Imágenes: Cortesía Walt Disney Pictures
Video: Cortesía Walt Disney Pictures
Uno de los personajes más queridos llega al cine con todos sus amigos; se trata de Winnie The Pooh en “Christopher Robin: Un reencuentro inolvidable”.
Cuento materializado
Winnie The Pooh es un personaje creado por Alan Alexander Milne para formar parte de cuentos en los que su propio hijo Christopher Robin interactuaba con simpáticos animales. Disney retomó la idea y realizó diversas producciones animadas centradas en el oso, pero en esta ocasión va más allá creando un live action para mostrar al mismísimo Christopher (Ewan McGregor) como protagonista.
La película goza de una ambientación sublime y se apoya en efectos vistosos que le dan más sentido a la intención; sobre todo cuando comienza, ya que escena a escena hace énfasis en el paso de las hojas de un libro redibujando un cuadro en particular hasta dejar fluir la historia sin detenerse.
El poder de la imaginación
En un principio se nos muestra a Christopher de niño, cuando su imaginación lo lleva a convivir en el Bosque de los Cien Acres con Winnie The Pooh, Piglet, Tigger, Igor y Conejo, entre otros. Pero como suele pasar, al crecer, Christopher va olvidando todo obligado a madurar ante su participación en la guerra y posteriormente trabajando para mantener a su familia.
Es precisamente ante la presión del trabajo que Christopher Robin va descuidando la relación con su hija Madeline (Bronte Carmichael) y su esposa Evelyn (Hayley Atwell), pero es justo ahí cuando su mente comienza a viajar al pasado hasta darle nueva vida a Pooh, quien mágicamente aparece en Londres desatando una nueva aventura.
Dando vida a Pooh
El mayor acierto de la película recae en el excelente trabajo visual, logrando que Winnie The Pooh y los demás se vean completamente reales gracias a que se usaron títeres en la filmación, complementando sus expresiones y otros movimientos con el medido uso de CGI, por lo que no se cae en la saturación de otras películas, dentro de una fotografía muy ad hoc para la época en la que se lleva a cabo la trama.
Con un desarrollo ligeramente superficial, la historia va forzándose hasta caer en resoluciones abruptas. Por lo mismo, por más brillante que resulte el mensaje de Winnie The Pooh, no logra impregnarse de todo en el espectador, que ciertamente debe conocer un poco el trasfondo del personaje para disfrutar aún más esta entrega, pues poco tiene que ver realmente con lo que muchas veces se ha presentado en televisión e incluso en cine. Por lo mismo, es una película que aboga más a la nostalgia antes que gustar a un público infantil, sin que por ello se pierda el objetivo familiar.
Ternura y sabiduría en un pequeño oso
Aunque la película maneja gags, no están pensados para reír, sino más bien para inevitablemente sentir ternura por Pooh, gracias a sus acciones y comentarios que parecen inocentes, pero que están llenos de sabiduría. Sus diálogos son tan contundentes que deben dejar huella, por lo que la mejor recomendación es poner atención a cada una de sus palabras para llenarnos de vida cada día con la simpleza de un globo para ser felices, actuando en la inacción; toda vez que no descuidamos nuestros deberes profesionales y personales, ni nuestra esencia.
El doblaje latino mantiene las voces que han dado vida a los personajes durante los últimos años, por lo que podemos escuchar a Humberto Vélez como Winnie The Pooh y Jesse Conde como Tigger, además de Gaby Cárdenas como Cangu; asimismo, una pequeña, pero siempre emblemática participación del legendario Francisco Colmenero y la incursión de Sergio Zaldívar como Christopher Robin.
Título: Christopher Robin: Un reencuentro inolvidable
Título original: Christopher Robin
País de origen: Estados Unidos
Género: Aventura | Familiar
Duración: 104 minutos
Dirección: Marc Forster
Elenco: Ewan McGregor, Hayley Atwell, Bronte Carmichael
Estreno en Estados Unidos: 3 de agosto de 2018
Estreno en México: 3 de julio de 2018
Formatos: 2D | Subtitulada y doblada al español
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