasta el mismo desenlace, la película logra crear su propio contexto y levanta la mano como una de las entregas más completas de la saga sin que su desarrollo sea forzado, ni se vuelve del todo predecible (por contradictorio que esto parezca).
La historia relata los sucesos que viven los Rebeldes resistiéndose al control del Imperio que ha construido una letal arma capaz de destruir planetas enteros; en esta oportunidad resulta impactante ver lo que ocurre en un planeta durante su destrucción, pues siempre se había visto sólo desde el espacio. Tras ser forzada a ser parte de una misión para encontrar al responsable de la creación de tan amenazante construcción, Jyn Erso (Felicity Jones), junto a su compañero Cassian Andor (Diego Luna), un robot imperial reprogramado (que funge como el acostumbrado personaje pintoresco-cómico de la película) y un puñado de nuevos aliados (de los cuales sale la nueva frase “La Fuerza está conmigo, soy uno con la Fuerza”), descubre que existe una esperanza dentro de los planos de la Estrella de la Muerte para que los rebeldes puedan destruirla.
Desde su primera (cuarta parte, cronológicamente hablando) película, “Star Wars” se ha caracterizado por revolucionar los efectos especiales; muchos años después llegó “Episodio II” con críticas mixtas por usar puro croma, pero es algo que hoy la mayoría de películas del género utiliza. Ciertamente desde “Final Fantasy: El Espíritu en nosotros” en 2001 se anticipaba el uso del CGI para recrear rostros y se reafirmó en “Rápidos y Furiosos 7” tras el fallecimiento de Paul Walker, pero “Rogue One” fue más allá al modelar perfectamente a un par de personajes despertando la nostalgia inmediata y dejando la esperanza de ver algo parecido en los también anunciados spin-offs de Han Solo. Claro, pese a todo, aún hay que mejorar la técnica pues sigue notándose como render de videojuego (de última generación, claro) retocado.
Los demás efectos especiales permiten una fusión magnifica entre lo real y lo inexistente, permitiendo presentar el mundo tan fantástico como lo hemos reimaginado a través del tiempo, pues una vez más podemos apreciar escenarios entrañables. Ver la película en IMAX 3D te da sin lugar a dudas una dimensión más profunda del espacio, pero no es del todo necesario para disfrutar el filme.
Por si fuera poco, existen guiños y apariciones de personajes icónicos sin sentirse forzados, por el contrario caben perfectamente en la secuencia con las trilogías de George Lucas.
En la parte actoral, vale la pena resaltar la digna participación de Diego Luna, pues cumple adecuadamente con su participación. Desde luego, la nominada al Oscar Felicity Jones no tuvo mayores complicaciones en su interpretación, reafirmando sus capacidades en escena. Ambos actores logran una gran química en pantalla permitiendo que el público fácilmente acepte a ambos personajes.
Por otra parte, la música tan emblemática de John Williams vuelve a estar presente de una manera tan sutil e inteligente que recrea todos los pasajes emblemáticos de cada tema y, sin embargo, también logra hacerse de un score propio
Es así como “Rogue One: Una Historia de Star Wars” mantiene la esencia de la franquicia original, mucho más que el contrastante “Episodio VII”. Claro que al centrarse en una historia de los rebeldes (no Jedis) no es una película en donde se presuman demasiado los sables de luz (aunque hay una que otra escena para saciar ese capricho), pero vaya que las secuencias de pistolas láser y naves dejan a cualquiera satisfecho, mientras la historia ejemplifica el valor del sacrificio y lo que se puede lograr cuando se dejan las diferencias e intereses personales a un lado por lograr un bien común.
En conclusión, si bien “Rogue One: Una Historia de Star Wars” es sólo un spin-off, logra salir mejor librada que alguna de las mismas historias dentro de los episodios, aprovechando una historia conocida, pero no contada y manteniendo toda la esencia con los elementos más icónicos de la primera película.
Título: Rogue One: Una Historia de Star Wars
Título original: Rogue One: A Star Wars Story
País de origen: Estados Unidos
Género: Ciencia Ficción
Duración: 134 minutos
Dirección: Gareth Edwards
Elenco: Felicity Jones, Diego Luna, Alan Tudyk
Estreno en Estados Unidos: 16 de diciembre de 2016
Estreno en México: 15 de diciembre de 2016
Formatos: 2D, 3D, 4DX, IMAX | Subtitulada y Doblada al español
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