Imágenes: Cortesía Warner Bros. Pictures
Video: Cortesía Warner Bros. Pictures
La tercera entrega de la saga de “Harry Potter”, “Harry Potter y el Prisionero de Azkaban”, nos lleva de nuevo al enigmático Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Harry y sus inseparables amigos, Ron y Hermione, se ven atrapados en una red de misterios que les obliga a enfrentarse a sus peores temores dejándonos ver sus mayores miedos en una de sus clases. La película es dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón que, en su momento, había rechazado hacerlo hasta que su amigo Guillermo del Toro le dijo que lo hiciera. En esta tercera película, no solo se mantiene el espíritu de las dos primeras entregas, sino que también explora con mayor profundidad el lado oscuro del mundo mágico dando unos toques mexicanos.
Harry, ahora con 13 años, comienza su verano atrapado en la rutina habitual con sus tíos los Dursley, sus insoportables parientes muggles. La tensión crece cuando la tía Marge, hace una visita no deseada y provoca a Harry hablando mal de su padre; él, sin poder controlar sus emociones, hace que su tía se vuelva un globo hasta el punto de hacerla flotar. Este momento desencadena una huida apresurada en medio de la noche, llevando a Harry a bordo del "Autobús Noctámbulo", un vehículo mágico que lo transporta al Caldero Chorreante. Allí, el Ministro de Magia, Cornelius Fudge, sorprendentemente no lo castiga por usar magia fuera de Hogwarts. La fuga del prisionero Sirius Black es el drama y el punto central de esta historia pues se trata de un mago peligroso que, según la leyenda, busca al joven Potter para completar la obra que Voldemort dejó incompleta.
El regreso a Hogwarts no es tan seguro como Harry desearía. Los Dementores, criaturas sombrías que custodian Azkaban, han sido asignados para proteger la escuela de Black. Sin embargo, estos seres parecen tener un interés especial en Harry, dejándolo paralizado por el miedo. La atmósfera en Hogwarts se vuelve aún más inquietante con la llegada del nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Remus Lupin, quien se convierte en mentor y protector de Harry. Lupin le enseña a conjurar el Encantamiento Patronus, una magia poderosa que le ayudará a combatir los efectos de los Dementores.
El año en Hogwarts está lleno de descubrimientos y sorpresas. Desde la intrigante criatura Buckbeak hasta el Mapa del Merodeador que ha ayudado a más de uno para saber hacia dónde moverse, cada elemento del entorno mágico contribuye a darle vida y la resolución del problema a Harry, Ron y Hermione. Pero el verdadero misterio radica en la relación entre Lupin y Sirius Black, así como el oscuro secreto que Severus Snape está desesperado por revelar.
La confrontación final con Sirius Black revela verdades ocultas que cambian por completo la percepción de Harry sobre su pasado. La película se convierte en una exploración profunda del valor, la lealtad y la búsqueda de la verdad, llevando al joven mago a un nuevo nivel de madurez. Cuarón logra capturar la esencia de la oscuridad y la magia de la historia, ofreciendo una película que no solo es visualmente impresionante, sino también emocionalmente resonante, además la forma en que abordó la manera de regresar el tiempo fue muy buena.
Título: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban
Título original: Harry Potter and the Prisoner of Azkaban
País de origen: Reino Unido | Estados Unidos
Idioma original: Inglés
Género: Fantasía
Duración: 142 minutos
Dirección: Alfonso Cuarón
Elenco: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint
Estreno en Estados Unidos: 4 de junio de 2004
Estreno en México: 4 de junio de 2004
Formatos: 2D | Subtitulada y Doblada al español
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