Imágenes: Erick Moreno
Jorge Tellaeche presenta su nueva exposición “Goodbye Friend” de la mano de The Black Piglet que estará disponible del 14 al 26 de noviembre en Maisón Celeste, Yucatán 96, Col. Roma, para agradar con sus diseños a propios y extraños del mundo del arte.
La exposición, según explica el propio autor, nos confronta con la dificultad de decir adiós, incluso a aquello que nos lastima, pero que también nos invita a crecer al confrontar nuestros propios miedos, pues, Tellaeche utiliza la serpiente como símbolo del miedo en sus múltiples manifestaciones, mientras que los mensajeros, como libélulas, representan la guía hacia nuevas etapas de vida. Este enfoque resalta la importancia de la salud mental y la búsqueda de ayuda: “No estás solo en tu lucha”, afirma el autor, además de subrayar que, estas obras parten de su propia experiencia al enfrentar sus miedos, reconociendo que: “Siempre hay personas dispuestas a apoyarte en el camino hacia la superación”, puntualiza.
Tellaeche comparte su proceso creativo en esta breve exposición a través de una serie de cuadros que han sido su catarsis para transformar su miedo en algo más, que le ayude a enfrentar la vida; sin embargo, también reconoce que es un ciclo, y que probablemente el miedo, como la serpiente, puede reaparecer más adelante. Con ello, también nos anima a reflexionar sobre nuestra propia relación con el miedo. Cada pieza invita al espectador a cuestionarse sobre su estado emocional, la necesidad de apoyo y el potencial de renacer a partir de la superación personal, en una delicadeza de trazos y en una estupenda combinación de colores en la mitad de su obra, y en un acercamiento al uso de la oscuridad en el cierre de su obra, del que dijo, es el ciclo que completó al enfrentar su miedo.
La colaboración entre The Black Piglet, dirigida por Rosalba Hernández Vera, y Maisón Celeste marca la segunda ocasión en la que ambos espacios se unen para celebrar el arte contemporáneo en un entorno íntimo y significativo. The Black Piglet y Maison Celeste invitan al público a visitar esta cautivadora propuesta visual, que estará disponible a partir del 13 de noviembre y hasta el 26 del mismo mes en Maisón Celeste, Yucatán 96, Col. Roma, en donde también existe un mural realizado explícitamente para esta presentación, tomando como modelo el símbolo de esta obra, que es la serpiente, y que, según el propio autor, nos dice que están abogando porque dicho mural se quede permanentemente en este lugar.
En definitiva, la obra de Jorge Tellaeche es una verdadera experiencia de color y de formas en movimiento, con recuadros de profundidad visual, tanto como de los aspectos emocionales y psicológicos del autor que llegan a su vez a ser semejantes a los estados emocionales de muchas personas que viven atrapadas en el miedo, o en cualquiera otra emoción limitante, por lo que la experiencia visual de esta exposición termina siendo una invitación afectiva llena de amor que invita al espectador a enfrentar sus miedos y a transformarlos en algo más.
Sobre el autor se puede decir que es un artista visual destacado por su estilo único, vibrante y lleno de personalidad, que ha logrado posicionarse como uno de los artistas más sobresalientes en el panorama contemporáneo del arte en México. Su carrera, marcada por una constante búsqueda de nuevos horizontes, comenzó desde temprana edad y ha sido moldeada por sus experiencias internacionales y su incursión en diversas disciplinas creativas, ya que, desde los 15 años, Tellaeche comenzó a ganar visibilidad en el mundo del arte con su primera exposición en el Sony Art Walk de San Diego.
Para los 18 años, se trasladó a Europa, donde vivió en Luxemburgo y Suiza, y viajó por países como España, Francia, Alemania e Inglaterra. Fue en este periodo cuando comenzó a profundizar en el proceso artístico, experimentando con la soledad y la introspección. Durante este tiempo, el dibujo se convirtió en su herramienta y aliado para lidiar con los altibajos emocionales de su juventud. A los 21 años, con el respaldo de un contacto familiar, realizó su primera exposición importante en Tijuana, donde varios de sus trabajos fueron adquiridos por brokers internacionales y comisionaron nuevas obras para una inauguración. A partir de ahí, su carrera despegó, integrando elementos de diseño gráfico y arte plástico, lo que lo llevó a colaborar con diversas galerías y agencias de publicidad.