Imágenes: Cortesía Difusión/QIAGEN
Durante el invierno en México, las infecciones respiratorias se convierten en un problema de salud pública, afectando principalmente a niños, personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas.
Una nueva tecnología de diagnóstico promete agilizar la identificación de patógenos en solo una hora, ayudando a reducir complicaciones y hospitalizaciones.
Las temperaturas más bajas, la permanencia en espacios cerrados y la circulación de virus estacionales contribuyen a un aumento de infecciones respiratorias durante esta temporada. En 2022, las consultas y hospitalizaciones relacionadas con estas enfermedades aumentaron un 77.3 % y un 7.8 %, respectivamente, según el Instituto Nacional de Salud Pública de México.
Estas infecciones sobrecargan los servicios de salud y representan un riesgo significativo para grupos vulnerables, como niños menores de 5 años, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas. Los principales síntomas de alerta incluyen fiebre persistente, dificultad para respirar y cianosis.
El QIAstat-Dx, desarrollado por la multinacional alemana QIAGEN, permite identificar patógenos virales y bacterianos en aproximadamente una hora. Esto incluye enfermedades como neumonía atípica, tos ferina, COVID-19, subtipos de influenza, adenovirus y virus respiratorio sincitial (RSV).
Un diagnóstico rápido permite a los médicos diferenciar entre infecciones virales y bacterianas, garantizando tratamientos específicos y evitando el uso indebido de antibióticos, que contribuye a la resistencia antimicrobiana. Según Allan Munford, gerente de marketing de QIAGEN, "un diagnóstico preciso reduce complicaciones, hospitalizaciones y el riesgo de transmisión, tanto en hospitales como en escuelas".
Invertir en tecnologías de diagnóstico rápido, fomentar la vacunación y concienciar sobre el uso adecuado de antibióticos son acciones fundamentales para contener el impacto de estas infecciones. Además, el aislamiento temprano de pacientes infectados en hospitales y entornos educativos ayuda a prevenir brotes y garantizar la seguridad de la comunidad.
El diagnóstico eficiente no solo mejora la salud del paciente, sino que optimiza los recursos médicos y minimiza las interrupciones en actividades escolares y laborales, especialmente durante los meses de invierno.