Imágenes: Cortesía Sony Pictures
La audaz película “Lilo, Lilo, Cocodrilo” narra una historia metafórica sobre un cocodrilo capaz de comunicarse a través del canto es una excelente excusa para reflexionar sobre muchos temas sociales.
“Lilo, Lilo, Cocodrilo” es una película muy entretenida y llena de momentos muy dramáticos en la que cada uno de los personajes se confronta con sus propias crisis, hilando la narrativa de cada personaje a la del camino de vida de Lilo quien tiene el don único de cantar, aunque solamente lo haga en privado y frente a las personas que están dentro de un círculo más familiar con quienes se siente confiado y libre de ser quien es.
“Lilo, Lilo, Cocodrilo” propone una buena metáfora sobre la discriminación en cualesquiera de sus presentaciones y formas, además de subrayar el prejuicio y la respuesta instintiva ante quien, en apariencia, parece agresivo y peligroso, bien representado en un cocodrilo que en realidad desde el inicio de la película se le muestra como noble, tierno y servicial. Por otro lado, la familia que llega a cohabitar con Lilo está envuelta en temores, ansiedades, problemas de socialización obsesiones y ciertos padecimientos psicoemocionales de lo más comunes en la actualidad, por lo que vale bien la pena ver en familia para generar razonamientos y ajustes en el comportamiento.
Javier Bardem en su papel de Héctor ofrece una caracterización muy adecuada para esta historia metafórica en la que no se tuvo que recurrir a la exageración de la maldad o del clásico villano para denotar algo muy humano con respecto a las necesidades y carencias económicas, al deseo de triunfar y a la violenta realidad de no concretar el sueño de ser un artista aclamado por el público que orilla a este personaje a tomar decisiones equivocadas bajo la presión de las circunstancias.
“Lilo, Lilo, Cocodrilo” no es una película solamente de entretenimiento infantil, sino una fabulosa crítica social a los temores que resultan del exceso de información y del bombardeo de un sinfín de situaciones sobre la alimentación, la interacción social, la amistad y los prejuicios usando a un cocodrilo para representar a todas esas clases vulneradas que son discriminadas o enjuiciadas por la señalización social y que a su vez enfrentan problemas internos que solamente ellos conocen, como lo hacen miles de personas tratando de vivir una vida "normal" ocultando calladamente sus aprehensiones, temores y problemas personales.
Otra cosa muy rescatable en “Lilo, Lilo, Cocodrilo” es la enorme nobleza con la que representan al cocodrilo quien siempre está dispuesto a dar a los demás justo aquello que él necesita de ellos; atención, cuidado, amor, reconocimiento y buenos tratos, haciendo hasta lo imposible por lograr comunicarse con los humanos, pero, conociendo lo que sus corazones ocultan y callan, Lilo los lleva a cambiar aspectos de su comportamiento, hasta llevarlos al reencuentro con sus gustos, fortalezas y avance en lo laboral y en las relaciones sociales, mejorando la calidad de vida de todos, pese a sufrir igualmente miedo, en este caso escénico.
Título: Lilo, Lilo, Cocodrilo
Título original: Lyle, Lyle, Crocodile
País de origen: Estados Unidos
Idioma original: Inglés
Género: Comedia | Aventura
Duración: 106 minutos
Dirección: Josh Gordon, Will Speck
Elenco: Shawn Mendes (voz), Javier Bardem, Constance Wu
Estreno en Estados Unidos: 7 de octubre de 2022
Estreno en México: 27 de octubre de 2022
Formatos: 2D | Subtitulada y Doblada al español
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