Imágenes: Cortesía Warner Bros. Pictures

Video: Cortesía Warner Bros. Pictures

“Una Película de Minecraft” llega a los cines como la esperada adaptación del universo cúbico más exitoso de los videojuegos, pero lo que pudo ser una aventura épica se queda en un intento irregular por capturar la magia que ha conquistado a millones de jugadores alrededor del mundo.

Poca construcción narrativa

Desde su lanzamiento en 2011, el videojuego “Minecraft” ha trascendido como fenómeno cultural, inspirando generaciones de jugadores con su creatividad sin límites. Warner Bros. Pictures apostó para adaptarlo a pantalla grande con Jared Hess como director, conocido por su comedia excéntrica, y un elenco estelar encabezado por Jack Black y Jason Momoa. El desafío principal era combinar el fan service con una narrativa inédita puesto que el juego no cuenta con una historia propia, sino que el propio jugador es el que la crea.

La película nos presenta a Steve (Jack Black) entrando circunstancialmente a Overworld, un lugar completamente cúbico, gracias a un orbe mágico, objeto del deseo de Malgosha para gobernar el mundo entero. Aunque queda atrapado en el mundo de bloques, gracias a su fiel perro, Steve logra poner a salvo el orbe en el mundo real. Tiempo después, Garrett Garrison (Jason Momoa), Henry (Sebastian Hansen), Natalie (Emma Myers) y Dawn (Danielle Brooks) activan el orbe hasta ser arrastrados hasta el Overworld en donde comienzan a lidiar con los peligros del lugar como arañas gigantes y zombis. Su única esperanza para regresar a casa es recuperar el orbe con ayuda de Steve.

Bloques sueltos

La intención de la película es noble y busca homenajear profundamente el espíritu del videojuego al incluir emotivas referencias como los bloques, el crafting y los biomas; no obstante, la historia resulta dolorosamente genérica. Aun cuando se intente justificar esa ligereza como un guiño a las miles de narrativas improvisadas por los jugadores, el guion no logra ofrecer una trama coherente o emocionante que conecte con el espectador más allá de las referencias visuales.

“Una Película de Minecraft” se desarrolla a través de una narrativa acelerada, con gags constantes y momentos de acción que parecen más pensados para mantener entretenidos a los más pequeños que para construir una experiencia cinematográfica memorable. El gran problema es que esta decisión desdibuja completamente el tono del filme sin definir si se trata de una parodia, una aventura épica o simplemente una comedia familiar. Este vaivén impide una conexión emocional del espectador.

A su vez, las actuaciones están muy por debajo de lo esperado. A pesar de la gran química que se muestra en pantalla entre Jason Momoa y Jack Black, se perciben contenidos y sin rumbo, mientras que los demás personajes son un relleno olvidable. Asimismo, Jack Black comienza a ridiculizarse en su empeño por insertar a como dé lugar un número musical.

Potencial encerrado en un cubo

En donde la película brilla es en su diseño de producción. Los escenarios replican fielmente la estética pixelada de “Minecraft”, incluyendo aldeas y fortalezas. Las texturas, estructuras y enemigos clásicos están atinadamente representados, lo que invariablemente puede encantar a los fans del juego. Sin embargo, este nivel de detalle se ve empañado por un CGI inconsistente dado que los personajes generados por computadora no logran integrarse orgánicamente con los fondos; por si fuera poco, en las escenas de acción, los efectos prácticos (como el uso de arneses) se sienten torpes y poco naturales.

Si bien la música cuenta con algunos guiños sonoros que recuerdan al soundtrack original del videojuego, no aporta identidad. En contraste, el diseño de sonido cumple satisfactoriamente, especialmente en secuencias de construcción o combate, pero tampoco sorprende.

En definitiva, los guiños constantes a manera de easter eggs y las propias mecánicas de juego han sido recreadas con cariño, convirtiéndose en el mayor atractivo de “Una Película de Minecraft”, pero no compensan una narrativa floja y personajes descartables, al grado de sentirse como un proyecto incompleto y superficial, sin lograr construir algo perdurable. Por cierto, para los fanáticos acérrimos del videojuego, la película reserva una escena postcréditos.

Detalles de Una Película de Minecraft

Trailer de Una Película de Minecraft