Reseña: “Cacería en Venecia”

: Erick Moreno; 14 Septiembre 2023

Reseña: “Cacería en Venecia”

Imágenes: Cortesía 20th Century Studios

Llega a las salas de cine “Cacería en Venecia”, película secuela de “Asesinato en el Expreso de Oriente” y “Muerte en el Nilo”, cerrando esta trilogía con algo de suspenso sobrenatural.

“Cacería en Venecia” plantea una trama que entremezcla el suspenso y la actividad paranormal o sobrenatural, desde un planteamiento muy estadounidense. El filme es dirigido por Kenneth Branagh y basado en la novela “Las Manzanas” de Agatha Christie, pero definitivamente no logra entrar del todo al mundo sobrenatural, lo que remarca incisivamente el cientificista Hércules Poirot quien, con agudeza mental, descubre el trasfondo de cada asesinato.

Siguiendo con la temática de las dos películas anteriores, el detective Poirot se haya aislado, resguardado por un hombre que cuida sus espaldas, encerrado en un cuarto en Venecia, en donde disfruta de su fama, hasta que una única amiga llega hasta sus aposentos para plantearle un caso que no puede desaprovechar, pues significaría un avance excepcional sobre el conocimiento del mundo espiritista que tanta fascinación les causa a los europeos.

Poirot decide salir de su descanso y aislamiento del mundo y accede a asistir a una fiesta de Halloween, entre una multitud de niños que van a disfrutar de bocadillos, juegos y la compañía de otros niños. Al término de dicha fiesta, se realiza una sesión espiritista en la que la dueña de aquel viejo y destartalado lugar busca contactar con el alma de su hija para saber acerca del asesino que le arrojó por el balcón de su habitación o saber si fue suicidio.

“Cacería en Venecia” presenta una temática algo más lúgubre, envuelta. como siempre, en el misterio, intentando desarrollar la historia entre una vieja casa y la mente escéptica del investigador más famoso, que, desde luego, no puede dar crédito a ninguna historia de terror, ni a la continuidad de la vida en espíritu, ni mucho menos a la labor de los espiritistas o médiums que, como él dice, simplemente son oportunistas que sacan provecho de la ignorancia y del dolor de la gente.

Lo que realmente no logra cuajar del todo en “Cacería en Venecia” son los momentos de susto que pretende dar a lo largo de la película, tampoco la música alcanza a fusionarse del todo bien en las escenas que van entre acción, suspenso, misterio, sucesos paranormales y la violencia propia de los asesinos quienes no pueden faltar en esta saga, pues son la razón de existir del detective y de su labor como investigador.

Lo que sí sobresale es la pauta que da sobre su método de investigación en la que lleva anotaciones precisas y se le va dando valor a su manera peculiar de observar y de configurar los hechos en su mente, siendo lo más sobresaliente del protagonista, pues va tejiendo paso a paso el sentido y significado de los demás personajes y de las acciones que realizan, por lo que puede capturar la atención, pero no por ello deja de sentirse algo pesada en cierto momento del desarrollo.

Una vez superando este bache, el final se desenvuelve de lo más simple y, como es costumbre en esta saga, Hércules se da su tiempo y se coloca bajo el reflector para desentrañar todo el misterio y para señalar la injerencia de cada personaje en los hechos que han vivido esa noche y en eventos previos. En un santiamén concluye la historia y se lavan las manos para no afirmar, pero tampoco negar la existencia del más allá. Aunque al final plantean un cambio de actitud en el mismo Poirot.