Review: “Arto”

: Eder Quintero; 20 Mayo 2023

Review: “Arto”

Imágenes: Cortesía Freedom Games| Gameplay PoluxWeb.com

Video: Cortesía Freedom Games

La desesperanza se llena de color con “Arto”, título de acción RPG, desarrollado por OrionGames y disponible ya en PC.

De colores se visten los campos

La premisa de “Arto” es simple, pero nos lleva a una catarsis plena toda vez que debemos colorear un mundo gris repartiendo caña a diestra y siniestra, con algunos cambios de estilo que denotan un diseño artístico cuidado y pulido. El argumento tampoco es demasiado rebuscado: El mundo alguna vez estuvo gobernado por siete Divinidades Cromáticas, pero un día se vieron obligados a fusionar sus Oeuvres para derrotar y aprisionar a Division; esto resultó en el Chromaclismo, arrebatándole a todo el territorio cualquier color; algo así como lo que ocurre en la novela “The Giver” (conocida en español como “El Dador”), de Lois Lowry.

Nosotros tomamos el papel de Liv, a la que podríamos catalogar como “La Elegida”, aquella que anuncia la profecía que es el capaz de regresarle el color al lugar. Se trata de una joven tan falta de color como todo lo que le rodea, pero rápidamente se nos revela que se trata del Apóstol de Goya, una de las Divinidades Cromáticas cuya misión obviamente es devolverle el color que el Chromaclismo se llevó, buscando y encontrando a los demás seres divinos.

Como es fácil de adivinar, conforme avanzamos, encontramos diversos enemigos a los que debemos derrotar causando que paulatinamente vaya regresando el color a nuestro entorno. Evidentemente, debemos cumplir con objetivos de la historia, pero también hay misiones secundarias propuestas por algunos NPC; estas llegan a ser el punto más enriquecedor del juego para aquellos que siempre buscan completar un título al 100% y es que pueden pasar desapercibidas a menos que nos clavemos interactuando con nuestro alrededor. Lo mejor es que el mundo está abierto siempre y podemos regresar a los lugares previamente visitados por si algo nos faltó.

Gameplay sencillo e intuitivo

“Arto” es un juego relativamente accesible; básicamente hemos de avanzar a través de los niveles, enfrentándonos a los enemigos que se nos pongan enfrente sin que representen un reto muy elevado. Esto no significa que meramente sea un paseo, por lo que, gracias a su acertada variedad, hay adversarios que pueden ser más rudos que otros, obligándonos a cuidar más los tiempos para esquivar o bloquear sus ofensivas; particularmente, los jefes son los que más paciencia requieren. Ciertamente, lo que más dolor de cabeza puede causarnos es que es muy común sentirnos perdidos sin saber qué es lo que debemos hacer o hacia donde debemos dirigirnos, mucho causado por un para mapa nada amigable.

“Arto” puede jugarse con teclado y mouse o con control, según se prefiera; sin embargo, la segunda opción es mucho más cómoda. Los movimientos son básicos; contamos con un solo ataque con el que podemos encadenar combos sencillos, bloqueo y dash, así como un botón para interactuar con diversos elementos en pantalla. Como es normal en estos títulos, los enfrentamientos contra los enemigos se reducen en esquivar o bloquear para contraatacar; eso sí, la defensa debe ser muy precisa. También podemos sanarnos cuando contamos con la habilidad correspondiente.

Pinceles y brochas

A lo largo del juego vamos obteniendo nuevas armas y habilidades, pero de inicio contamos con una colorida espada que nos lleva a una mecánica hack & slash. También podemos lanzar un chorro de pintura y eventualmente podemos asignar nuevas opciones según las vayamos desbloqueando durante nuestro avance en la campaña. Cabe mencionar que la cámara es isométrica y no podemos moverla o realizar zoom; no obstante, aunque siempre se antoja tener control sobre ella, no influye en la experiencia de juego.

La selección de armas y poderes se da a través de una ruleta de opciones; al principio puede llegar a ser un poco difícil acostumbrarse a los símbolos, pero eso se corrige al paso del tiempo. Cabe acotar que las habilidades mágicas dependen de una barra llamada Expresión, la cual se llena conforme atacamos a los enemigos.

Asimismo, es vital reunir el Chroma, mismo que podemos invertir en un árbol de habilidades que evidentemente mejora a nuestra protagonista. Cabe acotar que, si caemos en batalla, perdemos nuestros recursos, pero podemos recuperarlos justo en donde quedó nuestro cadáver. Igualmente, vale la pena señalar que hay varios checkpoints en donde el juego se salva automáticamente, además de rellenar nuestras barras de salud y Expresión.

Arte divino

Nuestro recorrido es a través de siete diferentes biomas (Artos) con la finalidad de encontrar a las demás Divinidades Cromáticas y así reunir los Oeuvres. En realidad, “Arto” sobresale justo por los estilos tan diferentes entre cada uno de los niveles; no solo el diseño del escenario, sino también de los enemigos y, con ello, el mismo estilo de juego. Dado que el mapa sirve de mera referencia, sin darnos la mejor perspectiva, muchas veces terminamos yendo de un lugar a otro, dejándonos llevar por la acción; lo que se agradece y mucho son los viajes rápidos desde cualquier punto.

Dada su naturaleza, “Arto” debía cuidar minuciosamente el diseño artístico. El resultado es bastante satisfactorio al haber modelado locaciones únicas que cobran demasiado sentido conforme avanzamos, haciendo notar inspiración en diferentes estilos como acuarela, arte pop y mucho más lo que lleva a combinar atinadamente un render tradicional o cel shading, según el caso. A esto se le suma que, aunque no con muchas opciones, podemos personalizar los colores de Liv. Eso sí, se extrañan opciones de accesibilidad que, a estas alturas, parecen obligadas; por ejemplo, alguna configuración para daltonismo, lo cual debe ser considerado como importante dada la naturaleza del juego.

La banda musical es por demás atinada para lo que busca el concepto, generando una inmersión agradable; de hecho, el soundtrack está disponible para adquirir también. Por otro lado, cabe remarcar que no existen voces como tal, sino sonidos que acompañan a los campos de textos que se mantienen en inglés; algunas veces podemos interactuar con opciones predefinidas de diálogos para profundizar en la atractiva historia, sin que esta se vea afectada con nuestras elecciones.

Entre blanco y negro

Aunque normalmente corre de manera fluida, “Arto” presenta ralentizaciones cuando realiza algunos cambios en los escenarios o bien cuando existen demasiados elementos en pantalla. Como sea, resulta catártico ir pintando todo a nuestro paso, ya sea meramente recorriendo los escenarios o bien golpeando a los enemigos.

“Arto” es uno de esos juegos que puede quedar entre el montón, pero al mismo tiempo puede engancharte por varias horas gracias a su equilibrado gameplay, convirtiéndose en una opción que ofrece un reto agradable. De esta forma, los combates suelen ser atractivos y dinámicos a lo largo de los diferentes lugares que visitamos; cada uno nos puede llevarnos alrededor de una hora.

En definitiva, “Arto” es un juego agradable y entretenido; incluso se vuelve adictivo cuando le encuentras el sentido. Sin embargo, es justo decir que muy constantemente le falta claridad pues, aunque nos indica qué objetivos debemos cumplir, es común quedarnos atorados por la falta de contundencia en el mapa o al menos algún indicador en el HUD.