Imágenes: Eder Quintero
Cepillín, el auténtico “Payasito de la tele”, se presentó en el Teatro Blanquita el fin de semana pasado para deleite de chicos y grandes.
Cepillín saltó al escenario notablemente emocionado por pisar un escenario como el Teatro Blanquita y, aunque el teatro lució una mediana entrada, el público asistente de inmediato lanzó ovaciones para el legendario personaje, quien, con suma vitalidad, comenzó a hacer comentarios con un humor completamente para toda la familia.
No pasó mucho para que los primeros niños subieran al escenario y se ganaran unos billetes del famoso payasito, quien presentaría a su hijo Cepi y así juntos llevar las riendas de una fiesta, empezando con “Las mañanitas” a capela para continuar, ya con música, con la emblemática “Tomás” y nuevamente interactuar con el público interpretando “Una mosca parada en la pared”. Posteriormente padre e hijo cantaron “Amor chiquito” y “La gallina Co Co Ua” para después subir nuevamente a los niños al escenario; cabe destacar que prácticamente fueron todos los niños presentes en el Blanquita los que pasaron y ninguno de ellos se quedó sin premio, el cual fue el último álbum de Cepillín con Cepi.
Tras un breve intermedio, Cepillín regresó bajo los reflectores con su nostálgico muñeco ventrílocuo, el cual permanecía guardado desde 1985. Finalmente el turno para que las mamás y papás subieran al escenario llegó, nuevamente muchos fueron los que se apuntaron para ello, con ánimos de poder estar junto a quien logró conquistar sus corazones de pequeños. Franky, también hijo de Cepillín, apareció para jugarles una broma a los papás y así las mamás tuvieran la oportunidad de quedarse con instrumentos inflables en sus manos mientras el payasito cantaba “La feria de Cepillín”.
El momento más sensible de la tarde llegó con la interpretación de “Un día con mamá”, pues, al borde de las lágrimas, Cepillín agradeció a los presentes y enérgicamente sentenció no haber tenido más oportunidades en la televisión, medio que le cerró completamente las puertas, pero presumió estar en el corazón de la gente, que es todavía más importante.
Cepillín y Cepi se dispusieron a despedirse con “La fiesta”, pero el público no los dejaría ir tan fácilmente por lo que ambos continuaron con “La brujita”, “Diablito loco” y “Pancho López”, dando por terminada una función inolvidable para padres e hijos.