Review: “Gylt”

: Eder Quintero; 06 Agosto 2023

Review: “Gylt”

Imágenes: Cortesía Tequila Works | Gameplay PoluxWeb

Video: Cortesía Tequila Works

El bullying también puede catalogarse como terror y es justamente bajo esta premisa que Tequila Works nos entrega “Gylt” para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC.

Una pesadilla muy real

Podríamos definir a “Gylt” como un título survival horror ligero ya que sus mecánicas son sencillas, pero cobra muchísima fortaleza en su narrativa y en la tensión que genera constantemente para mantenernos en suspenso constante con la intriga de saber qué es lo que está ocurriendo aun cuando es por demás evidente. La historia nos presenta a la pequeña Sally buscando desesperadamente a su prima Emily quien desapareció misteriosamente en el pueblo de Bethelwood.

La atmósfera rápidamente se torna oscura y desolada para presentarnos lo que será la constante de toda nuestra aventura: monstruos que de inmediato se nos lanzarán encima tan solo nos ven o escuchan. Dadas estas condiciones, “Gylt” basa su mecánica en el sigilo, pero nos da las herramientas para enfrentarnos a los enemigos ya sea destruyéndolos o dándonos tiempo para escapar; esto equilibra la balanza para mantenernos estresados durante ciertos momentos con alguno que otro scary jump, pero también para superar el juego sin demasiado esfuerzo. Adicionalmente, encontramos uno que otro puzzle que tampoco representa un reto mayúsculo.

Una búsqueda peligrosa

Controlando a Sally, debemos recorrer la escuela donde aparentemente se encuentra Emily. Para ello, podemos movernos libremente por el escenario abriéndonos paso por las diferentes áreas del lugar visitando salones y demás estancias, algunas accesibles desde un inicio y otras que debemos desbloquear tras conseguir una llave y objeto en particular. Cada ubicación parece un gran laberinto, pero siempre tenemos a disposición un muy amigable mapa que va mostrando los lugares ya visitados y resaltando algunos ítems de interés, siempre con una sensación de avance lineal.

En un inicio, solo contamos con una linterna básica para iluminar nuestro andar en la oscuridad y llamar la atención de los monstruos más torpes. Conforme avanzamos, obtenemos una nueva lámpara que además puede lanzar rayos de luz para activar algunas fuentes de poder y eliminar monstruos, pero depende de baterías, las cuales encontramos constantemente regadas en los escenarios. También llegamos a encontrar un extintor que nos ayuda a apagar llamas, congelar charcos electrificados y a algunos enemigos. Otro elemento que podemos usar como arma son las latas de refresco, las cuales nos ayudan a distraer a los enemigos y para activar algún interruptor inalcanzable.

Demonios internos materializados

Los monstruos actúan en una especie de patrullaje por lo que basta con escondernos detrás de escritorios, sillas, etc. y estudiar sus patrones para movernos sin que nos detecten (podemos cambiar el ángulo de la cámara para tener siempre la mejor perspectiva); incluso podemos acercaros por su espalda para eliminarlos con la lámpara. En caso de que nos pillen, podemos enfrentarlos disparándoles rayos de luz en sus puntos débiles, congelarlos con el extintor o generando un flash que los deja ciegos por un breve periodo de tiempo permitiéndonos huir; es importante remarcar que Sally se cansa rápidamente debido a una barra de estamina que ciertamente se recupera con buena velocidad. Los monstruos suelen revisar el último punto en que nos vieron y vamos dejando una silueta que marca nuestro camino.

Llegado el momento climático de cada misión, siempre bien especificada en el menú, debemos enfrentar a un imponente jefe valiéndonos de nuestro entorno; igualmente podríamos necesitar resolver una especie de puzzle mayor para abrir la puerta principal que nos permita seguir nuestro camino. Es plausible la forma en que las mecánicas se fusionan para mantener una experiencia satisfactoria mientras cumplimos los objetivos.

Reto moderado

La salud de Sally depende de su propia barra, misma que rellenamos con inhaladores; podemos cargar hasta cinco a la vez y es fácil encontrarlos a lo largo de todos los escenarios. También existen algunos secretos que nos van relatando más del lore del juego; entre ellos hay cuadros que debemos restaurar con la lámpara y algunos diarios. Hay más coleccionables que constantemente se nos invitan a regresar a algún cuarto que no hayamos visitados; eso sí, todo tiene su momento.

“Gylt” no es un juego particularmente difícil, pero vale la pena mencionar que nuestro avance se guarda constantemente y los monstruos previamente derrotados no vuelven a aparecer. Asimismo, cabe apuntar que no existen niveles de dificultad a elegir, por lo que mientras algunos jugadores lo pueden encontrar agradable y accesible mientras se dejan llevar por la trama, los gamers más experimentados pueden percibirlo como falto de reto. En todo caso, acabar la historia principal nos lleva alrededor de 7 horas, pero si buscamos todos los secretos, la duración puede extenderse un par de horas más.

La forma del bullying

Visualmente, “Gylt” toma inspiración en muchos títulos del género e incluso de conceptos de películas de Henry Selick y hasta de Guillermo del Toro, pero todo adaptado para exponer un alma propia que fusiona la realidad con una pesadilla. Los escenarios cuentan con un excelente diseño para su exploración y grandes detalles estéticos que sorprenden a cada paso, aunque su texturizado es modesto y la iluminación es muy básica, algo que ciertamente pudo mejorarse mucho al tratarse de un juego que se desarrolla mayormente en la oscuridad.

El modelado de los personajes tanto de las niñas, como de los monstruos resulta muy atinado para representar la inocencia y el temor frente al acoso y el abuso; de esta forma, dentro de la fantasía, todo resulta genuinamente empático. Además, las animaciones son bastante fluidas y existen algunas transiciones que aumentan el dramatismo, mismo que, sin embargo, llega a cortarse con la incrustación de secuencias en 2D estilo cómic.

El audio de “Gylt”, en general, es de lo mejor logrado técnicamente. La música presenta muchas intenciones a lo largo de todo el juego, por lo que llegamos a percibir un aire de desolación, desesperanza y hastío, pero también la tensión cuando las situaciones lo ameritan. A esto se le suman los diferentes efectos como los latidos del corazón cuando estamos cerca de un enemigo, cosas que caen, gritos y susurros de los monstruos, entre otras cosas. Asimismo, el juego llega con doblaje al español castellano además del inglés, alemán, francés e italiano, mientras que los textos llegan localizados al español, inglés, alemán, danés, francés, italiano, noruego, portugués, ruso, sueco, coreano y japonés.

Reflexión obligada

Durante nuestro recorrido por la escuela presentada en “Gylt”, hay muchos pasajes que retratan el bullying el cual puede dejar marcas de por vida, aunque los demás lo vean como algo insignificante, y es justamente esto lo que no les permite entender cómo se convierten en auténticos monstruos. El acoso es un tema delicado que increíblemente es minimizado por muchas personas; a veces porque ellas mismas lo ejercen y otras porque simplemente no les interesa, pero todo esto puede llevar a consecuencias que incluso pueden ser fatales.

“Gylt” es uno de esos títulos que, con lo más esencial, entrega una propuesta con alma propia y un mensaje contundente que puede mover las fibras de víctimas y victimarios del bullying sumergiéndonos en un mundo de monstruos como si se tratara de un viaje a la conciencia colectiva en una sociedad en donde cada uno se encierra con sus problemas y desintereses por igual, resaltando el miedo, la desesperanza, así como el arrepentimiento, bajo un discurso claro que cualquiera puede entender, pero pocos pueden aceptar.

“Gylt” ya se encuentra disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC.