Imágenes: Cortesía Square Enix | Gameplay PoluxWeb
Video: Cortesía Square Enix
Es tiempo de regresar a Midgar con “Final Fantasy VII Rebirth”, la segunda entrega de la trilogía del remake del icónico título que nos sumerge a un imponente mundo abierto para disfrute de todos los fans. El juego ya está disponible en PlayStation 5.
La leyenda se expande
Ya han pasado prácticamente 4 años desde que “Final Fantasy VII Remake” nos deleitó con una experiencia renovada al recrear las más grandes sensaciones que tuvimos la oportunidad de probar hace casi 3 décadas. Cabe recordar que el proyecto remake se ha dividido en tres títulos independientes, lo que permite revisitar la historia original y sumar elementos que profundicen aún más en la aventura de los héroes y sus personalidades; y vaya que con “Final Fantasy VII Rebirth” se supera, entregando una narrativa más rica y elementos jugables altamente efectivos, mezclados con minijuegos.
Lo sorprendente de “Final Fantasy VII Rebirth” es que, por más que ya conozcamos la historia original, nos sumerge tanto en la trama al grado de involucrarnos como si se tratara de algo completamente nuevo, pero al mismo tiempo mantiene la esencia que nos hace revivir las tardes de 1997. Así como en el título anterior, la historia se expande para un desarrollo más pleno de cada uno de los personajes y sus relaciones dejándonos intervenir con decisiones y diálogos; un verdadero deleite narrativo que nos lleva por un sube y baja de emociones con fascinantes giros en la trama. Es inevitable sentir empatía con muchos de los personajes al grado de emocionarse con eventos desde lo más trivial hasta lo más dramático; aunque sí, también hay cosas que ciertamente parecen solo picarnos para lo que será la siguiente entrega.
Heridas abiertas
“Final Fantasy VII Rebirth” continúa con los acontecimientos posteriores a que Cloud, Tifa, Barret, Aeris y Red XIII escapan de Midgar y rompen las ataduras del destino a fin de embarcarse en una nueva aventura viajando a “la capital olvidada”. La historia está tan bien contada que aun si no has jugado el título original, es fácil entenderla; no obstante, para sumergirnos plenamente en el contexto, se incluye un breve resumen para ponernos al día.
El juego de inmediato nos sumerge a la acción, pero también a un momento sumamente crucial que nos llena de melancolía e incertidumbre. Su intención es cimentar el camino para plantear el proceso en el que Cloud y Sephiroth dividen sus ideales convirtiéndose en rivales, contándolo a manera de flashback.
Tras el prólogo, nos adentramos en un enorme mundo abierto en el que, de alguna manera, todo se siente “cercano” gracias al tremendo dinamismo y la gran variedad de actividades que constantemente realizamos, lo que hace que las más de 70 horas de juego que pueden llegar a costarnos completar los 14 capítulos que conforman a la campaña principal fluyan como agua entre los dedos; no obstante, muy difícilmente el juego se cierra a meramente pasar la historia, por lo que es muy fácil “distraerse” al realizar muchísimas misiones secundarias.
Mundo de fantasía
El mundo de “Final Fantasy VII Rebirth” luce abrumador por sus dimensiones, pero al poco tiempo es fácil darnos cuenta de que se trata de mapas amigables que nos permiten ir y venir cómodamente por la propuesta de las misiones de historia y secundarias; además, se incluyen viajes rápidos y las curiosas aves Chocobo que llenan de ternura y velocidad nuestra aventura ya que podemos montarlos para recorrer grandes distancias; incluso existen algunas paradas de Chocobo regadas en todo el territorio precisamente para poder teletransportarnos y descansar para recuperar la salud y magia.
Durante nuestro andar, encontramos ítems, así como rompibles y cofres que esconden objetos de utilidad, así que la exploración es una mecánica fundamental. Lo mejor de todo es que las transiciones del mundo abierto a los lugares de interés que nos llevan a la acción no presentan cortes más allá de las cinemáticas, esto es un signo del gran aprovechamiento de la generación actual. Asimismo, las cargas cuando aplicamos viajes rápidos son muy breves denotando la excelente optimización.
Mucho que hacer
“Final Fantasy VII Rebirth” presenta un diseño de escenarios impecable; cada rincón ha sido cuidado hasta el mínimo detalle, por lo que los diferentes espacios no se sienten repetitivos; por el contrario, cada locación tiene identidad propia gracias a una minuciosa ambientación. En realidad, estamos ante varios mundos entrelazados, cada uno con proporciones épicas que nos lleva a querer visitar y revisitar sus diferentes lugares. Desde luego, no pueden faltar las mazmorras con sus puzzles y una muy adecuada curva de dificultad.
Como existen misiones secundarias, hay varias actividades que podemos realizar aprovechando el largo y ancho del mapa. Es así como podemos activar torres de vigilancia que revelan ubicaciones de interés, reunir información del lugar, encontrar objetos para entregarlos y eliminar enemigos, entre muchas otras cosas. Pero también hay muchos divertidos minijuegos como el atractivo Cartas de Sangre, un adictivo juego que nos lleva a encontrar NPC para echar la reta y obtener mejores cartas para armar un mazo invencible; por si fuera poco, los Chocobos también tienen su encanto porque, dependiendo de la zona en la que nos encontramos, tienen una fortaleza para desplazarse.
Combates emocionantes
Para los combates, “Final Fantasy VII Rebirth”, ha optado, una vez más, por un sistema RPG con acción en tiempo real que nos lleva a desatar enfrentamientos épicos gracias a la muy fluida combinación de botones que incluye ataque sencillo, dash y bloqueo; y sí, los gatillos del DualSense han sido aprovechados, principalmente durante los QTE. No obstante, lo más atractivo de todo es cuando abrimos nuestra lista de acciones, momento en que el juego se ralentiza para permitirnos elegir la opción deseada entre habilidades, hechizos y objetos, siempre y cuando tengamos activas las cargas BTC que se rellenan al paso del tiempo y al atacar a los enemigos; todo nuestro arsenal es de suma utilidad durante los enfrentamientos más difíciles. Cabe acotar que existen dos estilos de combate: el clásico, con comandos y acciones automáticas, así como el activo para tomar control total.
Entramos en combate cuando nos acercamos a un enemigo deambulando en el escenario; si lo topamos la espalda, cobramos ventaja al iniciar el enfrentamiento. Claro que siempre hay que tener en cuenta aquellas batallas que podemos ganar y cuáles no, por lo que podemos evitar un encuentro innecesario o bien salir huyendo simplemente con mantener la distancia; de hecho, se ha implementado el sigilo, aunque de manera muy rústica. Obviamente hay combates que no podemos evadir tales como los jefes, los cuales impactan a cualquiera, pero basta con estudiar sus patrones para esquivar y contraatacar; en general, han sido bastante bien pensados para mantener un reto equilibrado.
Siempre debemos estar pendientes de la barra VIT (salud) y PM (magia). Obviamente, si los tres personajes que integran a nuestro equipo quedan sin vitalidad, el juego termina y debemos reiniciar del último punto de control. Ambas barras se rellenan al aplicar algún consumible o bien cuando descansamos en lugares específicos para ello. Tampoco pueden faltar las tiendas para reabastecernos de diversos ítems.
Evolución propia de un RPG
Cabe destacar que podemos cambiar el control entre los personajes que conforman nuestro equipo según beneficie nuestro estilo de juego, pues cada uno tiene características muy puntuales; a esto se le suman las habilidades de sinergia que además de ocasionar más daño, lucen visualmente espectaculares, invitándonos a probar todas las combinaciones posibles. Cabe apuntar que los enemigos ahora incluyen una barra de aturdimiento que se va drenando conforme los atacamos hasta dejarlos debilitados para recibir mayor daño; incluso existe una habilidad para evaluarlos y así obtener datos sobre sus vulnerabilidades.
Existen ranuras para orbes de materia que encontramos regados a lo largo y ancho del mundo, que nos permiten mejorar armas y armaduras, así como habilidades, hechizos y parámetros; es importante probar diferentes combinaciones para mayor beneficio. A su vez, los núcleos de habilidad invitan a invertir puntos PA en un árbol que desbloquean atributos o parámetros de cada personaje para aprender más habilidades, incluidas las de sinergia. Igualmente contamos con un transmutador de objetos con el que podemos convertir la materia prima en consumibles, equipamientos y accesorios, entre otras cosas.
De inicio, “Final Fantasy VII Rebirth” propone tres niveles de dificultad; ciertamente el intermedio funciona muy bien, sin empujarnos a frustraciones innecesarias. Una vez que se completa la campaña principal, se desbloquea una opción para mayor dificultad y se nos permite jugar los capítulos de manera independiente conservando el nivel y los personajes que se integraron durante la aventura.
Gráficas renacidas
En su momento, “Final Fantasy VII” sorprendió al mundo con su apartado visual, por lo que la responsabilidad de la nueva trilogía es muy grande; afortunadamente, estamos ante unas gráficas que cumplen con las exigencias gracias a todos los detalles que, en conjunto, lucen sorprendentes. Donde se le puede exigir mucho más es en la iluminación, la cual genera algunos cambios bruscos entre zonas, sobre todo de exteriores a interiores; además ocasiona que las sombras se deformen ligeramente. Por otro lado, se nota que tuvieron que reducir calidad de las texturas en los escenarios abiertos para que el peso acumulado no fuera un problema para el rendimiento; claro que se puede elegir una visualización que favorezca a los gráficos o al rendimiento.
Los personajes, por su parte, destacan por sus modelados respetando la idea original, pero trayéndolos a la época actual de manera excepcional, sobresaliendo el movimiento de la ropa y el cabello. Sus animaciones en combate son una delicia, complementándose con innumerables efectos; mientras que sus expresiones dan un toque de credibilidad superior durante las cinemáticas con una magistral dirección de cámaras. Otro detalle que parece menor, pero que cuenta mucho, es que los personajes que no se encuentran dentro de nuestro equipo, no desaparecen durante los combates, sino que se quedan guardando distancia; de verdad ha sido un extraordinario trabajo de optimización.
“Final Fantasy VII Rebirth” incluye un modo fotografía, aunque no es el más completo; en cualquier caso, es inevitable pausar de vez en cuando la acción para tomar un screenshot de una bonita postal ya sea en plena acción o durante un momento más relajado y es que en muchos momentos vale la pena respirar viendo al horizonte dada la profundidad que nos ofrece durante la exploración.
Audio de altura
La música de “Final Fantasy VII Rebirth” nos sumerge plenamente en todo el sentimiento del juego según lo que esté sucediendo gracias a muchísimas composiciones de todo tipo, pasando por el jazz, electrónica, pop y hasta metal, lo cual encaja perfectamente mientras estamos explorando, combatiendo o jugando un minijuego. A esto hay que añadir los temas recreados del juego original, mismos que despiertan la nostalgia en cualquiera, sobre todo los momentos más claves de la historia.
El diseño sonoro cumple gratamente con el objetivo al fusionar todos los efectos con la acción en pantalla distribuyéndose de manera inmersiva. El juego llega con voces en inglés y japonés, ambas con un excelente trabajo de interpretación; sin embargo, recomiendo más el inglés debido a que hay muchos diálogos durante la partida y, en muchas ocasiones, leer los subtítulos distrae más de lo ideal. Por cierto, existen algunos fallos en los textos localizados al español. También se incluye doblaje al alemán y francés, mientras que los textos también se encuentran en inglés, alemán, francés, italiano, portugués y japonés.
El cielo es el límite
“Final Fantasy VII Rebirth” logra revivir los momentos más significativos del “Final Fantasy VII” original y lo expande de una forma difícil de anticipar y que nos hace dimensionar el más de cuarto de siglo que ha pasado desde que vio la luz por primera ocasión. Todo el juego tiene vida gracias a su riquísima narrativa, a sus personajes llenos de alma, a sus detallados escenarios, a su sublime diseño de producción, a su refinada mecánica de juego dividida en exploración y combate, así como los divertidísimos minijuegos que bien podrían ser un juego aparte.
Completar “Final Fantasy VII Rebirth” lleva varias horas, pero el tiempo se pasa muy rápido cuando te diviertes y esto es lo que ocurre con “Final Fantasy VII Rebirth”. La gran cantidad de misiones alternas y demás actividades nos invitan a querer completar el 100% del juego; algo que supera ampliamente las 100 horas. Después de eso, llega el rejuego ya sea para retarnos con una dificultad mayor o meramente para revivir la aventura con todos los personajes integrados; así que la vida del título es muy elevada.
Claro que “Final Fantasy VII Rebirth” no es perfecto, pero sí es uno de los mejores juegos de los últimos años. Ha sabido sacar lo mejor de la entrega original de los 90 y de la primera parte de la trilogía remake para reforzar los aciertos hasta llevarlos a un nivel difícil de igual. Justo de aquí cabe cuestionarnos qué nos espera en el título que dará cierre a este proyecto; realmente tiene un compromiso muy elevado, pero, honestamente, no dudo que nos vuelvan a sorprender. Por cierto, existen bonificaciones para quienes tengan los anteriores títulos.
Distribuidor: Square Enix
Desarrollador: Square Enix Creative, Business Unit I
Género: RPG | Acción
Plataformas: PlayStation 5
Duración aproximada: Principal: 75 horas | Completo: 130 horas
Idiomas en audio: Inglés, Japonés
Idiomas en texto: Español, Inglés
Modo en línea: No
Jugadores locales: 1
Jugadores en línea: –
ESRB: Teen
Fecha de lanzamiento: 29 de febrero de 2024
Precio: PS5: USD $69.99
Reseñado en: PlayStation 5, gracias a un código otorgado por Square Enix
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