Imágenes: Erick Moreno
Tony Méndez presenta orgullosamente su libro “El lado desconocido del continente Anahuatl” en el Huerto Roma Verde, de la Ciudad de México.
Una gran cantidad de personalidades de la tradición mexicana se dieron cita el pasado 29 de junio en punto de las 19:00 horas en el Huerto Roma Verde, en la colonia Roma, Alcaldía Cuauhtémoc, con motivo de la presentación del reciente libro del maestro Tony Méndez bajo el título de “El lado desconocido del continente Anahuatl”, siguiendo todo un protocolo de la tradición mexicana, recibiendo a los invitados con sahumerio y chocolate, habiendo tenido a bien el extender un tlalmanalli alumbrado por velas y entregado a los presentes una cinta azul o roja para portar en la frente, como símbolo de atención, mente abierta y búsqueda del conocimiento y símbolo del agua y del fuego.
El libro “El lado desconocido del continente Anahuatl”, en forma genérica, pretende revisar y dar una retrospectiva, marcando un horizonte a todo el vasto conocimiento de la cultura del Anáhuac, bajo la lupa, experiencia y conocimiento del ya conocido Tony Méndez, quien, por principio de cuentas, se mostró sumamente agradecido por permitirle hacer esta presentación y por el interés mostrado por el presente material, que considera, un material de consulta en donde se encuentra una buena recopilación de información de sumo interés, escrito que a su vez es una especie de homenaje a Estrella Newman.
Lo más destacado del presente libro es que, muestra una visión distinta a la oficial (de conocimiento general) sobre la historia del Mexihko antiguo. Y la presente investigación, a diferencia de otras, toma en cuenta en primer plano, a la poco conocida “Gran cosmovisión de la ciencia y cultura Anahuaka”, que es hasta en su extensión, profunda y que engloba todos los quehaceres del ser humano en cualquiera de sus áreas de desarrollo.
Cuauxikalli hizo la salutación a los cuatro rumbos a la usanza de los abuelos Anahuacas acompañado de cuatro personas que ofrecieron palabras de aliento y simbolismo para los regentes de cada rumbo sumado a todo el público presente que hizo reverencias y salutaciones cómo se les iba indicando. Al inicio de la presentación le fue entregada una péquela estatua de Cuauhtémoc como símbolo de la mexicanidad a Tony, quien, además, portó su bastón de poder ganado allá atrás.
Después se hizo una remembranza de su vida y se describió el paso de su vida pasada y su nueva labor, misma que ha pasado por la de ser un músico, un activista, un investigador y un escritor amante de la tradición mexicana que ahora lleva el nombre de Toxhtli men, con el que hace la presentación de este libro ya a la venta en librerías y en plataformas digitales, compartiendo una pequeñísima parte del contenido con el que dejó boquiabiertos a los presentes.
Atl tlan (lugar de agua) fue el comienzo de la descripción que dio sobre el contenido de su libro con respecto del origen de los llamados mexicas a los que se le llamó primeramente Aztecas, por haber venido del enigmático Aztlán, pero que, en este discurso se aclaró que es más bien el nombre de la combinación del agua y del fuego, un símbolo sumamente profundo que da origen a los pueblos, a sus tradiciones, a su mística y a sus poderes. Demostrando lo anterior con el análisis de los códices conocidos, su escrutinio y la lógica tomando como base el pensamiento indígena y no, la postura europea.
Mostrando también los colores originales de nuestro símbolo patrio, la bandera, el águila, la dirección correcta en que mira el águila, lo que simboliza, las calzadas, la manera en que estaban colocadas las grandes urbes, el verdadero sentido y labor del peregrinaje de nuestros abuelos del Anahuatl, la dirección de sus construcciones con respecto a las estrellas del firmamento y la verdadera cuenta del tiempo, del origen de la fundación de Mexihko Tenochtitlan y sus símbolos que se conservan en piedras de aquel tiempo y en la actual bandera mexicana, todo ello fue la plática introductoria de este maravilloso libro que cuenta la historia de nuestro pueblo de una manera más certera y sin las nubes de estupidez del clásico europeo que no puede comprender lo que está muy lejos de su propia cultura.