Reseña: “Guasón 2: Folie À Deux”

: Eder Quintero; 02 Octubre 2024

Reseña: “Guasón 2: Folie À Deux”

Imágenes: Cortesía Warner Bros. Pictures

Video: Cortesía Warner Bros. Pictures

Tras el indiscutible éxito de su predecesora, “Guasón 2: Folie À Deux” nos vuelve a sumergir una vez más en la atormentada mente de uno de los villanos más emblemáticos de DC, extendiendo su conflicto emocional al encontrar el amor.

Apuesta arriesgada

Cuando “Guasón” llegó en 2019 refutó implacablemente la teoría que manifiesta que el cine de corte independiente es solo para una minoría ilustrada; aunque también es justo cuestionarnos si hubiera tenido el mismo éxito no usando el nombre del icónico personaje. Y es que, seamos honestos, la historia subsistía sin necesidad de explotar el nombre del principal antagonista de Batman.

Bajo esta línea, en lo personal, siempre me causó ruido que en esa película se le diera un nombre y una identidad al Joker; al final, es un personaje al que pocas veces se ha explorado profundamente su origen, funcionando mejor como un ser maduro, depravado y sin escrúpulos. Justamente “Guasón 2: Folie À Deux” llega para cerrar el ciclo de una propuesta experimental que, inicialmente, no estaba vinculada al mundo de DC.

“Guasón 2: Folie À Deux” hace muchas cosas bien y otras no tanto; sin embargo, lo que antes pudo ser su principal virtud, hoy puede jugarle en contra, puesto que se sigue imponiendo su propuesta independiente y, con ello, se da permiso para experimentar. Esto lo deja muy en claro desde el inicio con una referencia a las animaciones clásicas de Warner y, eventualmente, algunos musicales que ciertamente aportan muy poco de fondo a la trama por más que busque justificarse como parte del estado mental del protagonista.

Descenso al caos psicológico al ritmo de la música

La historia se desarrolla después de los eventos de la primera película centrando nuestra atención nuevamente en Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) quien se encuentra confinado en Arkham, lugar en donde conoce a Lee Quinzel (Lady Gaga). Ambos comienzan una enfermiza relación amorosa en la que los engaños y la manipulación prevalecen, en tanto el Joker enfrenta un juicio que definirá su futuro por los asesinatos cometidos.

Ciertamente, la película altera el encuentro de Joker y Harley, pero podríamos entender una conexión más profunda a un hipotético futuro cuando llega el desenlace, aunque para algunos espectadores puede parecer innecesario y confuso. Es así como el guion juega con la percepción de la realidad, utilizando secuencias oníricas y musicales que representan el descenso de ambos personajes a la locura.

Tristemente, los musicales no siempre se sienten orgánicos. Aunque Lady Gaga brilla en algunos momentos, no justifica su inclusión en la trama. De hecho, el propio guion se burla puntualmente de este recurso que termina por ser innecesario y que alarga tediosamente al filme, haciendo evidente que su presencia está más para resaltar a la cantautora que para enriquecer a la historia. Los temas, particularmente de género jazz, están lejos de ser memorables, ni representan una verdadera exigencia a la capacidad vocal de Gaga.

Entre la realidad y la locura

Joaquin Phoenix regresa con una actuación digna de elogios, una vez más inmerso en la psicología de Arthur Fleck con una profundidad inquietante. Explora cada emoción y cada estado mental de forma magistral, entregando una versión más vulnerable del personaje. Sin embargo, la química con Lady Gaga es preocupantemente irregular y hasta distante. Puede que Gaga entregue una interpretación correcta, pero queda por debajo de las exigencias de una película de esta índole, ocasionando que la relación entre ambos personajes se sienta constantemente forzada.

“Guasón 2: Folie À Deux” destaca por su impecable cinematografía. El uso del color y la iluminación es crucial para sumergir al espectador en la mente fragmentada de Arthur, así como en las atmósferas opresivas de la prisión y del psiquiátrico. Por su parte, la banda sonora, se mantiene a la altura con tonos psicóticos y melancólicos que encapsulan perfectamente el estado mental de los protagonistas. Asimismo, vale la pena resaltar el gran trabajo con el diseño de sonido y su distribución inmersiva.

Desde luego, “Guasón 2: Folie À Deux” cuenta con referencias obvias al universo de Batman que pueden resultar exquisitas para los fans más clavados. Además de sumergirnos en los claustrofóbicos pasillos y cuartos de Arkham, también se nos muestra a un joven Harvey Dent (Harry Lawtey) e incluso deja inteligentemente todo puesto para hilar su historia con otras tantas del Caballero de la Noche, encajando perfectamente sobre todo con aquellas más realistas como las de Nolan o Reeves, aunque Todd Phillips ya ha declarado que son de universos diferentes; en fin, da para muchas teorías. En cualquier caso, justifica la aparición de un Bruce Wayne infante en la primera entrega.

Crítica incómoda

La película no duda en criticar a la sociedad, exponiendo las consecuencias de la falta de empatía, orillando a que los buenos deseos y acciones se conviertan en todo lo contrario; a esto se le suman las falsas expectativas del amor de una pareja. Sin embargo, este mensaje se ve ensombrecido por los excesos narrativos y la falta de coherencia en algunos momentos.

“Guasón 2: Folie À Deux” aprovecha también para lanzar un dardo al fanatismo que puede resultar incómodo para muchos espectadores que depositaban en Joker y Harley sus esperanzas al grado de hacer cosplays de ellos. No podemos negar que el payaso se ha convertido en los últimos años en un símbolo, pero en esta producción se humaniza en extremo, pisoteando a la anarquía a la que muchos ven desesperadamente como un boceto de esperanza. Entonces, mientras enfatiza que el Joker puede ser cualquier persona, la película es emocionalmente incómoda para la audiencia generando negación y rechazo de manera inconsciente.