Reseña: “Deadpool & Wolverine”

: Eder Quintero; 23 Julio 2024

Reseña: “Deadpool & Wolverine”

Imágenes: Cortesía Marvel Studios

Video: Cortesía Marvel Studios

Nadie puede negar que Marvel ha cumplido muchos deseos de los fans y ahora toca el turno a uno de los más grandes sueños al juntar a “Deadpool & Wolverine” en una misma película llena de hilarantes situaciones, acción y una muy buena dosis de nostalgia.

El dúo dinámico del MCU

Originalmente, el estreno de “Logan” en 2017 apuntaba a la despedida definitiva de Hugh Jackman como Wolverine desde que lo encarnó por primera ocasión en el año 2000 con la llegada de “X-Men”. Ciertamente la saga mutante de 20th Century Fox gustaba a unos y a otros no tanto, pero nadie discutía que el australiano era la mejor elección para el papel del mutante más popular, así que su adiós fue emotivo, pero Ryan Reynolds y Disney, con Marvel Studios, se han encargado de traerlo a la vida una vez más.

Además del ansiado regreso, “Deadpool & Wolverine” tendría como difícil tarea rescatar el aparente desastre que ha significado la más reciente Fase del MCU, algo que asume sin mayores pretensiones; es decir, sabe conjuntar todo el contenido previo, desde muchos años atrás, sin comprometerse profundamente a futuro. Esto es algo que podría dejar decepcionado a algún sector del público que esperaba una conexión hacia próximos eventos dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, pero, en realidad, permite que la película funcione por sí misma.

Alianza a través del multiverso

Irreverente y sarcástico, como siempre, Deadpool (Ryan Reynolds) rompe la cuarta pared de inmediato para contextualizar el presente con un breve recuento de lo que ha sucedido, hasta ponerlo en una situación en donde todo su universo está colapsando a causa de una alteración en la línea temporal. La única forma que parece evitar semejante catástrofe es reclutando a Wolverine (Hugh Jackman); sin embargo, ya sabemos que a Logan normalmente no le gusta hacer amigos, mucho menos trabajar en equipo y, por si fuera poco, arrastra una terrible culpa por sus acciones en el pasado.

Su tensa colaboración se ve envuelta en un viaje al Vacío del que deben escapar para cumplir con su misión principal. Viejos y nuevos enemigos amenazan su estancia en este inhóspito lugar, pero afortunadamente, para su causa, también se suman aliados importantes haciendo un muy merecido homenaje a todo aquello que Fox construyó hace casi un cuarto de siglo y, de paso, incluye una gran sorpresa más.

Acción, comedia y corazón

La trama de “Deadpool & Wolverine” es ciertamente caótica al no presentar una historia del todo sólida e incluso hay momentos en que algunas situaciones se desenvuelven de manera forzada, pero es algo que genuinamente era de esperarse de un proyecto del antihéroe. De hecho, el villano carece de desarrollo e incluso esto hace que el antagonismo principal deambule entre algunos personajes, algo que se ha vuelto costumbre en las últimas producciones del MCU.

El guion está más preocupado por los ingeniosos gags que por la propia cohesión narrativa, lo que transmite la sensación de desorden, pero se justifica con la integración de una buena cantidad de cameos, algunos más largos que otros, que invariablemente llenan de emoción al público. Cabe resaltar que los comentarios burlescos trascienden fuera de Marvel, entre lo más personal y lo profesional.

Por otro lado, la química de Ryan Reynolds y Hugh Jackman es palpable. Ambos evidencian el amor que le tienen a sus personajes con un carisma sin igual lo que fortalece la presencia de ambos en pantalla, respetando plenamente la esencia de sus caracterizaciones. Lo mejor es que los invitados especiales también demuestran su compromiso con la franquicia, incluso habiendo pasado tantísimos años sin haber retomado a sus personajes.

Carta de amor para los fans veteranos

Como en las anteriores entregas de “Deadpool”, esta película incluye una banda sonora que mezcla exitosos temas clásicos con algunos originales; aunque es justo decir que son los inéditos los que llegan a carecer de mayor intensidad, sobre todo en momentos de mucha acción y cuando el guion busca ser más dramático. En todo caso, el ritmo de la película busca ser vertiginoso, pero también se da sus momentos de respiro para después retomar secuencias de acción atractivamente coreografiadas con todo y violencia explícita, aunque algunos efectos especiales denotan un ahorro de presupuesto; incluso la distribución de sonido no es tan profundamente inmersiva.

El conocido humor negro del protagonista garantiza un par de horas de diversión constante en “Deadpool & Wolverine”, salvando a una historia poco relevante. Además, el tributo a ciertos personajes que, por diferentes motivos, no tuvieron mayor continuidad, llena de emotividad a los fans cinematográficos más veteranos de Marvel. Todo esto hace que la película sea un sube y baja de emociones, entregando todo lo que muchos quieren ver, pero sin consolidarse como una producción redonda.

En definitiva, es importante mantener los ojos bien abiertos porque, además de los cameos, también existen guiños regados por los escenarios, algo que se aprovecha incluso para brindar otro homenaje a alguien muy importante de Marvel. Y claro, hay una escena postcréditos que es meramente anecdótica, pero también se muestran escenas detrás de cámaras durante los créditos que refuerzan más el sentimiento nostálgico. Solo queda decir: Fox ha muerto, que viva Fox.