Imágenes: Cortesía
Víctor Manuelle se presentó por segunda ocasión con gran éxito en el emblemático Auditorio Nacional.
Elegantemente ataviado con pantalón y camisa negros y un saco color azul esmeralda, tras casi dos años de ausencia en México por la pandemia de COVID-19, reafirmó el inmenso cariño que le tiene su público tras más de veinticinco años de visitar recurrentemente diferentes partes de nuestro país.
Al filo de las 20:45 horas, “El Sonero de la juventud”, visiblemente nervioso y emocionado, comenzó tras travesía musical con un medley, posteriormente, comenzó a entonar sus primeros éxitos musicales, dando inicio la velada salsera con “Qué habría sido de mí”.
Así uno a uno, deleitó a sus seguidores acompañados de su orquesta y una docena de bailarines, con los temas que a lo largo de veinte producciones discografías lo han catapultado como uno de los salseros puertorriqueños más reconocidos: “Así es la mujer que amo”, “Si tú me besas”, “Tú volverás”, “Dile a ella”, “Se me rompe el alma”, “He tratado”, “Como una estrella”, “Apiádate de mí”, “Voy a prometerme”, “Tengo ganas”, “Cómo se lo explico al corazón”, “Así es la mujer que amo”, “Si la ves”, “El águila”, “Que suenen los tambores”, “Nuestro amor se ha vuelto ayer”, “Poco hombre”, “No hace falta nada”, “Volverás”, “Por ella”, “Maldita suerte”, “No quería engañarte” y, su más reciente tema interpretado con La India, “Víctimas las dos”.
Para este reencuentro, tal como lo hizo la primera vez, interpretó “Te pierdo y te pienso” y pidió el público encender las luces de su celular para captar en video este emotivo momento, el cual, a decir del boricua, le congratula mucho que aquí sea el único lugar donde le piden interprete esta canción.
Ya casi al finalizar el concierto, hizo mención que no había que olvidar que hay situaciones que están pasando en el mundo, como el conflicto en Ucrania y, que además de oraciones, se necesitan canciones positivas como “Qué suenen los tambores”.
Después poco más de hora y media de concierto el oriundo de Isabela se despidió rodeados de regalos que su Club de Fans Pecado Perfecto le entregó a él y a su nietecita Dylara Valentina.