Review: “PopSlinger”

: Eder Quintero; 03 Febrero 2022

Review: “PopSlinger”

Imágenes: Cortesía Funky Can Creative | Gameplay PoluxWeb.com

Video: Cortesía Funky Can Creative

“PopSlinger” llega al Nintendo Switch ofreciéndonos una aventura musical y colorida al puro estilo de los animes noventeros.

Una mezcla musical llena de aventura

Previo al lanzamiento del juego, Funky Can Creative prometió un título con un diseño de anime en un contexto musical y mecánica shooter; todo esto sonaba curioso y, al ver el resultado, se entiende completamente a lo que se referían. En efecto, estamos ante un diseño visual plenamente inspirado en los animes de hace poco más de dos décadas y un render cel shading que le da todavía más sentido al concepto con una rica paleta de colores, tendiendo a tonalidades pastel, valiéndose además de ilustraciones pulcras, usadas sobre todo para narrar la historia pues todos los diálogos se desarrollan a través de imágenes y campos de textos, mientras los personajes mueven las bocas y cambian ligeramente de expresión y posición. Es importante acotar que tanto textos como audios se mantienen en inglés.

La mecánica de juego aparenta ser un beat’em up con referente a un shooter dado que nuestro personaje carga una pistola con la que disparamos a los enemigos. Y sí, dado el contexto, la música estilo arcade forma parte de un acompañamiento bien logrado, sin influir realmente en nuestra aventura de manera radical.

En “PopSlinger” controlamos a Ria, una chica irreverente a la que se le presenta una fantasma para guiarla a través de una peligrosa misión en la que debemos detener a una organización secreta y a sus peligrosos monstruos que han comenzado una invasión. Para ello, avanzamos a través de niveles al puro estilo de los beat’em up disparándoles a todos los enemigos que nos aparezcan con la particularidad de que matarlos en grupos de colores nos beneficia.

El orden de los enemigos importa

Sí bien el juego se trata, entonces, de aniquilar a los enemigos como sea, también vale la pena hilar a los que son de un mismo color ya que, de acuerdo a eso, nuestra progresión mejora; acabar con 4 del mismo color y después 4 de otro color resulta en una progresión simple, pero si conseguimos hilar 8 de un mismo color se convierte en una progresión doble. Entonces, tal vez el juego no ofrece un nivel de dificultad extremo, pero nosotros podemos complicarnos cuanto deseemos al seguir las secuencias de colores de los enemigos y esto, definitivamente, puede representar todo un reto ya que los otros monstruos no desperdician oportunidad alguna para atacarnos, obligándonos a esquivarlos constantemente; curiosamente al impactarnos, se autodestruyen y nuestra barra de progresión se resetea, volviendo más difícil completar la secuencia de colores. Aunque, conforme se avanza en los niveles, los enemigos muestran ligeras modificaciones como disparar proyectiles o generar escudos, lo cierto es que no proyectan demasiada variedad.

Normalmente, los enemigos aparentan ser torpes y, si somos lo suficientemente ágiles, no representan mucho problema pues son derrotados solo con un disparo, mientras que nosotros tenemos una línea de vida y, al momento de agotarse, perdemos la misión; sin embargo, podemos continuar en el nivel en dónde nos hayamos quedado. Por supuesto, existen jefes de nivel y estos sí merecen un poco más de respeto, estudiándolos para entender su patrón y así acabar con ellos; es en este momento donde sobre sale acabar con sus minions en orden. Como curiosidad, nos recuerda a juegos de la vieja escuela en donde los jefes no tenían una barra de salud, sino que parpadeaban en rojo cuando ya iban a ser derrotados.

Sencillo y repetitivo

La jugabilidad es sencilla y fácil de dominar, pues podemos movernos en todas direcciones, disparar y esquivar. Al llenar la barra de progresión, podemos invocar a un aliado que sirve como power up; extremadamente útil para enfrentar a los jefes. Además, si logramos una secuencia de colores específica, entonces podemos desatar un Dream Time; es decir, nuestra más grande habilidad. Asimismo, al paso de los niveles, obtenemos nuevas armas que podemos cambiar entre ellas, incrementamos nuestra vida y otras curiosidades.

Cabe mencionar que, mientras jugábamos, experimentamos uno que otro bug, siendo el más representativo habernos quedado inmóviles hasta que recibimos un impacto de un enemigo. En cualquier caso, “PopSlinger” es un título entretenido y medianamente retador, pero cae en lo repetitivo dada la poca variedad de enemigos; la mecánica de los niveles es la misma: sortear monstruos para enfrentarnos a olas masivas de los mismos enemigos y eventualmente nos enfrentamos a un jefe que vuelve a apoyarse de los mismos secuaces para protegerse y atacar. El rejuego radica en controlar a un nuevo personaje al concluir la campaña.

“PopSlinger” se encuentra ya disponible para Nintendo Switch.