Imágenes: Eder Quintero
El humor nunca había tenido tanta dinámica, improvisación y versatilidad como la tuvo la noche del pasado sábado 12 de marzo en el Pepsi Center a cargo del comediante Mike Salazar, quien demostró sobre el escenario lo multifacético que es.
Daniel Beltrán y Roel Salazar, el más pequeño de la dinastía Salazar, fueron los encargados de abril el show que Mike Salazar ofreció en la ciudad de México después de tener varios años de ya no hacerlo. Se mostró conmovido y muy entusiasta durante todo el espectáculo en el que no dejó de reír de sí mismo y de compartir con canto e inteligencia por más de hora y media la mejor comicidad sobre nuestro acontecer diario y sobre lo que ha sido el vivir esta pandemia.
Con gran simpatía, Roel Salazar, ansioso, pero con muy buena energía sobre el escenario y muy buena forma de hablar sobre sí mismo y sobre sus hermanos, de inmediato contagió a todo el público de su simpleza y buen humor con lo que la audiencia bien pudo ir arrancando motores para no parar de reír durante todo el espectáculo y desde el primer momento en un ambiente familiar.
Cuando Mike Salazar entró a escena, la dinámica del espectáculo se volcó eufórica y llena de carcajadas que iban en aumento en completa interacción con su público y en un dinamismo sin igual en el que pudo denotar su pasión por el canto, virtud que tiene muy bien desarrollada y que seguramente explotará más adelante.
La parte más emotiva fue al cierre de su show cuando hizo partícipes a sus propios hijos que por primera vez pisaban el escenario del Pepsi Center en el que tuvieron una plática entre familia muy peculiar y en donde cada cual dejó entrever sus facultades y dinámicas personales inquietas y bromistas. También tuvo lugar la fotografía oficial del momento y una pequeña captura en video por parte de los artistas quienes mostraban a sus seguidores que estaban en presentándose en este lugar después de mucho tiempo y que prometen volver para llenar el recinto.
Mike Salazar ofrece un espectáculo de primera en el que toda la familia puede disfrutar y reír a carcajadas y reflexionar sobre las peripecias que como sociedad y como ciudadanos realizamos cuando nos enfrentamos a una pandemia y a un ajuste de roles en el hogar en el que a veces no se sabe si reír o llorar, Mike enseña a reírnos de nosotros mismos y a disfrutar de la vida con buena actitud frente a lo trágico que a veces pudiera ser la propia existencia.