Imágenes: Erick Moreno
El Espacio Urgente 2 del Foro Shakespeare alberga por corta temporada la fabulosa puesta en escena “Blanco Atardecer” de María José Delgado.
El monólogo “Blanco Atardecer” escrito y representado en escena por María José Delgado está basado en las experiencias personales que vivió la escritora y actriz con su propia abuela, sumadas a las miles de entrevistas e interacciones documentadas con abuelitos en el Asilo San Sebastián, espacio dedicado a las personas de la tercera edad, donde hasta la fecha, continúa apoyando, visitando y velando por los intereses de la comunidad de este asilo.
Partiendo la narrativa desde la tragedia de la muerte de su abuela, con un estupendo timing en su narrativa, María José captura de inmediato la atención del público mientras conduce la historia por un hilo conductor especial, con voces de fondo, y un diálogo consigo misma. La vida de la abuela había cambiado desde su trágica caída y el inicio del deterioro de sus facultades mentales.
La pérdida de la memoria se hace un pesar que aqueja no solamente a quien lo padece, sino que también, agobia a todas las personas que la acompañan, cuidan y ven cómo se va desvaneciendo la historia de vida en la memoria de la abuela que ya no puede ni recordar el rostro que se refleja en el espejo una mañana de cualquier día. Las intervenciones médicas, ejercicios y demás procedimientos médicos no siempre benefician al estado anímico de la persona que lucha por encontrar en la memoria aquello que le preguntan.
Trastorno neurodegenerativo que, según los médicos solamente termina con la muerte. Éste es el siguiente escenario que expone la obra “Blanco Atardecer”, mientras va describiendo el sufrimiento ahogado mientras siguen indicaciones médicas, y huyen del miedo, miedo a saber que esa lucha no la iba a poder ganar. Con cambios abruptos, luces, música, efectos sonoros y una bella y espectacular representación de María, la obra definitivamente captura la esencia de lo que viven quienes se enfrentan a la demencia senil.
Cosas místicas también fueron descritas dentro de este sensible y maravilloso monólogo ven el que la actriz, con estupendo manejo escénico, ritmo, matiz y representación, va llevando al espectador por todos aquellos sube y baja de emociones, dolor, drama, pesadez, aflicción, cansancio y desesperación que se viven cuadro tras cuadro en esta historia que describe la prisionera que viven los cuidadores junto a los que padecen este tipo de enfermedades, lo que sensibiliza mucho a quienes son ajenos a estos temas.
Macaria es la joven de quien se cuenta su relación con su abuela, como cuidadora y como nieta que se va marchitando junto al de su abuela conforme avanza la enfermedad. Con un juego de voces, María José representa muy bien aspectos específicos de su abuela y de la joven Macaria que tuvo que enfrentarse a esta desoladora experiencia como lo han hecho muchas personas en todas partes del mundo.
Doña Estela quedó inmortalizada en “Blanco Atardecer”, que es un en sí misma una pieza armada de una serie de cuadros escénicos recortados que pueden mezclarse de cualquier manera y en cualquier orden y no perdería el mensaje, ni el impacto representado en este libreto tan genialmente planteado, con el que se denota la terrible soledad de ver desaparecer los pedazos de vida que hacen que una persona sea quien es o quien fue en sus años mozos.
Esta gran historia se podrá disfrutar los sábados y domingos hasta el 24 de septiembre en el Espacio Urgente 2 del Foro Shakespeare, lugar en el que también se podrán realizar donaciones, aportaciones e intercambios de algunos souvenirs con la finalidad de obtener recursos que serán entregados al asilo San Sebastián en Querétaro, en apoyo a los ancianos del lugar.