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El pasado 8 de diciembre, los artistas Dany Dstance y Matías Gruener finalizaron la primera etapa de su gira “Punto de Encuentro”, un movimiento cultural y ambiental que combinó música, conciencia ecológica y esperanza.
La gira, que se desarrolló entre el 12 de noviembre y el 8 de diciembre, visitó cinco instituciones educativas y un museo, logrando impactar a miles de asistentes con un mensaje de cambio positivo.
Durante esta primera fase, “Punto de Encuentro” llegó a espacios clave como la Universidad de la Comunicación, la UNAM (Facultad de Contaduría y Administración), la Universidad Rosario Castellanos, la Villa de las Niñas Chalco, el Instituto Técnico y Cultural y el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental.
Con un repertorio que incluyó canciones como “No Me Falta Nada”, “Good Times”, “Semillas de Vida”, y “Con las Estrellas”, los artistas transmitieron no solo talento musical, sino también un mensaje claro: la música puede salvarnos del ruido y conectarnos con lo que realmente importa.
La gira también destacó por su componente ambiental. A través del proyecto SíMiPlaneta, los asistentes participaron en la creación de las llamadas “Bombas de Vida”, esferas hechas con materiales orgánicos y semillas diseñadas para reforestar áreas degradadas.
Estas bombas ecológicas serán lanzadas desde el aire en 2025, marcando un esfuerzo tangible por mejorar el entorno natural. Al respecto, los organizadores destacaron el impacto a largo plazo: “Cada árbol que crezca será un recordatorio del compromiso colectivo por un planeta mejor.”
El sencillo “Semillas de Vida”, compuesto por Dany Dstance y Matías Gruener, se convirtió en el emblema de la gira. Este tema, que invita a reflexionar sobre la responsabilidad hacia el medio ambiente, ha tenido una gran acogida tanto en vivo como en plataformas digitales, reforzando el mensaje de acción y esperanza.
El proyecto “Punto de Encuentro” no termina aquí. Varias instituciones ya han solicitado sumarse a la gira en su próxima etapa, programada para 2025, la cual promete más conciertos y actividades centradas en la música y la reforestación.
Con esta iniciativa, Dany Dstance y Matías Gruener demuestran que el arte no solo entretiene, sino que también puede transformar comunidades, generar conciencia y plantar las semillas de un mundo más sostenible.