Imágenes: Eder Quintero
Con mucha expectativa, se presenta en el Teatro San Rafael la historia de Navidad que Adal Ramones tanto deseaba estelarizar: “Un Cuento de Navidad: El Musical”.
El jueves 30 de noviembre se llevó a cabo el preestreno de “Un Cuento de Navidad: El Musical” con artistas invitados y medios de comunicación. Una noche que seguramente será memorable para el elenco de la obra, productores y personas asociadas pues fue una función en la que la algarabía, los aplausos y la diversión se hicieron presentes.
Con un derroche de talento, en medio de una escenografía muy dinámica y vestuarios llenos de colores, texturas, matices y alta costura, “Un Cuento de Navidad: El Musical” se convierte en una opción para estas fechas de celebración en familia; tanto los más pequeños como los adultos pueden disfrutar de la historia tan conocida de Charles Dickens, con una adaptación musical y coreográfica que eleva el contenido y entretiene sumamente al público.
Con música de Alan Menken, letras de Lynn Ahrens y libreto de Mike Ockrent, “Un Cuento de Navidad: El Musical” llega al teatro San Rafael del 8 de diciembre de 2023 al 1º de enero de 2024. Con la coreografía de Susan Stroman y música en vivo dirigida por Analí Sánchez Neri, esta puesta en escena ofrece un mundo de ilusión y de reflexión en un promedio de una hora cincuenta minutos.
Y por fin hizo realidad su sueño el señor Adal Ramones quien, en conferencia de prensa, afirmó que, cuando vio por primera vez este musical, llorando, pensaba y soñaba con realizar la caracterización del señor Scrooge; ese momento llegó la noche del 30 de noviembre cuando pudo demostrar sus dotes actorales. Aunque no se le borra del todo su característica forma de hablar como cuando realizaba algún sketch o monólogo en su afamado programa “Otro Rollo”, gracias al maquillaje y los diálogos, logra proyectar el espíritu del personaje.
Indiscutiblemente, la ejecución musical es impecable, la elaboración de cuadros artísticos con actuación, coreografía y dinámica grupal son excelentes, sumado a los fastuosos vestuarios que impresionan con sus texturas y colores, luciéndose en medio de un escenario con piernas movibles y un juego de luces muy bien enmarcado. Todo esto hace de esta experiencia una obra muy llevadera, con elementos que cobijan y dan sustento a la obra, así como a la participación de Adal Ramones quien también aseguró que son sus compañeros los que llevan el peso en cada escena.
El Teatro San Rafael cuenta con asientos muy cómodos y una gran acústica, además de la distribución de butacas desde donde se puede apreciar mucho lo que acontece en escena. Sobra decir que las localidades de luneta tienen, por sobre el costo más elevado de la zona baja, la fortuna de tener mejor visibilidad, sobre todo después del intermedio cuando acontece un cuadro de baile tap y coreografía que asombra por su espectacularidad y su excelente ejecución.
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