Imágenes: Cortesía Sony Pictures
La nueva película mexicana “¡Que viva México!” invita a la reflexión y a la autocrítica. Llega a 3,200 salas de toda la República Mexicana para hacer reír con las peripecias de la familia Reyes, la cual refleja una realidad que se prefiere ignorar.
“¡Que viva México!” retrata la historia de un hombre de la clase media, Pancho Reyes quien, después de haberse marchado de su pueblo y habiendo abandonado a su familia, prospera en una empresa en la que puede seguir ascendiendo, lo que lo pone en una situación muy diferente de la que viven sus parientes pobres. Pero un día recibe una insistente llamada de su padre y, después de haber tenido una noche tras una pesadilla horripilante, decide contestar a su progenitor para enterarse de que su abuelo ha muerto.
Pancho no desea saber absolutamente nada de su familia, pero lo ponen entre la espada y la pared cuando le dicen que la última voluntad de su abuelo es que Pancho asista a su entierro y, con ello, se pueda abrir el testamento para conocer la distribución de bienes de quien durante años guardó secretos y un gran tesoro proveniente de las minas a las que dedicó toda su vida y que, desde luego, no podría heredar nadie más que su nieto consentido; y ése es precisamente el ahora padre de familia Francisco Reyes.
Aquí es donde comienza la odisea de la familia de Pancho y su reencuentro con su familia de origen a la que va a visitar y con la que tendrá una serie de dilemas, problemas, reproches y, sobre todo, en donde será objeto de envidia y mala voluntad a razón de que él sí se pudo superar y de que no les ha mandado ayuda ya que ellos viven de manera muy precaria en un olvidado pueblo del norte del país.
“¡Que viva México!” es una película que, a través del humor, hace un ejercicio de espejo con el espectador y muestra un trasfondo de la forma de vida de los mexicanos, de sus penas y amarguras, pero sobre todo de los tontos que implica tener riquezas invaluables debajo de sus propios pies y que, por estupidez, no se aprovecha, esperando que manos extranjeras, no solamente le roben esta riqueza, sino que desea con ahínco convertirse en esclavo de estos magnates que saquean todo y pagan poco.
La duración de “¡Que viva México!” puede ser algo larga y hacerse sentir pesada, pero a este punto es preciso afirmar que de ninguna manera es esto lo que puede generar desazón e incomodidad en las personas, sino la manera tan cruda de hacer ver al mexicano de la pobreza de espíritu, de la decadencia de valores sociales y morales, además de la ignorancia y de muchas más problemáticas psicológicas que en mucho demeritan su estatus social y que lo ponen de rodillas ante los magnates extranjeros, por lo que, en realidad, este hastío se debe a que en, el fondo, uno mismo reconoce lo pobres que somos, pero no en dinero, sino en inteligencia y educación.
Por lo anterior, “¡Que viva México!” no es para cualquier persona, pues no todos tienen el valor de la autocrítica, ni del afrontamiento de los valores morales que nos hacen personas del siglo XXI que deberían tener control sobre sus instintos carnales y valorar más la relación familiar sobre el dinero, o el sentir orgullo por aquellos que se abren camino y se superan en vez de mirarles con desdén y envidia por su propia superación. En fin, tú puedes juzgar la trama de esta película que, al fin y al cabo termina por ser un juicio de valor sobre uno mismo y sobre la manera en que se relaciona con sus congéneres mexicanos.
Título: ¡Que viva México!
Título original: ¡Que viva México!
País de origen: México
Idioma original: Español
Género: Comedia
Duración: 191 minutos
Dirección: Luis Estrada
Elenco: Damián Alcázar, Alfonso Herrera, Joaquín Cosío
Estreno en México: 23 de marzo de 2023
Formatos: 2D | Español
Trailer