Imágenes: Cortesía FIFA
En uno de los grupos de la muerte, y con la ironía política que supone, Irán salió con mejor posición que Estados Unidos, por lo que los americanos estaban obligados a buscar la victoria para calificar; afortunadamente para ellos, lo consiguieron.
Contundencia estadounidense
Aunque ambos equipos tenían que ganar para no depender de otros resultados, era el equipo de las barras y las estrellas el que más necesitaba la victoria pues era el único resultado que le servía. El partido, entonces se desarrolló a buena velocidad con oportunidades mutuas.
Dada la necesidad de los Estados Unidos, fueron ellos los que empezaron a meter más intensidad con mucha determinación. El premio llegó con una anotación de Christian Pulisic empujando el balón a las redes al rifarse el físico contra el arquero rival al 38’, poniendo el 0-1. Los norteamericanos siguieron intentando e incluso tuvieron otro gol, pero fue anulado por un apretado fuera de lugar bien avalado por el VAR.
Final dramático
Irán salió al segundo tiempo buscando el empate, sin que Estados Unidos dejara de atacar, por lo que la cancha volvió a abrirse con ambos equipos revolucionados. Los persas, no dudaron en adelantar líneas buscando por todos los medios el arco rival, generando varias jugadas de peligro que los norteamericanos lograban controlar dramáticamente. Lamentablemente para la causa iraní, se acabó el tiempo con la mínima ventaja para los estadounidenses.
Gracias a su victoria, Estados Unidos logró calificar invicto en su grupo y le espera Países Bajos en Octavos de Final, mientras que Irán regresará a casa tras dejar un buen sabor de boca.