Reseña: “Sleep, el mal no duerme”

: Erick Moreno; 27 Diciembre 2023

Reseña: “Sleep, el mal no duerme”

Imágenes: Cortesía Corazón Films

Excelente título se eligió para presentar una historia coherente, entretenida y aleccionadora. “Sleep, el mal no duerme” aborda el trastorno del sueño, el sonambulismo y el poder de los espíritus para trastornar la vida de las personas.

Corea del Sur sabe muy bien cómo explotar el género de horror, mezclando sucesos normales con los paranormales, permitiendo que el público se haga de su propio criterio con respecto a la propuesta cinematográfica mientras aprovecha las excelentes actuaciones y la conducción de la historia que va de menos a más, envolviendo al espectador con la historia, algunas bromas y la naturalidad de la vida en pareja viviendo en un condominio.

En la película “Sleep, el mal no duerme” se aborda el trastorno del sueño y el llamado sonambulismo, un par de padecimientos algo comunes en la sociedad actual en todas partes del mundo, y que, como queda denotado en la película, hay dos posturas: La primera, y más común, es la de mirar el problema de salud desde la parte médica y bajo su terminología; la segunda opción, que es casi siempre la última y desesperada, es la de mirar el asunto desde el lado espiritual, mágico o religioso.

Estas dos posturas indiscutiblemente generan un conflicto tal que es sumado al problema principal, la causa de diversos líos, de roces y de problemas de pareja por no lograr llegar a un acuerdo, mientras que la situación empeora, haciendo la vida insoportable y la relación de pareja poco llevadera, conflicto que en muchas partes del mundo es causante de divorcios, separaciones o pleitos acalorados, sin que se logre mediar la situación para encausar al paciente a mejorar su condición.

Y así, en “Sleep, el mal no duerme” vemos una historia bien distribuida en tres capítulos en el que Soo-jin (Jung Yu-mi) es una ama de casa hacendosa, pulcra, amorosa y fiel a su marido. En el primer capítulo está embarazada, a pocos días de dar a luz, pero continúa con su trabajo y sus labores domésticas, casada con Hyun su (Lee Sun-kyun), un actor que está intentando hacer carrera en ese mundo tan difícil con pequeños papeles y apariciones esporádicas en algunos trabajos. Él comienza a presentar problemas de sueño.

Hyun-su tiene el sueño muy pesado; lo vemos y escuchamos roncar desde el inicio de la película, en el que se va mostrando la evolución del trastorno de sueño, primero como una simple pesadez, después como un auto ataque, y más tarde con un terrible sonambulismo que lo pone en riesgo y a quienes están a su alrededor. Después del primer episodio, estando más grave, deciden ir a una clínica del sueño, para que le analicen y es en este lugar donde le recetan algunas píldoras y le hacen recomendaciones de cambios de hábito y ajustes en casa, con la intención de ayudarle a avanzar con su problema, indicaciones que su esposa muy amorosamente le ayuda a seguir al pie de la letra, soportando y tolerando todo, con tal de lograr que todo regrese a la normalidad.

Sin embargo, nada mejora, por el contrario, todo comienza a tornarse insostenible, sobre todo una vez que Soo-jin ha dado a luz a su pequeña hija, Ha-yoon. A esto se le suma cansancio por falta de descanso en las noches, la preocupación y ansiedad por no resolver el conflicto, el estrés por ver deteriorarse cada vez más su relación y la salud de su marido, y, desde luego, la angustia de sentirse en peligro y el miedo constante de que le haga daño a su hija, razones que no le permiten dormir y que le van alterando desmedidamente.

Uno de los planteamientos más valiosos de “Sleep, el mal no duerme” es la frase: “Juntos podemos superar lo que sea”, muy adecuada para los matrimonios que han jurado apoyarse, amarse y respetarse en la adversidad, en la enfermedad y hasta cuando hayan sido poseídos por algún espíritu chocarrero que tenga perversas intenciones. Sin embargo, cuando la pareja protagónica de esta película llega a un punto climático al no lograr ver mejoría, por lo que llaman a Haegong, una chamana, que les hace saber la verdadera razón de sus problemas.

Park Choon-ki es el espíritu del vecino de abajo muerto hace pocos días, quien estaba perdidamente enamorado de Soo-jin, o más bien, que la desea vehementemente y, aún después de fallecido, decide quedarse en aquel departamento para poseerla sexualmente, aniquilando a todo lo que les estorbe.

“Sleep, el mal no duerme” es una película que además de entretener, da grandes lecciones de amor, fidelidad, búsqueda de la verdad, entrega al bien amado, y ofrece, además, una mirada a uno de tantos problemas médicos que padecen las personas y que, juzgadas desde el ámbito médico no hayan solución, abren la pauta a buscar otras opciones, quizá no ortodoxas, pero que sí son versadas en su ámbito, dando respuesta y sobre todo, solución al problema.