Review: “Phantom Fury”

: Eder Quintero; 28 Junio 2024

Review: “Phantom Fury”

Imágenes: Cortesía 3D Realms| Gameplay PoluxWeb

Video: Cortesía 3D Realms

“Phantom Fury” nos transporta a un frenético viaje shooter en primera persona que rinde homenaje a los clásicos del género. Disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC, este título, desarrollado por Slipgate Ironworks y publicado por 3D Realms, logra una experiencia cargada de acción y nostalgia, pero con varios reveses técnicos.

El regreso de Shelly “Bombshell” Harrison

En “Phantom Fury” tomamos control de Shelly “Bombshell” Harrison con la misión de detener una amenaza inminente con ayuda de su nuevo brazo biónico y un arsenal de más de 20 armas para deleite de los fans de los shooters. Desde luego, Shelly conserva el estilo con el que hizo su aparición en “Bombshell” (2016) y, eventualmente, en “Ion Fury” (2019), de la que “Phantom Fury” podría catalogarse como secuela espiritual al compartir, además de la protagonista, otros elementos y personajes, aunque sin una continuidad específica.

Nuestra querida desactivadora de bombas, Shelly, despierta en una base militar para, de inmediato, sumergirse en una nueva misión a lo largo de Estados Unidos, visitando ciudades postapocalípticas, instalaciones científicas, moteles, bares, desiertos y hasta alcantarillas con el objetivo de recuperar el Demon Core Artifact, un objeto capaz de causar destrucción masiva. Si bien la historia es sencilla, está cargada de acción y adrenalina al enfrentar a diversos enemigos de toda índole, así como a los respectivos jefes.

Explosión de nostalgia y adrenalina

Desde el primer momento, “Phantom Fury” nos sumerge en un mundo repleto de referencias a los shooters de los 90. La campaña cuenta con tres niveles de dificultad que se ven reflejados en salud, daño y precisión de los enemigos; si bien se puede cambiar en cualquier momento de la historia, hay que reiniciar el nivel en curso para que surta efecto. En todo caso, es justo mencionar que la inteligencia artificial de los enemigos deja mucho que desear pues a menudo se comportan toscamente predecibles, pero no por ello dejan de ser peligrosos; en todo caso, esto provoca que la experiencia de juego roce lo repetitivo.

Evidentemente, la mecánica principal de “Phantom Fury” es shooter, pero también sabe incluir elementos de exploración con amplios escenarios y hasta resolución de puzzles que requieren tomar un tiempo para analizar la situación antes de caer en desesperación; por ejemplo, así como tenemos que encontrar algún código de seguridad, en otro momento debemos acomodar coches con una grúa para construir un camino que nos permita seguir avanzando. Hay otros momentos más relajados en donde podemos echarnos una partida arcade.

La jugabilidad combina lo clásico con lo moderno gracias a sus controles tan sencillos como responsivos, permitiendo que el jugador se mueva omnidireccionalmente con fluidez y libertad por los escenarios, agacharse, saltar, correr, interactuar, arrojar objetos, disparar y recargar, así como lanzar un golpe con su poderoso brazo, aunque esto requiere cierto tiempo de carga, lo que puede resultar un poco frustrante, sobre todo cuando solo se quiere destruir objetos en el escenario en búsqueda de ítems. También hay ocasiones en que podemos manejar vehículos por cielo, mar y tierra cumpliendo con lo mínimo.

Homenaje a los shooters clásicos con un toque moderno

Las armas de fuego, con municiones limitadas, se pueden elegir a través de una ruleta de señcción, lo que permite que las tengamos disponibles prácticamente de forma inmediata. Desde el Loverboy Revolver hasta la Motherflakker shotgun, el arsenal es tan amplio que podemos adaptarnos a uno o más según nuestro estilo de juego; tristemente, el sistema de apuntado es bastante incómodo e impreciso, emulando demasiado a un gameplay retro, aunque esto depende también del arma en nuestra mano. También es preciso señalar que los enemigos reaccionan prácticamente igual sin importar en dónde reciben el impacto.

Además, existe un sistema de mejora de armas y habilidades del brazo biónico que agrega un interesante nivel de profundidad de combate. Adicionalmente, podemos activar un escudo magnético para protegernos de los ataques enemigos y activar una linterna en los lugares oscuros. Y así encontramos otras curiosidades como maquinitas de refresco para recuperar un poco de salud y civiles que no debemos dañar; esto genera una experiencia genuina durante nuestro recorrido.

Estética retro con limitaciones

“Phantom Fury” evidencia su tributo a los shooters clásicos desde su presentación visual. Sus gráficas parecen de la generación del Xbox y PlayStation 2, con modelos de personajes un tanto desproporcionados, texturas intencionalmente básicas, así como animaciones rígidas y poco expresivas. Incluso la lectura de los textos de los monitores que constantemente debemos investigar para descubrir secretos y profundizar en el lore resulta muy incómoda al grado de causar dolor de cabeza. Eso sí, vale la pena reconocer que se incluyen opciones para daltónicos.

En cuanto al audio, el juego ofrece una banda sonora que acompaña adecuadamente la acción sin destacar demasiado con composiciones claramente influenciadas en el metal y el rock siguiendo una línea de ciencia ficción con toques de acción. A su vez, aunque el diseño sonoro cumple su propósito, no logra elevar la experiencia del juego pasando casi desapercibido durante la partida. Todo el audio hablado se encuentra en inglés, mientras que los textos en pantalla están localizados a múltiples idiomas, incluyendo español, inglés, francés, italiano, chino, japonés, portugués, polaco y alemán.

Furia en calma

Se entiende que “Phantom Fury” es un homenaje a los shooters de la vieja escuela, pero hay momentos en donde se exagera y se desaprovechan oportunidades para fortalecer las virtudes retro equilibrándolas con las exigencias contemporáneas. A esto se le suman algunos errores técnicos, desde fallas en colisiones que incluso llegan a dejar atrapada a la protagonista, teniendo que recurrir al reinicio desde el último punto de control, hasta glitches gráficos. De igual manera, aunque el juego se guarda automáticamente, no respeta del todo el progreso alcanzado en el punto de control y esto es por demás cuestionable, sobre todo porque justamente la progresión es de lo más atractivo y mejor logrado del juego.

“Phantom Fury” es un título con una propuesta llamativa y de enorme potencial, pero falla constantemente en su ejecución. Puede resultar de gran gusto para aquellos que disfrutan de shooters de la vieja escuela como “DOOM”, “Duke Nukem 3D” o “Quake”, pero sinceramente sus limitantes técnicas y de diseño hacen que el tributo se vea opacado, valiéndose de la acción para mantener al gamer enganchado, hasta que uno que otro puzzle puede reducir el grado de interés en continuar.

“Phantom Fury” ya se encuentra disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC.