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Con más de 30 años de trayectoria como atleta, Patricia Guerra llega esta semana a Europa para enfrentarse a un nuevo desafío en la vida: realizar la travesía del cruce del Estrecho de Gibraltar, nadando en aguas abiertas desde España a África.
Abanderando la causa 50+1 : 2023, bajo el lema “Si Yo Puedo, Cualquier Mujer Puede”, estará de regreso en el mar, después de 19 años, para demostrar que no hay edad para perseguir un sueño, que cualquier mujer con un sueño es capaz de romper cualquier barrera, que no hay edad para llegar a una meta y que todos los días es un buen momento para demostrar de lo que sí eres capaz al tomar las riendas de tu vida.
Tras un intenso entrenamiento físico, mental y espiritual, Patricia Guerra partirá desde Tarifa, una punta geográfica ubicada en Cádiz, desde que la que cruzará, teniendo únicamente como herramientas sus brazos y sus piernas, hasta llegar a Tánger, Marruecos, en su primera hazaña bicontinental.
La distancia aproximada de este cruce comprende 14.4 kilómetros y se llevará a cabo un día entre el 7 y 18 de julio. Esta ventana de tiempo se establece porque se trata de una zona marítima cuyas corrientes y vientos suelen variar constantemente, por lo que es necesario encontrar las condiciones meteorológicas óptimas entre esas fechas para realizar el nado. La propia Patricia Guerra está convencida de que el 80% de los factores en una travesía son externos, pues el mar es algo vivo que decide cuántas horas se puede nadar y las corrientes pueden alejar paulatinamente al atleta de su meta, por lo que el esfuerzo se puede incrementar exponencialmente.
Acompañada de un grupo de un staff de expertos en medicina y entrenamiento deportivos, y con 51 años cumplidos, lleva como causa transmitir a las mujeres de su edad, o mayores, un mensaje de empoderamiento y éxito, demostrando que no se trata del inicio de un ocaso de vida, sino una nueva oportunidad para seguir cumpliendo metas y sueños en condiciones de plenitud.
Una vez realizada esta tarea de vida, Patricia Guerra se enfrentará a aguas frías el próximo 5 de agosto en Nueva York, donde rodeará la emblemática isla de Manhattan, cruzando 20 de sus puentes con un recorrido total de 46 kilómetros, ¡poco más de 3 veces equivalentes al cruce del Estrecho de Gibraltar!
Para estos desafíos, ha estado llevando intensos entrenamientos hasta de 6 horas en aguas de bajas temperaturas y terapias de hielo para llegar en condiciones óptimas a enfrentar a los mares. La disciplina no sólo está en las propias travesías, sino en todo momento, adoptando así un estilo de vida.
Con una amplia trayectoria deportiva, Patricia Guerra ha nadado en más de una decena de cruces en aguas abiertas, tanto nacionales como internacionales bajo diversas circunstancias climáticas. Es la primera atleta en la historia en cruzar nadando el llamado Canal de la Mancha mexicano, desde la isla de Cozumel a la Riviera Maya, una hazaña nunca antes lograda por alguna persona.
Un sello distintivo que la caracteriza como una de las atletas más comprometidas del deporte mexicano es el hecho de realizar cada reto en aguas abiertas, no sólo como una meta personal, sino siempre abanderando una causa en favor del prójimo, ya sea para beneficiar a mujeres con cáncer de mama, a niños estudiantes ciegos o débiles visuales, a pequeños de las guarderías del IMSS, entre muchas más.