Imágenes: Cortesía Walt Disney Pictures
“La extraña vida de Timothy Green”, un milagro producto de los deseos y la imaginación que una pareja desesperada depositó en el jardín para comenzar con una nueva vida y, definitivamente, sorpresa fue la que se llevaron.
Todo comienza cuando los Green reciben la noticia de su infertilidad y, terminando así un largo camino recorrido en busca de los sueños de un feliz hogar, la pareja desesperada decide olvidar lo ocurrido y buscar un nuevo comienzo. Es así como, dispuestos a enterrar esos viejos recuerdos y el sueño de su hijo perfecto, meten todos aquellos ideales y datos característicos que sólo su hijo podría tener, pero vaya sorpresa la que se llevan cuando de repente en una noche lluviosa aparece el pequeño Timothy en la puerta de su casa refiriéndose a ellos como papá y mamá respectivamente, dándoles a sí mismos la esperanza del hogar que siempre soñaron.
Por otra parte, Timothy (CJ Adams), que es un niño tierno e inocente, se verá en la tarea de conocer diferentes aspectos de la vida, de una manera como sin duda nunca la había visto antes, pues él, consciente de que el tiempo con sus padres, los Green, es prestado, y en verdad es un periodo relativamente corto, experimenta sentimientos y emociones de gran entereza logrando un recuerdo, un cambio y una reflexión para los habitantes del pueblo donde su familia vivía.
Sin duda alguna, esta película es altamente recomendada para toda la familia, sobre todo si gustan de experiencias fantásticas y de buen corazón. A final de cuentas esta producción concientiza y hace reflexionar tanto a chicos como a grandes, y si bien es cierto que los niños no brotan del jardín también es cierto que la fantasía y las ilusiones siempre resultan ser, por muy oscuro que sea el panorama, incluso en los momentos más difíciles, un brote infinito de esperanza, que puede dar como resultado cosas impredecibles, pero también maravillosas.