Review: “Monster Harvest”

: Eder Quintero; 27 Septiembre 2021

Review: “Monster Harvest”

Imágenes: Cortesía Merge Games | Gameplay PoluxWeb.com

Video: Cortesía Merge Games

Ha llegado la temporada ideal para cultivar criaturas monstruosas para formar nuestra propia granja en “Monster Harvest”.

Pokémon con forma de planta

“Monster Harvest” es un título de farming de monstruos que, además, nos permite entrenarlos (¿alguien pensó en “Pokémon”?). La trama nos presenta al Profesor Spark, quien ha descubierto una sustancia que puede transformar plantas en animales a los cuales ha bautizado como planimales. Por supuesto, debemos elegir nuestro avatar y nombrar a nuestra granja, pues es lo más preciado que tendremos a lo largo de nuestra aventura.

En realidad, estamos ante un juego medianamente pasivo, muy al estilo del género, en donde debe realizar acciones de acuerdo a una barra de energía que representa el cansancio del personaje; algo de mucho peso, pues una vez que se agota, lo único que resta por hacer es ir a dormir y tomar un buen descanso para regresar con todas las fuerzas al trabajo; aunque también podemos optar por una breve siesta que recupere ligeramente nuestra energía. Desde luego, el tiempo va cambiando entre día y noche, sin olvidar el clima como la lluvia; algo que igualmente se presenta como un apartado importante por obviedad de los cultivos ya que algunos se dan mejor en ambiente seco, con lluvia u oscuridad). Otra barra importante es la de experiencia que, evidentemente va progresando conforme más jugamos.

Cosecha lo que siembras

La mecánica del juego, tal como otros tantos del estilo, nos invita a reunir diferentes materiales regados a lo largo del mundo (granja) que funcionan como ingredientes para crear nuevos elementos; desde luego, también cuenta el lugar en donde se coloquen. Los materiales igualmente pueden cambiarse por dinero, mismo que debemos administrar sabiamente para construir, comprando en la tienda lo que nos haga falta. Asimismo, es importante considerar los días que tarda en cosecharse; es así como tenemos resultados por temporada. Desde luego, al paso del tiempo, podemos ir automatizando todo en nuestra granja.

La idea entonces es ir creando y evolucionando nuestros planimals, pero no todos son amigables y por ello debemos hacerles frente. Claro que nuestros planimales son los mejores aliados y se enfrenta a las amenazas. Los ataques son diferentes y se van desbloqueando según el nivel del planimal; podemos crear hasta 72 mutaciones diferentes.

Mutación discreta

Uno de los grandes dilemas del juego es que no se detiene en explicar lo que debemos realizar, por lo que los nuevos jugadores dentro del género pueden encontrarlo confuso, tardando en entender conceptos por sí mismos, así como las acciones a ejecutar. Esto también se ve reflejado en el crecimiento progresivo; a veces podemos crecer muy rápido, pero mantener el nivel de nuestros pequeños compañeros puede resultar un poco menos digerible llevándolos a su muerte definitiva (no hay manera de recuperarlos).

A su vez, la interfaz del menú es contundente y el touchpad del DualSense en la versión del PlayStation funciona como mouse; un mero detalle que, a pesar de ser atractivo, puede llegar a ser molesto al accionarse el cursor sin permitirnos elegir con el pad direccional o stick de manera más rápida dadas las pocas opciones en pantalla. De la misma forma, aunque contamos con un mapa pequeño dentro del juego, se extraña alguna referencia más amplia que nos permita ubicarnos de mejor manera en la granja, pues ni siquiera podemos acerca o alejar la cámara.

Cultivo limitado

Gráficamente, el juego está caricaturizado con modelos y texturas en Pixel-Art con música meramente ambiental y pocos efectos de sonido para nuestras acciones. Vale la pena acotar que todos los textos en pantalla están localizados al español e incluye otros idiomas tales como francés, alemán, chino, japonés, coreano, ruso y portugués. Charlar con otros personajes es una actividad recurrente, lo que aumenta la relación con el pueblo.

“Monster Harvest” busca ser un juego adictivo y expansivo; sin embargo, es justo decir que cae en los repetitivo casi en todos sus apartados, ya que los combates no ofrecen demasiada estrategia y la música termina por convertirse prácticamente en un loop con una calma extrema.