Reseña: “Avatar: El Camino del Agua”

: Eder Quintero; 14 Diciembre 2022

Reseña: “Avatar: El Camino del Agua”

Imágenes: Cortesía 20th Century Studios

Video: Cortesía 20th Century Studios

Tuvieron que pasar 13 años, pero finalmente se ha estrenado “Avatar: El Camino del Agua”, la secuela directa de la película más taquillera de todos los tiempos.

Tiempo necesario para encontrar su camino

Estrenada originalmente en 2009, con un reestreno hace unos pocos meses, “Avatar” sorprendió a todos por su calidad en efectos especiales que recrearon un fantástico mundo, así como a sus míticos habitantes y una gran variedad de criaturas. Todo eso fue realzado todavía más por la implementación de la técnica en 3D que, en ese momento, estaba cobrando mucha fuerza, pero que, a decir verdad, pocas películas lograban aprovecharla como lo hizo James Cameron con esta producción. Además, la película incluyó mucha acción y una historia reflexiva que le valió captar la atención del público.

Durante muchos años estuvo en planes expandir el universo de “Avatar”, pero diferentes circunstancias, como esperar a que la tecnología de captura de movimiento bajo el agua estuviera lista, obligaron a que el proyecto se retrasara. Pero no hay día que no llegue, ni plazo que no se cumpla, por lo que finalmente podemos disfrutar de la segunda entrega de cinco que se tienen contempladas hasta 2028. Así, “Avatar El Camino del Agua” se convierte tan solo en una pequeña muestra de todo lo que aún tiene que ofrecer esta saga.

Un Pandora más esplendoroso

James Cameron tenía la gran responsabilidad de dirigir una película que ofreciera no solo el mismo trabajo artístico, sino también superarlo dados los avances tecnológicos y lo ha logrado notablemente al presentar un trabajo sorprendente. Visualmente, la película es un agasajo pleno, usando una amplia paleta de colores que nutre de vida, profundidad y hasta realismo el fantástico mundo de Pandora, llevándonos a nuevos escenarios. Claro que en esta ocasión se hace mucho más énfasis en la acción desarrollada bajo y sobre el agua que en la tierra; aun así, todos los escenarios lucen espectaculares y la 3D nos sumerge de lleno en las locaciones.

Los personajes nuevamente cuentan con un trabajo detallado, fusionándose de mejor manera con los actores reales, sin que se haya logrado del todo la perfección del uso desmedido del CGI, pero nada grave para que los movimientos e interacciones sean lo suficientemente creíbles para beneficio de la trama.

Un chapuzón a Eywa

Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más impactantes de “Avatar: El Camino del Agua” es la aparición de nuevas especies, particularmente las marinas y específicamente los Tulkun, una especie que bien se asemeja a la ballena por su colosal tamaño e inteligencia. La excelente fotografía de la película nos permite apreciar todo su esplendor desde todos los ángulos en que se presentan; a veces da la impresión de que estamos ante un documental especializado para después despertar del agradable trance para regresar a la trama.

Por supuesto, “Avatar: El Camino del Agua” se hace acompañar de una muy acertada mezcla de sonido que ciertamente no presume una distribución tan amplia para los disparos y explosiones; algo que hubiera sido todavía más atractivo para generar una experiencia todavía más inmersiva al combinarse con la 3D. La música, por su parte, cumple arropando la acción con un tono épico.

Una fórmula probada

“Avatar: El Camino del Agua” no propone, sin embargo, algo nuevo en cuanto a historia. Prácticamente estamos viendo el mismo esqueleto de la película original, con un nuevo revestimiento. Esto funciona bien por el tiempo en que pasó entre el estreno de cada película, permitiendo seguir una misma línea conductual, conservando la esencia y yendo a lo seguro bajo una fórmula tremendamente exitosa mostrando un resultado en apariencia distinto.

La historia se “Avatar: El Camino del Agua” nos sitúa años después de lo acontecido cuando Jake Sully (Sam Worthington) logró expulsar a los invasores terrestres. Desde entonces, el ahora Jefe del Clan Omaticaya ha vivido una vida apacible con Neytiri (Zoe Saldaña), junto a sus hijos Neteyam (Jamie Flatters) y Lo'ak (Britain Dalton). La pareja también ha adoptado a Kiri (Sigourney Weaver), nacida del avatar Na’vi en coma de Grace Augustine (Sigourney Weaver), y al mismísimo hijo del coronel Miles Quaritch (Stephen Lang), Spider (Jack Champion).

El regreso de los hombres del cielo

Los intereses de los humanos parecen no terminar incluso después de la muerte, por lo que Miles Quaritch ha logrado clonarse en un Avatar Na’vi, cargando todos sus recuerdos con el objetivo de regresar a Pandora junto con un nuevo ejército y así colonizar al planeta. Por supuesto, también tiene como meta vengarse de quien pudo derrotarlo y humillarlo: Jake Sully.

Jake no tiene otra alternativa más que huir de su hogar para proteger a su familia. Es así como se retiran a la costa oriental de Metkayina en donde son recibidos por el jefe del clan, Tonowari (Cliff Curtis), y su esposa, Ronal (Kate Winslet), quienes lideran a una civilización acoplada al hábitat acuático de Pandora, siempre bajo el mismo respeto hacia los seres vivos. Quaritch, sin embargo, se vale de todos los medios para encontrarlo y hacerle pagar por su traición en el pasado.

Afianzando las bases

Además de repasar su mensaje por la naturaleza y el sentido de la vida, mucho enfocado a las especies animales, “Avatar: El Camino del Agua” manifiesta el conflicto entre padres e hijos, su confianza y desconfianza según la forma de actuar de los jóvenes, cobrando un valor familiar muy importante. También se da tiempo para manifestar que en cualquier civilización existe la rebeldía y hasta el bullying, mismo que puede traer consecuencias sin medir.

“Avatar: El Camino del Agua” cuenta con todos los momentos que tanto fueron aclamados de la primera parte y los explota todavía más, rescatando momentos emotivos y nostálgicos con guiños a personajes. También sabe en qué momentos ser dramática y trágica hasta llevarnos a un clímax cargado de adrenalina, algo que se agradece por sus más de 3 horas de duración

La mejor manera de disfrutar de “Avatar: El Camino del Agua” es en IMAX 3D. Vale la pena hacer mención que no existe ninguna escena postcréditos.