Review: “Scorn”

: Eder Quintero; 15 Noviembre 2022

Review: “Scorn”

Imágenes: Cortesía Kepler Interactive | Gameplay PoluxWeb.com

Video: Cortesía Kepler Interactive

El terror nos invade con la presencia del nuevo y grotesco título “Scorn” disponible para Xbox Series X|S y PC.

Escenario perturbador

“Scorn” es un título de terror que nos sumerge en una auténtica pesadilla con un alto grado psicológico para mantenernos estresados con imágenes que fácilmente perturban la mente y es que el juego está inspirado en las creaciones del artista y escultor suizo H.R. Giger (+) quien se caracterizaba por su arte siniestro y hasta macabro teniendo participaciones en el diseño de personajes y portadas de la saga de “Alien”, “Poltergeist 2” y “Especies”, entre otras, en el mundo del cine.

“Scorn” nos sitúa en un extraño laberinto completamente desolado, valiéndonos de máquinas que encontramos a nuestro paso para continuar avanzando. De tal forma, el juego invita a descubrir los secretos para revelar el misterio que encierra el lugar; todo con tintes demasiado filosóficos, casi dantesco, tendiendo más hacia un género de puzzle que de survival como podría imaginarse al ver las imágenes, pero el terror psicológico sigue funcionando de la misma forma. Solo hasta la mitad del juego podemos encontrar a algunos enemigos de manera aislada donde entonces sí debemos abrir fuego como si de un shooter se tratara, pero con una movilidad sumamente limitada.

Desde que comenzamos, nos encontramos con un personaje que no sabe en dónde se encuentra y el juego se encarga de ponernos directamente en sus zapatos pues, tan pronto arrancamos la partida, tomamos control de él sin mayor explicación, lo que puede resultar sumamente confuso al inicio, pero que evidentemente es el objetivo principal de los desarrolladores para que nos veamos involucrados plenamente con el entorno.

Misterio sin resolver

En un título de estas condiciones la narrativa resulta esencial para mantener al jugador lo suficientemente inmerso en la trama y con el interés de descubrir por qué estamos ahí; no obstante, a “Scorn” le falta ahínco en este parámetro pese a las buenas ideas del contexto, pues aunque durante el camino podemos sentirnos con cierto interés, la realidad es que puede resultar hasta desesperante avanzar sin develar algo que verdaderamente trascienda, hasta llegar a un final desesperanzador de los que dejan más dudas que explicaciones.

Si bien los puzzles no resultan un verdadero desafío, el reto es saber a dónde dirigirnos para hallar los mecanismos a accionar. En todo caso, funcionan para generar cierta tensión y es que ahí es justo en donde radica la verdadera fortaleza “Scorn”; realmente nos hace pasar momentos sumamente llenos de estrés, esperando que aparezca cualquier forma abominable dentro de los reducidos y oscuros espacios que fácilmente transmiten una sensación claustrofóbica. Cabe mencionar que no contamos con ningún mapa, mucho menos con indicadores de posición, por lo que la experiencia es sumamente genuina y nos obliga a memorizar, hasta cierto punto, el camino; de lo contrario, estamos destinados a dar vueltas por el mismo lugar.

Desde el arranque es fácil sentirnos perdidos, sin saber qué hacer hasta toparnos con el primer puzzle que igualmente se convierte en el primer gran dolor de cabeza y que finalmente nos pone la base de lo que verdaderamente tendremos que hacer a partir de este punto y hasta el final del juego; claro, algunos son más difíciles que otros, pero con una base fuerte en los sliders, girando mecanismos y ajustando combinaciones. Ciertamente el juego no dura demasiado, pues completarlo lleva alrededor de 5 horas, según la pericia en resolver los rompecabezas, pero aun así se extrañan más posibilidades y variedad de los puzzles ya que, después de un rato se siente monótono.

Realidad distorsionada

El juego nos permite movernos libremente por el escenario, y tenemos botones par correr, curar, apuntar, disparar, recargar, abrir inventario, elegir entre cuatro armas e interactuar. El sistema shooter es tan básico como se puede imaginar, pero igualmente apunta hacia una experiencia auténtica porque el apuntado y disparo no son tan amigables y podemos quedar a merced de los peligros sin mucho que hacer al respecto y es que no existen movimientos de defensa o para esquivar, mientras la salud se agota rápidamente.

Afortunadamente, existen puntos de control bien ubicados que nos permiten reaparecer sin haber recorrido mucho. Contamos con cuatro tipos de armas y el juego logra transmitir cierta sensación de escasez de municiones, pero realmente existen puntos donde podemos recargarlas. Otra cuestión que cabe acotar es que hay veces en que resulta mejor huir antes que enfrentar a los enemigos.

Un homenaje a H.R. Giger

Gráficamente “Scorn” nos adentra genuinamente en una ambientación digna de cualquier pesadilla. El diseño de producción es sublime; los escenarios recrean el concepto retorcido y hasta perverso de Giger con un nivel impecable nivel de detalle. Hubiera sido todavía mejor si existieran más scary jumps o situaciones verdaderamente traumáticas para ponernos los pelos de punta, pues después de los primeros minutos es fácil percatarse que no hallaremos de qué asustarnos.

Para el audio de “Scorn”, los desarrolladores optaron por un concepto mucho más discreto, entendiendo que un recorrido en solitario y en un lugar desconocido con pocas cosas en movimiento. De tal forma, la música ambiental es muy sutil y los efectos aparecen acertadamente meramente cuando se activan los mecanismos rompiendo el sepulcral silencio. Como es fácil imaginarse tampoco existen diálogos; por su parte, los textos en pantalla han sido localizados al español, portugués, danés, alemán, rumano, turco, japonés, chino, inglés, italiano y francés, entre otros.

“Scorn” funciona más como un recorrido de terror, más allá que un título verdaderamente de supervivencia extrema. Por supuesto que jugarlo con poca iluminación y sin distracciones aviva el sentimiento de incertidumbre y ansiedad, lo que resulta un auténtico agasajo, pero su mecánica de juego es la que pudiera no convencer a los gamers más exigentes pues es casi como si no tuviéramos un objetivo que conseguir.